Por Valentina Campos

Desde los últimos años todo tiende a buscar inspiración en el pasado, para poder estar “bien ubicado” en el presente. Hoy en día parece no haber consciencia de la metáfora, el juego y la imaginación.

Pareciera que muchos artistas actuales buscaran destacar, pero “sin mover un pelo”, aquel de la creatividad, el hambre de crear algo nuevo. ¿Acaso no te cansa escuchar los mismos ritmos una y otra vez?

Esto es algo que comenzó a hacerme ruido hace unos años. El deseo de crear algo nuevo musicalmente siempre me invadió. Hoy en día hay muchísimos artistas con nuevas propuestas, pero que no tienen el reconocimiento que merecen. Miles han sido las veces en las que me encuentro en un centro cultural y escucho a músicos tocar por lo que desean, la pasión se nota en todo el lugar, sin embargo, muy poca gente los conoce, no llegarían a ser el llamado “mainstream” ni siquiera en 10 años.

Pero, ¿Qué sucede en el Mainstream”? La traducción literaria de este concepto es la de “corriente popular”. Esta significa, tendencia o moda dominante. Muchos músicos buscan pertenecer a esta utilizando estéticas y ritmos similares. En nuestro país hay pocas músicas mujeres que son fieles a su forma de pensar y vuelcan su música en lo social y más que nada, utilizar su voz para mostrar quienes realmente son y cómo piensan en cuanto a nuestra indignante situación.

Como artista busco vibraciones que golpeen puertas, que hagan pensar a la gente y que impacte, tenga un sonido distinto y que a su vez, transmita a la gente que está en busca de algo nuevo. Quienes, en cualquier rubro artístico, no solo en la música, deseen salir y descolocar esquemas, nadie lo impide