El impuesto a los combustibles creció 378% pero las rutas están destruidas y suman muertes
Mientras la recaudación por el gravamen a las naftas y el gasoil creció exponencialmente en 2024, la inversión en mantenimiento vial nacional cayó 72%. Intendentes de todo el país denuncian abandono, baches mortales y acumulación de accidentes fatales.
★ El gobierno de Javier Milei recaudó en 2024 una cifra récord por el impuesto a los combustibles: $2.878.928 millones (a valores constantes de diciembre 2024), con un incremento del 378% respecto al año anterior, según datos de AFIP analizados por el Instituto Argentina Grande (IAG). Sin embargo, en el mismo período, la Dirección Nacional de Vialidad ejecutó apenas $491.016 millones, lo que representa una caída del 72% respecto a 2023, de acuerdo al análisis del presupuesto abierto realizado por el equipo técnico del IAG.
La brecha es dramática: mientras que por ley el 28,58% de lo recaudado por el impuesto a los combustibles debe destinarse al Fideicomiso de Infraestructura de Transporte —del cual la mitad debería ir al mantenimiento y construcción de rutas—, la ejecución real fue muy inferior. Según el informe del IAG, «hay una diferencia de $267.601 millones (a precios constantes de diciembre 2024) que no se estarían utilizando» solo considerando los gastos con fuente de fondo fiduciario.
El deterioro de las rutas nacionales en la provincia de Buenos Aires comenzó a generar alarma desde abril de 2024. En ese mes, el ministro de Infraestructura bonaerense, Gabriel Katopodis, visitó obras paralizadas en la Ruta Nacional N° 3 para denunciar su detención, según consignó el medio La Política Online en su nota del 11 de junio de 2024.
En junio, la presión escaló: Katopodis, junto con 60 intendentes y respaldados por el gobernador Axel Kicillof, se presentaron en el Ministerio de Economía de la Nación para reclamar fondos adeudados, según informó Infobae el 11 de junio de 2024.
Para diciembre de 2024, los reclamos se extendieron a intendentes peronistas de distintos distritos. Daniel Stadnik (Casares), Guillermo Britos (Chivilcoy), Germán Lago (Alberti) y Sergio Barenghi (Bragado) llevaron el reclamo a Vialidad por la Ruta Nacional 5. En Alem, el intendente Carlos Ferraris decidió que fuera el propio municipio quien cortara los pastos de la ruta 7 ante la falta de respuestas de Corredores Viales, según documentó La Política Online.
«¿Usted piensa que estoy en un campo sin cultivo dentro de la pampa húmeda? ¿Usted piensa que este es el Estado presente?», ironizó el intendente de Pehuajó, Pablo Zurro, en un video desde el kilómetro 366 de la Ruta Nacional 5, rodeado de cardos gigantes. «Esta es otra muestra del déficit cero, Corredores Viales, Vialidad Nacional, Milei, Caputo y todos, gracias. Gracias por los peajes, se ve reflejado lo que ustedes trabajan, cóbrenlos más caros, viene bárbaro», agregó según consignó el Semanario de Junín.
Hasta el PRO se sumó al reclamo
En enero de 2025, incluso intendentes del PRO comenzaron a advertir sobre el estado crítico de las rutas. Los macristas Pablo Petrecca (Junín), Javier Martínez (Pergamino) y María José Gentile (9 de Julio), junto a los radicales Román Bouvier (Rojas) y Nahuel Mittelbach (Ameghino), expresaron su preocupación, según detalló La Política Online.
El intendente de Pergamino realizó un pedido formal a Vialidad para hacerse cargo de las tareas de mantenimiento, pero no obtuvo respuesta. En Junín, Petrecca también reclamó al Estado Nacional por la situación de las rutas y colectoras, aún sin solución.
El abandono tiene consecuencias mortales. La Ruta Nacional N° 7 registró tres accidentes graves solo en los primeros días de 2025. El más reciente ocurrió cuando chocaron tres camiones que se incendiaron, resultando en una muerte y dos heridos de gravedad, según informó TN el 15 de enero.
