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Femicidio

Rechazo a una Ley en Camboya que criminaliza a las mujeres por su vestimenta

«No le corresponde al Gobierno decidir arbitrariamente qué largo de falda está alterando las tradiciones nacionales”, aseguró la activista Klahaan.

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La llamada Ley de Orden Público es un paquete de medidas que prohíbe la venta callejera y pedir limosna, y que en su artículo 36 especifica que las mujeres tienen prohibido usar ropa que sea «demasiado corta» o «reveladora».

La ONU denunció «un agravamiento de la intolerancia» de las autoridades frente a la disidencia y la represión de libertades fundamentales.

El Gobierno de Camboya impulsa un proyecto de ley que, con el argumento de conservar las tradiciones, criminaliza a las mujeres que lleven ropa «demasiado corta o reveladora», lo que “viola la libertad de expresión y formaliza la actual represión de los derechos civiles”, indicó Rachana Bunn, directora ejecutiva de Klahaan, una de las 36 ONG que denunciaron la iniciativa.

La llamada Ley de Orden Público es un paquete de medidas que prohíbe la venta callejera y pedir limosna, entre otras cuestiones, en nombre de “mantener el valor estético, la tranquilidad, la estabilidad social, la preservación de la tradición nacional y la dignidad de los ciudadanos”, según reza la iniciativa en sus primeros párrafos.

El artículo 36 especifica que las mujeres tienen prohibido usar ropa que sea «demasiado corta» o «reveladora», situación que “viola la libertad de expresión y socava nuestra autonomía personal”, explicó a esta agencia la activista de la organización feminista Klahaan, palabra que significa «valiente» en idioma jemer o camboyano.

“Ese artículo figura en una sección de la ley que se titula `Protección de la dignidad de la Nación`, por lo que se puede ver que está usando algunas ideas patriarcales de la mujer camboyana como idealmente casta y modesta para defender lo que el Gobierno cree son las tradiciones del país”, añadió.

La normativa, en realidad, profundiza una situación ya existente: a principios de este año la Policía del país del sudeste asiático arrestó a una joven por vender ropa interior y cosméticos en Facebook, la acusó de delitos tipificados como “pornografía” y la obligó a grabar un video en la misma red social disculpándose por “deshonrar las tradiciones jemer» y «afectar el honor de las camboyanas».

En este contexto, Bunn señaló que el proyecto de ley “formaliza la actual represión de los derechos civiles y las libertades fundamentales”, aunque resaltó que “tiene un impacto desproporcionado contra las mujeres, ya que se aprovecha de las normas sexistas de género que existen en la sociedad para limitar aún más esas libertades”.

“Las mujeres también somos camboyanas, por lo que también nos corresponde a nosotros determinar colectivamente cómo es la cultura jemer en el siglo XXI. No le corresponde al Gobierno decidir arbitrariamente qué largo de falda está alterando las tradiciones nacionales”, apuntó.

Klahaan firmó una declaración junto a más de 30 ONGs, entre ellas Human Rights Watch (HRW), Amnistía Internacional (AI), en la que denunciaron la «atroz violación» de derechos que supone el texto que el Gobierno indicó servirá para «desarrollar un Estado civilizado y moderno», de acuerdo con fuentes ministeriales citadas por la cadena Voice of America.

El director adjunto de HRW para Asia, Phil Robertson, aseguró que el proyecto viola incluso el derecho a la libertad de expresión consagrado en los artículos 31 y 45 de la Constitución y los artículos 2 y 5 de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (Cedaw) que Camboya ratificó.

Las organizaciones se quejan que el Ministerio del Interior no las convocó, exigen que se dé marcha atrás con el texto y piden que en cambio se aborde “de forma urgente” problemáticas como la violencia de género, la discriminación a las mujeres en la educación y la escasa participación en cargos de poder.

