El juicio por el intento de ingresar al país una valija con 790.550 dólares por parte del ciudadano venezolano Guido Antonini Wilson en agosto de 2007 comenzó este miércoles, a 16 años del hecho, y dos de los acusados, los ex funcionarios Julio De Vido y Ricardo Echegaray, plantearon la incompetencia del Tribunal para juzgarlos.
Además, en la etapa conocida como de «cuestiones preliminares», los abogados defensores del exministro de Planificación Federal reclamaron el cierre por «inexistencia de delito», la prescripción del hecho por haber pasado más de 15 años y que no se siga adelante con el debate.
El extitular de la AFIP, Ricardo Echegaray, expuso luego ante el Tribunal en lo Penal Económico 1 en ejercicio de su propia defensa por ser abogado: pidió ser sobreseído, que no continúe el juicio y aludió a nueva prueba incorporada que «derrumba totalmente» la acusación de supuesto encubrimiento en su contra.
Echegaray adhirió al planteo de incompetencia del fuero Penal Económico que presentó De Vido y esta será la primera cuestión que aborde el Tribunal, según anunció su presidente, el juez Luis Losada.
En la audiencia del miércoles próximo se dará oportunidad para opinar al respecto a la fiscalía y demás partes y luego habrá una decisión que, en caso de ser negativa, habilitará al Tribunal a continuar con el análisis del resto de los planteos.
Los abogados de De Vido, Maximiliano Rusconi y Gabriel Palmeiro, plantearon al Tribunal la nulidad del requerimiento fiscal de elevación a juicio y, eventualmente, la incompetencia del fuero penal económico para juzgar los hechos
Los acusados demandaron que haya una resolución «en forma previa» al desarrollo del debate. «No encubrí ningún evento, qué podría haber encubierto yo si esta noche estaba durmiendo», se preguntó Echegaray ante el Tribunal.
El ex funcionario era por entonces titular de la Dirección General de Aduanas y entre el sábado 3 y domingo 4 de agosto de 2007 cuando llegó el avión privado al aeroparque de la ciudad de Buenos Aires, dijo que «estaba durmiendo»
«Recién atendí las llamadas telefónicas al mediodía del domingo, cuando ya habían hecho todo, ¿de qué manera voy a encubrir una actividad que además se desplegó conforme a derecho?», sostuvo sobre esa noche.
Los planteos se hicieron tras la lectura de la acusación fiscal y en el debate que se realiza de manera virtual con las partes conectadas a través de la plataforma Zoom.
La audiencia comenzó pasadas las 10 ante el Tribunal Oral en lo Penal Económico 1 de la ciudad de Buenos Aires, presidido por el juez Luis Losada, y se juzga a De Vido, al extitular de la AFIP Echegaray y al extitular del Órgano de Control de Concesiones Viales (OCCOVI) Claudio Uberti, entre otros.
El 4 de agosto de 2007, Antonini Wilson intentó pasar por un control aduanero en el aeroparque metropolitano Jorge Newbery una valija con ese dinero, luego de llegar al país en un vuelo privado contratado en ese momento por la empresa estatal Enarsa.
Antonini Wilson, considerado «rebelde» por la Justicia argentina porque se fue del país apenas lo ocurrido se hizo público, se radicó en Estados Unidos y no se logró su extradición; viajaba junto a funcionarios de ese organismo, Uberti y otros compatriotas en el avión que partió de Venezuela.
Otros cuatro acusados son quienes en ese momento eran funcionarios aduaneros, Rosa García, María Gallini, Jorge Lamastra y Guillermo Lucangeli.
«Está claro que no hace falta el juicio, por lo menos en lo referido a Julio De Vido», advirtió su abogado Rusconi.
«Julio De Vido tiene derecho a que esto se exprese de modo inmediato», agregó el abogado, quien aludió a los juicios a los que se lo somete por «una gestión de Ministro» y a que el «sufrimiento ha sido enorme»
Su otro defensor, Palmeiro, planteó que el hecho está prescripto porque «pasaron más de 15 años».
«Hay una indefinición del hecho, hay un desastre normativo, un viaje al voleo normativo» en una investigación «fracasada, ya sea porque no hubo hecho delictivo alguno o porque se investigó mal, pero los costos no los puede pagar el acusado», agregó el defensor.
Rusconi evaluó que lo que sucede es «desesperante y doloroso» y los hechos «exigen a los miembros del Tribunal enorme valentía, casi heroísmo, porque la expectativa pública construida en los medios de comunicación espera que ustedes condenen»
«Para respetar las garantías se requiere una defraudación de ustedes sobre las expectativas construidas mediáticamente», agregó Rusconi en relación a los jueces del Tribunal.
En el caso «está clara la lesión a la garantía del derecho de defensa», consideró.
«Somos todos víctimas de un manejo discrecional, arbitrario, poco serio, de la reconstrucción de los hechos y llegar a esta instancia implica un costo enorme para los ciudadanos, exponer su vida, prestigio, honorabilidad», remarcó Rusconi.
El juicio seguirá el próximo miércoles cuando se escuche la respuesta de las partes a los planteos de incompetencia hechos por las defensas de De Vido y Echegaray