Pero el accidente más resonante se produjo en noviembre de 2024 a la altura de Carmen de Areco: un camión cisterna impactó de lleno contra una combi del Ministerio de Seguridad bonaerense que trasladaba personal de caballería. El saldo fue de cuatro efectivos fallecidos y 15 heridos, según consignó La Política Online.
En la Ruta 188, también señalada por falta de mantenimiento, murió este año una pareja de Junín, informó el Diario Democracia. El mantenimiento de esta ruta está a cargo de la empresa estatal Corredores Viales, que había acordado en 2023 con la empresa Decavial trabajos de fresado, emparchado y reencarpetado. Sin embargo, por falta de pago, la empresa decidió no continuar con las tareas.
La Ruta Nacional 33, denunciada por Katopodis el 20 de enero, acumula tres accidentes fatales desde navidad. El 23 de diciembre, un bebé de año y medio murió cuando el automóvil en que viajaba volcó en el kilómetro 446. Esa misma tarde, una pareja colisionó con un camión, resultando en la muerte del conductor. Cinco días atrás, el choque entre dos camiones provocó la muerte de uno de los conductores, según informaron Sin Mordaza y La Opinión.
Tragedia en el polo y el camino de las Altas Cumbres
El 20 de enero de 2025, el joven polista Rufino Laulhé, de 15 años, murió cerca de Trenque Lauquen cuando la camioneta que conducía su hermano Beltrán, de 18 años, embistió a un camión detenido sobre el kilómetro 438 de la Ruta Nacional 5. El accidente interrumpió las prometedoras carreras de los hermanos, conocidos en el circuito del polo. Beltrán había disputado el Abierto de Palermo en 2024, el torneo más importante a nivel mundial.
Ese mismo domingo, en Córdoba, dos autos chocaron de frente en el kilómetro 7 de la ruta provincial E-34, en el camino de las Altas Cumbres, entre los parajes de Cañada Larga y Niña Paula. El siniestro dejó cuatro muertos y dos heridos, entre ellos un bebé de un año en estado crítico. Según Infobae, es una zona donde hay recurrentes siniestros viales.
Los números que no cierran
El análisis del IAG revela la magnitud de la subejecución. En 2024, la recaudación total de los impuestos a los combustibles (ITC y Recargo al Consumo de Gas) subió 33,9% en términos reales respecto a 2023. De cumplirse la distribución legal, le habrían correspondido a la Dirección Nacional de Vialidad $405.227 millones (a pesos constantes de diciembre 2024) solo por este impuesto.
Sin embargo, cuando se desglosa exclusivamente el gasto con fuente de fondo fiduciario (Fuente 1.4), la DNV ejecutó apenas $137.626 millones en 2024, el 34% de lo que debería haber recibido según la ley.
La situación es particularmente crítica en las provincias de la zona núcleo. Buenos Aires fue la más golpeada: el devengado por la Dirección de Vialidad cayó 85,9%. Le siguieron Córdoba con una caída del 80,6%, Santa Fe con 77,8% y Mendoza con 53,9%, según el informe del IAG basado en datos del Presupuesto Abierto.
Incluso la Secretaría de Hacienda reconoció el problema en su evaluación trimestral de Fondos Fiduciarios. Al tercer trimestre de 2024, el resultado económico del Fondo Fiduciario Sistema de Infraestructura del Transporte era 235% superior al de 2023, porque los ingresos crecieron más que los gastos. La Secretaría destacó críticamente que los gastos se destinaron principalmente al Sistema Integrado de Transporte Automotor (SISTAU) y al Sistema Ferroviario Integrado (SIFER), «o sea que a Vialidad le han pasado menos de lo que le corresponde», según el documento oficial de septiembre de 2024.