“Todos estos problemas están respaldados y alimentados por actitudes y normas sociales generalizadas que continúan describiendo a las mujeres como débiles y amables, y a los hombres como líderes fuertes y naturales”, afirmó Bunn.

Mucha de esta violencia está alimentada por el Chbab Srey, un código de conducta tradicional que establece las formas en las que las niñas y mujeres camboyanas deben comportarse, con un enfoque especial en su actitud hacia su esposo.

Este código se enseñó en las escuelas del país hasta 2007 y aunque ya no forma parte del plan de estudios formal “sigue siendo muy influyente, desempeñando un papel crucial en la configuración y prescripción de los roles de género, ya que se transmite de madre a hija, particularmente en áreas rurales”, indicó la activista.

Un país teñido de sangre

Se estima que cerca de 1,7 millones de personas murieron entre 1975 y 1979 durante el régimen del Jemer Rojo
Se estima que cerca de 1,7 millones de personas murieron entre 1975 y 1979 durante el régimen del Jemer Rojo

Camboya, con una población actual de 16 millones, fue escenario de un genocidio a manos del Jemer Rojo, una organización guerrillera de tendencia maoísta que, tras la Guerra de Vietnam, la salida de Estados Unidos de ese conflicto y el derrocamiento del general Lon Nol (que encabezaba una dictadura militar desde 1970), tomó el poder el 17 de abril de 1975.

Se calcula que cerca de 1,7 millones de personas murieron entre 1975 y 1979 durante el régimen del Jemer Rojo a causa de trabajos forzados, enfermedad, hambruna y purgas políticas.

Tras varias décadas de guerra civil y Gobiernos de facto, en 1993 se estableció la Constitución que sostiene la monarquía constitucional, aunque el primer ministro actual, Hun Sen, está en el poder desde 1985.

Más allá de la mayor estabilidad política de los últimos años, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos denunció en varias oportunidades, la última el viernes pasado, «un agravamiento de la intolerancia» de las autoridades frente a la disidencia y la represión de libertades fundamentales.

Femicidio

Los discursos de odio matan: murió otra de las jóvenes atacada en Barracas

Esta tarde se conoció el fallecimiento de Mercedes, luego de dos días internada con quemaduras de extrema gravedad.

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Fuentes: SomosTelam.com.ar

El día lunes un vecino atacó a dos parejas lésbicas en una pensión de Barracas provocando un incendio. Pamela Cobos falleció esa tarde y este miércoles, luego de dos días internada, se conoce el fallecimiento de Mercedes. Andrea Amarante y Sofía Castroriglos siguen hospitalizadas, según informó Agencia Presentes.

Organizaciones y referentes feministas y de la diversidad sexual calificaron como “uno de los crímenes de odio más aberrantes de los últimos años” el sufrido ayer por dos parejas de mujeres en una pensión del barrio porteño de Barracas que terminó con la muerte de una de ellas y otras dos en estado crítico, a la vez que vincularon esta agresión perpetrada por un vecino que intentó prenderlas fuego mientras dormían como una muestra de que  “los discursos de odio tienen efectos concretos”

“Desde la Federación Argentina LGBT+ manifestamos nuestro profundo dolor y preocupación por lo que podría ser uno de los crímenes de odio más aberrantes de los últimos años”, dijeron en un comunicado.

“No podemos dejar de señalar que los crímenes de odio son el resultado de una cultura de violencia y discriminación que se sostiene sobre discursos de odio que hoy se encuentran avalados por varios funcionarios y referentes del Gobierno Nacional”, agregaron.

Foto SomosTelam

Y todo en un contexto en el que “los únicos espacios a los que podemos recurrir quienes somos víctimas de estos ataques, están siendo vaciados o eliminados por el actual gobierno como, por ejemplo, el INADI”.

Además de expresar su preocupación por todo esto, exigieron “políticas públicas contundentes contra los discursos y los crímenes de odio en Argentina, así como el fortalecimiento del INADI, único organismo encargado de generar políticas públicas para prevenirlos”.

