Las menciones necesarias al pasado. Como salir de este presente acuciante. Los cuatros ejes para construir un programa de gobierno. Las claves del discurso de Cristina en la plaza.
Una multitud que desbordó avenidas y calles, acompañó a Cristina para escuchar su discurso en la Plaza de Mayo, la expectativa era grande, ya desde días anteriores se percibía cierta expectativa cubierta de euforia, que estalló en cuando la presencia cercana a los 500.000 personas se hiso visible a través de los medios.
Las críticas a su discurso fueron en un arco de 180° desde la derecha a la izquierda. Rodríguez Larreta, cuestionó que el acto se realizara un 25 de Mayo y que el peronismo se adueñara de esas fechas, olvidando que un 25 de mayo de 1973, Cámpora asumía la presidencia, después de 18 años de proscripción al peronismo y que 30 años después, Néstor Kirchner, tomaba las riendas de un país asolado por la deuda externa y todas las rémoras dejadas por los 10 años de menemismo y el gobierno de la Alianza, cuyo fin dejó decenas de muertes.
El Argentino
Las notas publicadas en los medios opositores por los columnistas habituales, centraron sus críticas en las referencias al pasado, en un pasado donde se señalaban los logros de las políticas sociales y económicas del kirchnerismo. Como si destacar tales cosas, estuviera fuera de lugar, en un acto convocado, precisamente para conmemorar los 20 años de la asunción de Néstor Kirchner, quién, ante una deuda tan monstruosa como la dejada por Macri, rompió con el FMI y la Argentina pagó la deuda, pero sin los condicionamientos que el organismo internacional pretendía.
Y como bien lo dijo Cristina, la deuda que hoy tiene la Argentina, fugada en su totalidad por los socios del macrismo, fue una decisión política del organismo para que Mauricio Macri ganara las elecciones y avanzara en un plan de privatizaciones y pérdida de recursos naturales, como Vaca Muerta.
No se habló del pasado en sentido del puro recuerdo emotivo, se habló del pasado en términos políticos, porque los acuerdos establecidos hasta ahora se negocian, se renegocian e impiden y obstaculizan el crecimiento. “La deuda se otorgó por consideraciones políticas y por lo tanto, debe tener una solución política”. Tal como hiso Néstor en el 2003, es la Argentina quien debe establecer las condiciones en las que puede pagar.
Luego de la debacle del 2001 en el que los ahorristas perdieron sus ahorros depositados en los bancos, había una anuencia social y una unidad interna sustentada por este hecho, hoy, para llevar adelante una medida de tal magnitud, es necesario consolidar una unidad interna que consolide y permita llevarlo a cabo.
El Argentino
Esa unidad interna debería incluir a la oposición, pero un acuerdo con aquellos que endeudaron al país, resulta poco viable, ya que el propósito del endeudamiento, es precisamente achicar el estado, privatizar los recursos naturales –como mencionamos antes- es decir, petróleo, gas y litio, para pagar pagarle a organismo.
Un diseño perverso, por el cual es difícil y suena como impensado que Macri, Larreta o Bullrich, contemplen alguna vez hacer una autocrítica, ya que son parte del asunto. Este acuerdo, forma parte de los cuatro ejes propuestos, para salir delante de la crisis y el estancamiento. A ojos vistas, solo podrá ser llevado adelante haciendo una gran elección parlamentaria que permita una amplia mayoría en ambas cámaras para poder concretarlo.
La siguiente propuesta apuntó a la experiencia de aquellos países que han logrado un desarrollo importante de la economía, lo han hecho a través de una alianza entre lo público y lo privado, tal el caso de los países nórdicos, siempre puestos como ejemplo por la derecha, que resaltan la intervención privada, pero dejan de lado la estatal. Es también imposible, que los capitales concentrados y los grupos sojeros acepten tal alianza, pero la misma es posible convocando a los miles de pequeños y medianos productores de las pymes y a empresarios nacionales. Tal como hizo Perón en los años 70, a través de su ministro de economía, José Ber Gelbard.
El cuarto eje apunta a nuevo acuerdo para renovar el pacto democrático, que extirpe los discursos de odio, en los cuales se ha sumergido la sociedad argentina y gran parte de la oposición. Estos discursos propagados de forma sistemática por los medios hegemónicos, no solo incentivaron las oralidades violentas, sino que en la práctica de las mismas, intentaron un magnicidio, pero, también impiden el real funcionamiento de la democracia.
El Argentino
El cuarto eje, se enfocó en el cambio necesario que se debe implementar en el Poder Judicial, una institución ya vetusta, que no solo mantiene en su lenguaje usos como, “Su Señoría”, al edificio donde funciona, se lo llama “Palacio” y “La Corte” a los jueces que integran el tribunal supremo, cuya resonancia tiene inevitables ecos de monarquía y coloniaje. Ya es casi obvio mencionar que el Poder Judicial, se constituido como un partido, al servicio de los intereses políticos y económicos de la derecha.
Proscribiendo candidatos políticos, apoyándose en el lawfare, en fallos insólitos e interviniendo en contra de medidas económicas promulgadas por el gobierno, como la baja de las tarifas de cable. Para esta reforma, también es necesario un acuerdo con la oposición, pero más posible de llevarlo adelante y concretarlo. No son pocos los gobernadores opositores, que ven a la Corte beneficiando con sus fallos a la ciudad de Buenos Aires, en demérito de las provincias, cuando de distribución federal se trata.
Esto puntos o ejes, fueron lo más importante de un discurso, del cual algunos se decepcionaron, ya que no se habló de candidaturas y muchos, también esperaban que Cristina las anunciara o se proclamara ella candidata, volviendo atrás en sus últimas palabras.
