Por Hebe de Bonafini (*)
Por Hebe de Bonafini*
Después de mi carta pidiendo paro general a los compañeros trabajadores me habló la vocera presidencial Gabriela Cerruti. Me dijo que yo estaba equivocada, que nada va a aumentar, que todo está bien, y quedamos en encontrarnos el martes 22 al mediodía. Ella, en calidad de funcionaria, vino a la Casa de las Madres y trató de convencerme, pero yo no digo cualquier cosa, leo antes, consulto con mis compañeras, con mis compañeros. Personas que saben más que yo en economía, por ejemplo.
No soy la única que opina así y no hace falta estudiar economía para saber que el FMI nos tiene con la soga al cuello, y ella me discutía que no, que no y que no. Discutimos muy fuerte, hasta que le dije que se fuera.
Hoy ya salieron los aumentos autorizados: el pan 56%, el gas 26%, y la luz, de este servicio aún no han anunciado la cifra. Eso demuestra que no estoy equivocada, que la que está equivocada es la vocera presidencial. Mienten cuando quieren.
Quizás en algún momento diga que visitó la Casa de las Madres, pero ya perdió porque se tuvo que ir, y porque no habló cuando tenía que hablar. Pensé que por respeto a las Madres iba a decir algo en las conferencias de prensa, pero se ve que no nos respeta, ni ella ni el presidente.
Les importa lo que decimos porque no los aplaudimos, pero no les importa entender qué decimos. La Casa de las Madres no es una oficina de reclamos, es una casa abierta al pueblo, y ellos están muy lejos del pueblo.
El Papa Francisco, el día 2 de marzo, hará un ayuno por la paz, por todo lo que está pasando en Ucrania. Lo queremos acompañar, vamos a hacer 12 horas de ayuno -de 8 a 20- al día siguiente, el jueves 3. Hacer 12 horas de ayuno para nosotras que tenemos más de 90 años es un gran esfuerzo.
Francisco va a rezar y nosotras vamos a contar qué hicimos por la paz en esta Patria. Cuando muchos compañeros pedían paredón, nosotras decíamos: No, paredón no, cien años de prisión. Sí pedimos que estén en cárceles comunes, pero por desgracia están en cárceles privilegiadas.
Nosotras nunca pedimos paredón para no parecernos a ellos. Somos pacíficas, no pacifistas. El pacifismo es bajar siempre la cabeza, los pacíficos trabajamos mucho por la paz de verdad, sin relegar nuestros principios, sin dejar de lado la lealtad, y nunca dejar el amor por la política.
*Extracto de la marcha 2289 de la Asociación Madres de Plaza de Mayo del jueves 24 de febrero de 2022.