Estado presente… en otras áreas
La cifra que la Secretaría de Hacienda reconoce que el fondo le transfirió a Vialidad ($65.246,4 millones de pesos corrientes al tercer trimestre de 2024) está muy lejos de lo que la ley estipula: debería ser la mitad de los ingresos previa deducción del 1,5% como reserva de liquidez. Los ingresos del fondo fueron de $1.236.899,8 millones de pesos corrientes al tercer trimestre 2024.
Mientras tanto, los intendentes siguen tomando acciones por cuenta propia. Miguel Lunghi (UCR, Tandil) y Maximiliano Wesner (Unión por la Patria, Olavarría) optaron por cortar el pasto en las rotondas y banquinas de la ruta 226 tras múltiples reclamos sin respuesta. En Exaltación de la Cruz, el intendente Diego Nanni ordenó un operativo de mantenimiento sobre la Ruta Nacional 8 «luego de reclamos judiciales e intervenciones ante Vialidad Nacional sin respuesta satisfactoria», según el informe del IAG.
Puntos clave
• La recaudación por impuesto a los combustibles aumentó 378% en 2024, alcanzando $2.878.928 millones a valores constantes • La inversión de Vialidad Nacional cayó 72% en el mismo período, ejecutando solo $491.016 millones • Hay $267.601 millones de pesos constantes de diciembre 2024 sin utilizar del fondo fiduciario destinado a rutas • Buenos Aires sufrió la mayor caída: 85,9% menos de inversión vial respecto a 2023 • Se registraron múltiples accidentes fatales en rutas 7, 33, 188 y 5 durante el último trimestre de 2024 y primeras semanas de 2025
Rutas al límite: “Dos años sin obra pública nacional no se registraban en décadas”
En exclusiva, el ministro de Infraestructura de la provincia de Buenos Aires, Gabriel Katopodis, y el presidente de FADEEAC, Cristian Sanz, dialogan con El Argentino sobre coincidencias y matices de la crisis vial: el estado actual de las rutas, los riesgos y costos del deterioro, los reclamos pendientes y las posibles soluciones.
En la Argentina, el deterioro de la red vial dejó de ser una advertencia técnica para convertirse en una estadística cotidiana. De acuerdo a la Dirección Nacional de Observatorio Vial, durante 2024 murieron en promedio diez personas por día a causa de la inseguridad vial. Más del 50% de los siniestros fatales ocurrió en rutas: el 29% en rutas nacionales y el 25% en provinciales.
La crisis vial por falta de mantenimiento es hoy un fenómeno medible. Datos de la Dirección Nacional de Vialidad indican que el porcentaje de rutas nacionales en mal estado pasó del 23% en 2022 al 29% en 2024, mientras que las que se encuentran en buen estado cayeron del 54,9% al 47,5%.
En paralelo, la inversión pública en infraestructura vial sufrió un freno casi total: los gastos de capital cayeron en promedio un 82% en términos reales y, a principios de 2025 -entre enero y mayo-, la inversión fue un 75% menor que en el mismo período de 2023.
Un informe del Instituto Argentina Grande advierte que la falta de inversión no solo averió la red vial, sino que esta desinversión actual encarecerá la recuperación futura de las rutas. En ese contexto, el 2 de julio la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC) declaró la emergencia nacional en materia vial, alertando sobre rutas colapsadas, falta de señalización y riesgos crecientes para la vida de quienes las transitan.
Con coincidencias claras en el diagnóstico y algunos matices en torno a las responsabilidades y los modelos de solución, este informe especial recorre las miradas del ministro de Infraestructura y Servicios Públicos de la provincia de Buenos Aires, Gabriel Katopodis, y del presidente de FADEEAC, Cristian Sanz.