El ataque nos produce profundo dolor y enojo: no fue un hecho cualquiera, fue un acto de odio hacia las lesbianas. El crimen ocurrió en un contexto de extrema precariedad de la vida, donde las cuatro vivían hacinadas en una habitación, y donde diariamente las identidades LGTBQI+ somos foco del aumento de la violencia”, dijeron en un comunicado un grupo de organizaciones y activistas lesbianas de todo el país que se articularon en un nuevo espacio denominado Autoconvocades Lesbianxs x Barracas

“El atentado se enmarca en la desigualdad histórica cis-hetero-patriarcal, actualmente acentuada por los discursos de odio promovidos por la extrema derecha, que hoy tiene como principal referente en nuestro país al presidente Javier Milei. Otro factor que consideramos determinante es la falta y destrucción de las políticas públicas destinadas a promover la igualdad en la diversidad, como la eliminación del INADI y el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad”, agregaron.

En ese sentido, denunciaron que “la violencia hacia nuestra comunidad es un hecho político que encuentra tierra fértil cuando los gobiernos fundan imaginarios colectivos que se basan en el desprecio a los derechos humanos, el quebrantamiento de los lazos sociales y la cultura, la sujeción a doctrinas económicas salvajes y el fomento de ideas misóginas y odiantes de las diversidades”.

Foto SomosTelam

«La violencia hacia nuestra comunidad es un hecho político«.FEDERACIÓN ARGENTINA LGBT.

El comunicado concluye con una serie de consignas entre las que se encuentran “Justicia por las cuatro compañeras y las víctimas del atentado”, “Basta de violencia y de discursos de odio”, “Juicio político a Javier Milei”, “Políticas públicas para las feminidades y la comunidad LGTBIQ+” y “¡Apertura del INADI YA!”.

Otras voces contra el fascismo

Por su parte, la organización Ni Una Menos (NUM) difundió un texto de repudio que tiene por mensajes principales “Los discursos de odio tienen efectos concretos” y “#Basta de fascismo”. 

“Repudiamos con toda la fuerza estos hechos que nos muestran que la normalización de las figuras y referentes del fascismo en los medios de comunicación tienen efectos concretos”, dijeron.

Por su parte, desde la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) también repudiaron “los discursos de odio y la política de la crueldad ejercida por el gobierno nacional que legitiman la violencia hacia la comunidad LGBTIQ+”.

En tanto, Mujeres que no Fueron Tapa pidieron “frenar esta locura” que implica que “los ataques de odio a la comunidad LGTBQ crecen desde que los discursos de odio son agitados desde el poder político y las máximas autoridades del Estado, y luego replicados por los medios de comunicación”.

La Asamblea de Barracas, en tanto, también consideró que es un “crimen de odio” y anunció que junto a las asambleas barriales y organizaciones sociales “estamos organizando una acción colectiva en repudio a este ataque”.

“Convocamos a todxs lxs que enfrentamos a este sistema de violencia social, ahora potenciado por un gobierno nacional que pretende avanzar en contra de los derechos que las mujeres y disidencias hemos conquistado a través de la lucha”, indicó la Asamblea en sus redes sociales..

Y señalaron: “No fue una pelea entre vecinxs aislada. No es solo el producto de una condición habitacional o económica. ES UN CRIMEN DE ODIO. ES LA EXPRESIÓN DE VIOLENCIA MACHISTA DE UN SISTEMA PATRIARCAL”.

“En nombre del supuesto pluralismo crítico, las parrafadas sobre la homosexualidad como insanía subvencionada por el Estado lograron hoy quemar y dejar agónica a una pareja de lesbianas. Felicitaciones a los periodistas ‘ecuánimes’ que les dan aire a estos criminales. Bárbaro che”, posteó el periodista y activista Franco Torchia en relación a la extensa entrevista que le hizo Ernesto Tenembaum en los estudios de Radio con Vos a Nicolás Marquez, asesor presidencial de discurso abiertamente homofóbico, el pasado 3 de mayo.