Pero, las cosas no iban por ahí, más allá de las ilusiones que se podían haber hecho, quienes estuvieron o no en la plaza y bajo la lluvia. Porque el discurso, lo que marcó fueron los ejes que se debe sustentar un programa que ilusione y que de esperanzas y que más allá de los nombres y apellidos, debe ser conducido por los hijos de la generación diezmada, tal como dijera, la líder de todo esto.
Dijo Cristina, “no voy a ser mascota de Magnetto”, si lo designa a Massa, le entrega la mejor mascota y nos entrega a todos. Hablo con muchos Kirchneristas y ninguno votaría a Massa. Si llegara ser Presidente, cumpliría con sus promesas de campaña; “voy a terminar con el Kirchnerismo y voy a meter presos a la Campora”. Cristina no puede ignorar eso………..
Una obra en tres actos, tres personajes en un café, un damero amplio, un lugar vacío, y al fondo una mesa pequeña, y sentados allí, Platón, Nietzsche y Perón.
Ne vous déplaise en dansant la Javanaise,nous nous aimions, le temps d’une chanson. (Serge Gainsbourg)
A lo/as compañero/as del café
El Argentino
Me resulta aburridísimo tener que emprender la tarea de comentar por enésima vez lo poco que ocurre en la escena política argentina, la libertad y la justicia social, que el hombre sólo es libre en comunidad, que elige la libertad de estar con los demás.
Porque es tedioso redundar en lo mismo, continuar hablando de los discursos que no dicen nada, que giran sobre sí mismos sin voluntad alguna de llegar a las cosas, a los problemas ni a los fundamentos que los sostienen.
O, peor aún, detenerme a señalar los recurrentes discursos morales que perdonan solo a los que los profesan detentando la autoridad para juzgar a todos y cada uno de los denunciados sin necesidad de prueba alguna.
Es por esto, para darle algo de relieve a la chatura del discurso reinante, que decidí hacer una puesta en escena, similar al debate del domingo, pero propia, un debate sobre las cosas que yo estimo dignas de conversar, las que permanecen en el tiempo, las que siempre vuelven a brotar.
El Argentino
Una obra en tres actos, tres personajes en un café, un damero amplio, un lugar vacío, y al fondo una mesa pequeña, y sentados allí, Platón, Nietzsche y Perón.
Primer acto, Platón.
Platón es el primero en tomar la palabra y decide contar una anécdota de cuando su maestro, Sócrates, se juntó con su amigo Fedón para charlar sobre la naturaleza del alma. El alma, digna de una meditación profunda, aparece inicialmente como eterna e infinita. Para explicarlo, Sócrates observa que en el mundo natural “todo nace de su contrario”, como el día de la noche, la noche del día, la primavera del invierno, etc., y de la misma manera, la vida nace de la muerte, y la muerte, de la vida.
De la misma manera, el alma no tiene fin, sino que reencarna eternamente, y es por eso que no aprendemos nada nuevo, sino que recordamos nuestro aprendizaje adquirido en vidas pasadas. En un tiempo, en donde todo es nuevo y efímero, el alma yace eterna. En el fondo, para Platón, no hay ninguna novedad, no hay nada nuevo, todo se repite, eternamente.
Nietzsche, segundo acto.
El Argentino
Nietzsche, que nunca se llevó bien con Platón, toma la palabra, levanta la voz y asevera con aires de profundo convencimiento que la belleza es lo único que importa, y que la única manera de hacerla es ¡Aquí! ¡Ahora! Qué es esa belleza la que vuelve una y otra vez al mismo lugar, eternamente. Es esta su famosa fórmula, la más afirmativa de esta existencia, único resguardo frente al avance del nihilismo y el renunciamiento del ascetismo religioso; el eterno retorno del instante. Debemos vivir como si cada instante fuera a eternamente recurrir, volver a nosotros, en el mismo orden y sucesión. Eternamente regresar al instante presente como la única manera de vivir en la belleza y reivindicar esta vida y nada más.
Tercer acto, Perón.
Perón toma la palabra, celebra ambos discursos recién acontecidos y concluye que, frente a la insistencia de la necesidad de novedad, la novedad por la novedad misma, el imperativo del cambio, esa exigencia tan capitalista, tan fetichista, que todo debe cambiar, todo el tiempo; debemos pensar lo eterno, lo que no sabe cambiar.
La novedad se dice hoy en términos empresariales o científicos innovación, cada emprendimiento debe antes que nada ser innovador, innovar algo, cambiar. A este mandato tan actual, que siempre promete algo distinto, diverso, novedoso, oponerle un pensamiento de lo mismo, de aquello que no cambia, que permanece en el tiempo. En Platón, Perón recupera el alma del pueblo como el lugar de la idea, y en Nietzsche, la idea eterna de la vuelta.
La idea de soberanía, no hay que inventarla, se debe recuperar, la independencia, se debe reconquistar, y la justicia, siempre debe ser social. A partir de un ideal de nación se puede construir la coyuntura y la realidad efectiva, y, para eso está la doctrina, quizás mejor que novedad, sea actualización.
El Argentino
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Miguel
27.05.2023 at 15:52
Dijo Cristina, “no voy a ser mascota de Magnetto”, si lo designa a Massa, le entrega la mejor mascota y nos entrega a todos. Hablo con muchos Kirchneristas y ninguno votaría a Massa. Si llegara ser Presidente, cumpliría con sus promesas de campaña; “voy a terminar con el Kirchnerismo y voy a meter presos a la Campora”. Cristina no puede ignorar eso………..