Cristian Sanz
Estado actual de las rutas
El diagnóstico es compartido entre quienes analizan el sistema: el deterioro de la infraestructura vial es un fenómeno medible. Desde el Gobierno bonaerense advierten: “A casi dos años de Milei, todo en materia de infraestructura vial y obra pública está peor”, y atribuyen el desmejoramiento al freno casi total de la inversión nacional. El ministro de Infraestructura señaló que hoy “no hay ningún mantenimiento, ni obras sobre rutas o caminos”, pese a que “el gobierno cobra los peajes y recauda del impuesto al combustible”.
“La bomba perfecta está armada: falta de mantenimiento, falta de control y menos capacitación”.
Cristian Sanz
Desde la FADEEAC, Cristian Sanz coincide con el diagnóstico del cuadro general al señalar que hoy “la mayoría de las rutas son regulares”, aunque “hay tramos malos y muy malos y algunos muy buenos”. Sin embargo, agrega que el problema no comenzó con el actual gobierno, sino que es estructural y se profundizó con el tiempo: “Esto es de vieja data”.
Más allá de las responsabilidades en disputa, ambas voces coinciden en un punto clave: la falta de mantenimiento en la red vial acelera su destrucción. “Cuando no se mantiene una ruta, en un año se deteriora todo lo que se cuidó en cuatro años. Recortar de manera brutal la obra pública, como hizo Milei, es una mala idea para la infraestructura y también para las finanzas del país”, advirtió el ministro.
Por su parte, Sanz lo describe desde la experiencia en la ruta: “Un tremendo bache queda meses y después se convierte en un terrible pozo en el que entra un camión. Y por ahí pasan vidas todo el tiempo”. “Esto ya pasa al terreno de la desidia”, agrega el presidente de la FADEEAC.
“Ya se destruyeron más de 100 mil puestos de trabajo del sector de la construcción”.
Gabriel Katopodis
Riesgos y costos del abandono
La falta de mantenimiento en las rutas conlleva tragedias evitables. El impacto de su deterioro no es abstracto. Katopodis remarca que el abandono vial “pone en peligro la vida de la gente” y, en otro orden, que “a todos los argentinos y argentinas les va a salir más cara la reconstrucción”.
Sanz alerta sobre la dimensión real del daño: “Este es mucho más grande que las 5.000 muertes que se contabilizan”, porque no se cuentan “las vidas que se pierden al día siguiente o a la semana del accidente, ni las consecuencias psíquicas, ni las secuelas irreversibles”. De este modo, ambas voces consultadas por El Argentino coinciden en que la inseguridad vial es una tragedia evitable.
También hay consecuencias directas sobre la economía. El actual ministro de Infraestructura de la provincia de Buenos Aires aseguró: “No es gratis tener la obra pública frenada, porque se deteriora la infraestructura de todo el país y ya se destruyeron más de 100 mil puestos de trabajo del sector de la construcción”.
Además, Katopodis advirtió que un país extenso sin rutas en condiciones “queda en el abandono y a merced de la dinámica del mercado y de lo que los grandes grupos económicos quieren hacer de este país”, con efectos sobre la producción y el turismo. En tanto, Sanz señala que el impacto se traduce en números: “Tenemos aumentos de costos que van del 5% en rutas regulares a más del 45% en rutas en mal estado”, explicó el presidente de la FADEEAC.
De cara a la temporada alta, la tensión crece. Desde el Gobierno bonaerense aseguran: “Tenemos la convicción de que las rutas son clave para el desarrollo productivo y para el turismo de la provincia”, y resaltan que llevan adelante “obras viales en rutas y caminos de la provincia que son fundamentales para las economías regionales, el desarrollo productivo y turístico”. Para la FADEEAC, el escenario es inquietante: “La bomba perfecta está armada: falta de mantenimiento, falta de control y menos capacitación”.
“El Gobierno nacional paralizó 1.000 obras en la provincia de Buenos Aires”
Gabriel Katopodis
Reclamos y tensiones
En medio del freno de la obra pública nacional, Gabriel Katopodis destaca que el Gobierno provincial mantiene intervenciones en marcha. “Se requiere la presencia de un Estado que decida invertir en mejores condiciones de seguridad vial, como lo hacemos nosotros”, afirmó el ministro, al mencionar trabajos en rutas clave previos al inicio de la temporada de verano.
