Por Néstor Llidó
Eran los primeros días de abril de 2020, Soledad Carioli Lespada ingresó al Hospital Municipal de Chivilcoy en momentos de enorme conmoción por el inicio de la pandemia del Covid-19, presentando alguna dificultad respiratoria por un cuadro gripal y a las pocas horas, se produjo su fallecimiento.
Detrás de esa muerte había una historia de violencia, de golpes sufridos y el hisopado negativo, más una tomografía que arrojó como resultado que presentaba graves lesiones por traumatismos dieron paso a la denuncia de su familia sobre que había sido víctima de femicidio.
Ahora, tras las audiencias en las que declararon algunos testigos, el Tribunal Oral Criminal Nro. 1 de Mercedes aguarda por los alegatos de las partes para dar el veredicto en el debate donde está siendo juzgado Flavio Emiliano Pérez (de 37 años), con la expectativa de la acusación por la que terminará siendo sentenciado y con el fiscal Adrián Landini apuntando a la figura de femicidio.
Fue imputado por el “homicidio calificado por el vínculo y mediando violencia de género”, que prevé la pena de prisión perpetua, aunque el acusado insiste en que esas lesiones que sufrío Soledad Carioli Lespade se dieron durante una caída de la moto que habría ocurrido en los días previos.
Ella tenía 23 años y era madre de dos niños pequeños, se había mudado junto a su familia desde Carlos Casares a Chivilcoy donde se relacionó sentimentalmente con Pérez, quien luego en la investigación se estableció que contaba con antecedentes por violencia de género contra una ex pareja en la ciudad cordobesa de Río Cuarto y una causa por desobediencia ante una perimetral de acercamiento a esa mujer que se le había fijado.
Soledad Carioli Lespade es una de las tantas involuntarias protagonistas de esas historias trágicas derivadas de la pandemia, cuando ante un presunto síntoma de coronavirus, al fallecer se aplicó el protocolo y su cuerpo fue cremado. Más tarde, ante el reclamo de sus familiares, se determinó que el hisopado había resultado negativo y una tomografía que le practicaron en el hospital de Chivilcoy dio cuenta de traumatismos en la mandíbula y en dos costillas.
En la causa iniciada luego de la denuncia de Sergio Carioli, el padre de la joven, el fiscal Pedro Illanes decidió indagar a la pareja de su hija y en principio, acusarlo de “lesiones graves calificadas”, mientras avanzaba la investigación. La imposibilidad de realizar la autopsia al cuerpo, al haber sido cremado, resultó un impedimento, pero los antecedentes de violencia de género de Pérez terminaron por incriminarlo.
Si bien el procesamiento con prisión preventiva fue avalado por el titular del Juzgado de Garantías Nro. 1 de Mercedes, Marcelo Romero, en el juicio donde se apunta a que este hombre sea condenado por el femicidio falta una prueba fundamental, la operación de autopsia, ya que la emergencia sanitaria ordenaba cremar los cadáveres ante muertes por Covid-19 o casos sospechosos.
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