Por otra parte, a agrupación 00% Diversidad y Derechos pidió justicia “por el ataque lesbofóbico contra dos parejas de lesbianas en Barracas, que terminó con la vida de Pamela Cobos y dejó con quemaduras de extrema gravedad a Andrea Amarante, Mercedes Figueroa y Sofía Castroriglios”.

La entidad exigió en un comunicado: “La investigación, que se halla en el juzgado en lo criminal y correccional N°14 a cargo de Edmundo Rabbione, debe abordar este ataque y asesinato con perspectiva de género y como motivado por el odio hacia la identidad lésbica”.

“Este hecho no ocurre en el vacío sino en un contexto de abandono y desprotección de las personas LGBT+. Denunciamos la desarticulación de los organismos y políticas nacionales de protección contra la violencia machista y lesbofóbica como el INADI y el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad y sus programas de atención y prevención contra la violencia de género, la identidad de género y la orientación sexual”, apuntaron.

El ataque

En la madrugada de ayer, un hombre mayor atacó con un dispositivo incendiario la habitación donde dormían dos parejas de mujeres, que eran sus vecinas de un conventillo de Barracas donde todos vivían.

Se trata de Justo Fernando Barrientos de 68 años, quien luego de agredir a sus vecinas intentó quitarse la vida autoprovocándose cortes en el cuello con una sierra, según fuentes policiales. No obstante, el agresor ya fue dado de alta y sigue detenido.

Las víctimas fatales  son Pamela Cobas de 52 años y Mercedes Figueroa (52); mientras que luchan por su vida Andrea Amarante (42) en el Hospital del Quemado y Hospital Penna, respectivamente. La cuarta persona atacada en la habitación del segundo piso de Olavarría 1621,  es Sofía Castro Riglos (49) quien cursa “una evolución favorable, responde bien a las curaciones, quedando en observación hasta mañana”; pero que aún no pudo prestar declaración.

Al momento del incendio, unas 30 personas debieron ser evacuadas de este edificio de tres plantas e inicialmente fueron seis los hospitalizados. La causa fue recaratulada como “homicidio” y la investigación está a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nº 14 a cargo del juez Edmundo Rabbione.

 “Nosotros estábamos durmiendo. El hijo de mi esposo nos avisó que había semejante humo. Los dos estamos de testigos. Había discutido con ellas e hizo lo que hizo. Lo tenía planeado, que no salga nunca más”, dijo una vecina, de nombre Vanina Soledad.

La mujer que vive en el tercer piso de Olavarría 1621, justo arriba de donde estaban las víctimas, aseguró que el agresor “con ellas nomás tenía problemas, puede ser que por su condición sexual (de las mujeres)”. “Ellas eran lesbianas, y a él no le gustaba que fueran así. Quilombo nomás hacía”, agregó.

Activistas de la Defensoría LGBT+ y la Federación Argentina LGBT+ se hicieron presentes en los hospitales en donde se encuentran internadas las víctimas, pudieron hablar con una de ellas y están intentando dar con sus familiares y amigos, lo que hasta el momento no pudo concretarse

“Por otro lado, nos comunicamos con el juzgado y la fiscalía, les enviamos nuestro informe de crímenes de odio y solicitamos una reunión para expresarles nuestra preocupación y compartirles información sobre los crímenes de odio en Argentina.Vamos a acompañarlas, poniéndonos a disposición de lo que necesiten ellas y sus familias, y vamos a seguir de cerca la causa judicial para que sea justicia”, dijeron.

Si vivís una situación de violencia de género o conocés a alguien que necesite ayuda llamá gratis al 144, mandá un mensaje al 11 5050 0147 o por WhatsApp al +54 911 2771 6463. También podés descargar acá una app para recibir ayuda de profesionales.

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