Para Sanz, el problema es la falta de continuidad y el abandono de proyectos estratégicos. El presidente de la FADEEAC puso como ejemplo a la Ruta Nacional 3, una traza costera que depende de Vialidad Nacional y que tiene un uso intensivo durante la temporada de verano. “Hoy la Ruta 3 está de regular para mala. Hace un par de años que no se hace nada”, señaló, como muestra del impacto que genera el parate de la obra pública.
En este punto aparece una coincidencia total: el cuestionamiento al destino del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL). El ministro alertó que se trata de un fondo específico “que por ley es para arreglar rutas”; sin embargo, denunció que “el Gobierno nacional paralizó 1.000 obras en la provincia de Buenos Aires” y que “el Gobierno está recaudando ese impuesto, pero no hace las obras y se queda con la plata”.
“La red vial debería ser un proyecto nacional que todos los gobiernos respeten”
Cristian Sanz
Sanz coincidió: “Estos fondos, desde hace un año y medio, se están recaudando y no se están utilizando ni para un mantenimiento mínimo”. Además, señaló que “ese dinero debería transferirse a las provincias para que hagan los mantenimientos de rutas, pero eso no sucede, a pesar del reclamo permanente de los gobernadores”.
Durante 2024 murieron en promedio diez personas por día a causa de la inseguridad vial.
Soluciones con matices
En cuanto a las propuestas para resolver la crisis de las rutas, ambas voces coinciden en que es necesario tomar medidas, pero abren el debate respecto al rol del Estado.
Desde el Gobierno bonaerense defienden la inversión pública como política de Estado. “Está mal dejar a la Argentina sin escuelas, sin universidades, sin rutas. Dos años sin obra pública nacional no pasó en la Argentina en décadas. Nos tiene que alarmar y nos tiene que preocupar”, enfatizó Gabriel Katopodis.
Desde la FADEEAC, Sanz plantea que “la red vial debería ser un proyecto nacional que todos los gobiernos respeten y traten de resolver sin interrupciones, sea con corredores privados o intervención del Estado”. Sin embargo, aclaró que “hay carreteras que las tienen que resolver los gobiernos, porque no tienen transitabilidad y para ninguno es un negocio”.
Además, advierte que los procesos de privatización tienen retornos de hasta 15 años y que “no hay mucha gente que esté dispuesta a hacer este tipo de inversiones y esperar tanto tiempo”. Un plazo que no se ajusta a la emergencia nacional actual, declarada por la FADEEAC, lo que se traduce en más incidentes viales y más pérdidas de vidas.
Rutas al límite: recomendación
El diagnóstico es compartido y la urgencia, indiscutible: la falta de mantenimiento en la red vial acelera su destrucción.
Las diferencias de matiz entre el ministro de Infraestructura de la provincia de Buenos Aires, Gabriel Katopodis, y el presidente de FADEEAC, Cristian Sanz, no desdibujan que ambas voces coinciden en un punto clave: miles de kilómetros de rutas deterioradas siguen siendo el escenario cotidiano de una crisis que se mide en vidas, costos económicos y oportunidades perdidas.
Para que un país progrese y pueda explotar sus riquezas, “se necesitan rutas en condiciones para poder hacerlo”, enfatizó Sanz. “Es importantísimo tener la infraestructura necesaria para mover los bienes que se producen en Argentina, que son muchos, y que puedan exportarse para tener una economía saludable”, agregó el presidente de FADEEAC.
Con respecto a las recomendaciones clave para quienes salen a la ruta, Sanz aconseja enfáticamente “que lo hagan con absoluta prudencia en la velocidad, que viajen de día y que salgan con todo el tiempo anticipado del mundo, porque la baja velocidad y estar atentos los va a ayudar a atravesar la situación tan desgraciada que vivimos en las rutas”.