La miniserie documental relata en primera persona la vida de trabajadoras de uno de los sectores productivos más relacionados a lo masculino.
De marzo a diciembre de 2022 acompañaron a las mujeres en sus jornadas laborales que se llegaron a extender por doce horas. La docuserie consta de 15 capítulos que no superan los diez minutos. Se puede ver en la web https://mujeresmineras.com/videos/, en Youtube, Facebook e Instagram como Mujeres Mineras, y en Twitter como Mujeres Mineras Santa Cruz.
El Argentino
Andrea Rodiño, su directora, nos cuenta: “Buscamos poner en valor el trabajo que realizan las mujeres santacruceñas en la minería. A través de entrevistas se va descubriendo el mundo de las mujeres en su ámbito laboral. Desde los distintos roles y cargos que desempeñan, hasta las responsabilidades y funciones de las operadoras y de quienes tienen posiciones de conducción. Sin dejar de lado el aspecto personal y familiar”.
Además de Rodiño también participaron el periodista Julio Segui (producción), Sebastián Saldivia y Marina Yamahiro a cargo de las cámaras, y la música de Ignacio Serfaty.
Fotografías de Marcos Olivera
“No hablo solamente de las mineras –agrega Rodiño– el impulso de las mujeres es muy importante para la matriz productiva de Santa Cruz. De allí nace este proyecto de visibilizar a las mujeres en la actividad minera. La idea es, luego, continuar con distintas actividades extractivistas de la provincia. Buscamos poner en valor las voces de las mujeres en la Minería y visibilizar su trabajo en un ámbito masculinizado, buscando romper barreras y prejuicios históricos. Estamos viviendo un momento histórico como matriz productiva y de inclusión. Tenemos a nuestra gobernadora Alicia Kirchner, a Silvina Córdoba como ministra de la Producción, a Agostina Mora como ministra de la Igualdad, a Verónica Nohara como presidenta de la Cámara Minera de Santa Cruz, y así podría seguir enumerando”.
Andrea Rodiño fue subsecretaria de Cultura en Puerto Deseado, secretaria de Estado de Cultura de Santa Cruz, administradora General de Puertos de la provincia y actualmente es subsecretaria de Coordinación de Jefatura de Gabinete de Santa Cruz.
El porcentaje de mujeres en la industria minera es del 9%. “Hoy, las mujeres protagonistas de esta serie son protagonistas en la industria minera manejando camiones –remarca Andrea Rodiño–, activando explosivos, insertas en minas subterráneas, se demuestran a ellas mismas que con oportunidades las mujeres somos capaces de hacer todo tipo de trabajo. Al igual que los hombres”.
El Argentino
“Nuestro objetivo con Mujeres Mineras es ser difusores de experiencias para alcanzar la igualdad de oportunidades a la hora de insertarnos en la industria. Escuchar las voces de tantas mujeres contando sus historias es fuente de inspiración para que otras se animen y vayan en busca de sus sueños”, concluye.
Mariano Pacheco: “Pensar el presente y reimaginar un futuro en clave emancipatoria”
En diálogo con El Argentino, el autor de “La democracia en cuestión: la larga marcha hacia la emancipación”, reflexionó sobre la situación actual y la importancia de repensar la política desde una perspectiva crítica y popular.
En “La democracia en cuestión: la larga marcha hacia la emancipación”, su nuevo libro, el periodista Mariano Pacheco analiza tres ciclos políticos, teoriza sobre la democracia desde una perspectiva filosófica y examina la experiencia revolucionaria latinoamericana.
“La democracia en cuestión: la larga marcha hacia la emancipación” se presentará este martes 5 de diciembre a las 19 en Caburé Libros, en México 620, San Telmo.
Además, reflexiona sobre la situación política actual del país, los factores de la derrota electoral y la importancia de repensar la política desde una perspectiva popular.
-En tu libro analizás la cuestión democrática ¿Cómo caracterizás los diferentes ciclos del proceso político de los últimos 40 años?
El Argentino
-El libro transita por tres carriles. Un apartado se dedica a pensar estas cuatro décadas en función de establecer tres ciclos fundamentalmente del proceso político, uno se denomina de lucha desde abajo, que va desde Malvinas, aún en dictadura, hasta el 2002. Otro, de gobiernos progresistas, hasta el 2015, donde inicia el tercero que caracterizo como de dispersión e incertidumbre. El segundo carril tratar de recuperar un archivo más filosófico para pensar teóricamente la democracia desde coordenadas que no sean las liberales. Con referencias como Spinoza, Marx, Gramsci y García Linera. Y el tercer carril transcurre por una recuperación de las revoluciones latinoamericanas, los CDR de la Revolución Cubana, los caracoles zapatistas y las juntas de buen gobierno, hasta el círculo virtuoso de los movimientos sociales y el instrumento político que lleva a Evo Morales al gobierno en Bolivia y la Revolución Bolivariana de Venezuela, encabezada por Hugo Chávez.
-¿Alguna clave para pensar lo que estamos atravesando políticamente en el país hoy?
-Sobre el final del libro se intenta pensar la salida de la pandemia, y cómo las economías populares y los feminismos, que han hecho un gran aporte para repensar el sujeto de transformación y el mundo del trabajo, y dan las claves de cómo pensar lo plebeyo hoy, cómo analizar la política argentina desde un punto de vista popular y no desde las lógicas de la política tradicional. Repensar la política argentina desde abajo es lo que está en discusión desde hace tiempo al interior de un peronismo que aparece fuertemente institucionalizado con lógicas muy liberales, muchas veces profundamente distanciado de las vivencias, del sentir popular y en el medio aparece este fenómeno de Milei.
-¿Qué pasa cuando la democracia es cuestionada y se legitima electoralmente la ultraderecha?
-La cuestión democrática, si bien restringida y con muchas problemáticas, parece ser el campo de la época donde se dan las discusiones y cuando es cuestionada por derecha es importante hacer de esa democracia una bandera para la emancipación de los sectores populares, pero poniéndola en discusión. Es como un doble movimiento, que implica una reivindicación, pero también una problematización. Para no terminar festejando 40 años con 40% de pobres ni terminar tirando por la borda todas las conquistas que se han obtenido en estas cuatro décadas. Esa contradicción aparece trabajada en el libro para tratar de pensar el presente y reimaginar un futuro en clave emancipatoria y no de conformidad con políticas que intentan paliar situaciones para estar menos mal como viene sucediendo en el último tiempo.
El Argentino
-¿Por qué perdió el peronismo?
-Por un lado, la incapacidad del gobierno de cumplir con su contrato electoral de 2019. Por más que haya habido pandemia, sequía y todas las cuestiones que se quieran plantear, Argentina no es un país pobre. Se podrían haber hecho muchas cosas para resolver las necesidades del pueblo. Por otro lado, hay elementos políticos, culturales como el cuestionamiento a “la casta” que viene a plantear Milei, que en realidad es un planteo de la izquierda española y que en Argentina muchos hemos usado para cuestionar la profesionalización de la política. En tercer lugar, la incapacidad de los planteos del progresismo, las izquierdas y las corrientes nacional populares de comprender las transformaciones que han acontecido en el mundo, en Latinoamérica y en el país, en los últimos 40 años. Muchas veces se habla teniendo en la cabeza un tipo de sujeto que no existe más y no terminan de entenderse todas las dimensiones y problemáticas que aparecen.
-Entonces ¿Qué elementos hay que incorporar en la etapa que se abre para ofrecer un horizonte posible?
-La cuestión estratégica es el tema de época para pensar a mediano y largo plazo. El pragmatismo ha dejado a la política huérfana de proyección y atrapada en el tacticismo y en resolver lineamientos muy generales para el corto plazo. Los procesos de cambio fundamentales los hicieron pueblos hambreados, en medio de guerras y situaciones catastróficas. Y, en esos contextos adversos, hubo análisis rigurosos, proyectos de largo plazo para construir horizontes, no sólo para un país sino para el mundo entero. Se trata de recuperar algo de eso. Hay algo en el orden de la lucha cultural, en sentido de poder tener un proyecto de sociedad que tenemos que elaborar más allá de intentar ganar elecciones. Lo que vivimos es una situación catastrófica de la humanidad, en un sistema capitalista que no da para más y que hay que poder suplantarlo por otro tipo de sociedad y eso se elabora en las luchas, en los procesos de organización, pero también conceptualizando la experiencia y pudiendo analizar las transformaciones del mundo contemporáneo.