El episodio se registró ayer cerca de las 21, cuando la oficial, que se encontraba vestida de civil, llegaba a la casa de su madre, ubicada sobre la avenida Donato Álvarez, entre 807 y 808, del barrio San José, en el límite de los partidos de Quilmes y Almirante Brown, en la zona sur del conurbano bonaerense.
Una policía bonaerense fue herida de tres balazos en un intento de robo cuando llegaba a la vivienda de un familiar, en la localidad bonaerense de San Francisco Solano, y por el hecho son buscados al menos dos delincuentes que se cree que la estaban siguiendo, informaron este miercoles fuentes policiales y judiciales.
El episodio se registró ayer cerca de las 21, cuando la oficial, que se encontraba vestida de civil, llegaba a la casa de su madre, ubicada sobre la avenida Donato Álvarez, entre 807 y 808, del barrio San José, en el límite de los partidos de Quilmes y Almirante Brown, en la zona sur del conurbano bonaerense.
Las fuentes indicaron que la víctima, identificada como Daniela Sánchez (25), quien se desempeña en el Comando de Patrullas de Avellaneda, fue interceptada cuando descendía de su Volkswagen Fox color gris por al menos un delincuente armado que descendió de un Renault 9 color bordó con las puertas blancas.
Una cámara de seguridad de la zona registró el momento en el que, sin mediar palabra, un asaltante abordó a la policía, le disparó y se dio a la fuga con el arma reglamentaria de la víctima.
“Tiene un disparo en la zona del abdomen, otro en una mano y en el brazo un roce. Ya la operaron, está estable. Dijo que no se acuerda de mucho, que apenas pudo ver al delincuente”, aseguró una fuente con acceso a la investigación.
La joven fue trasladada para una primera atención al hospital Oller, de San Francisco Solano, y luego derivada al Iriarte de Quilmes, donde se recupera de las heridas, en tanto, efectivos de la comisaría 5ta. de Quilmes se encuentran en la búsqueda de los sospechosos.
“Ella paró antes en una heladería y se cree que la venían siguiendo desde allí”, apuntó un investigador, quien agregó que el delincuente que la abordó “le robó solo el arma reglamentaria, no le sacó dinero ni otra pertenencia”.
El hecho es investigado por la fiscal Mariana Curra Samaniego, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 6 de Quilmes. Uno de los hermanos de la víctima dijo que sospecha que los delincuentes vieron en la heladería que portaba el arma y por esa razón la siguieron.
“Vino directo a matar y a sacarle el arma. No le robaron ni el celular ni el bolso con las cosas de Policía”, aseguró Iván, el hermano en de la víctima, en declaraciones a Télam.
El joven contó que estaba con su familia y escuchó los disparos, por lo que todos salieron rápidamente a la vereda y se encontraron con la policía herida.
“Quedó en shock, solo lloraba y nos decía que no la movamos. Ahí nos dijo que le robaron el arma”, recordó.
Iván señaló que ayer su hermana, quien vive a unas cuadras de la casa de su madre, llegó de trabajar aproximadamente a las 18.30, llevó a su hija a karate y luego a lo de su familia, donde la esperaban para cenar.
“Se había ido a bañar a su casa y después venía a cenar a casa. Como sabía que estaba su sobrino, pasó por la heladería para comprar helado”, expresó. El joven recordó que estaban por sentarse en la mesa justo en el momento en el que escucharon los disparos.
“Pensamos en ella primero, porque sabíamos que venía y que es policía. Salimos y estaba tirada en el piso”, recordó su hermano, quien agregó que “no le dieron tiempo a nada”.
Al ser consultado sobre si cree que los delincuentes son del barrio, el joven sostuvo que nunca había visto el auto y que según testimonios que recibió en las últimas horas, los asaltantes acababan de robar una barbería en la zona de Florencio Varela.
Fuentes de la investigación dijeron que aún no tienen establecido que los delincuentes hayan participado de un robo previo. Sánchez tiene una hija de 6 años de una relación con otro policía, de quien está separada.
La joven es policía hace aproximadamente tres años, y tras desempeñarse en el Comando de Patrullas de Avellaneda trabajó en el Operativo Sol desplegado en la costa atlántica, según detalló su hermano.
Un fiscal federal y la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar) pidieron someter a juicio oral a cuatro presuntos integrantes de una banda narco que en junio de 2022 arrojó a la ría de Bahía Blanca, presumiblemente desde una embarcación que luego abandonaron en ese espejo de agua, un cargamento de casi 200 kilos de cocaína listos para su exportación marítima.
El requerimiento del fiscal Santiago Ulpiano Martínez y la auxiliar de Procunar, Patricia Cisnero, recayó sobre Emiliano Maximiliano Peralta, Emilio Juan Ángel Villalba Cabrera, Lilian Noemí Jara Cabrera e Ignacio Rolando Orué, quienes están detenidos e imputados de “contrabando de exportación calificado, por tratarse de estupefacientes y destinada para su comercialización en territorio nacional”.
Fuentes judiciales informaron que el cargamento de 196,36 kilos de cocaína estaba distribuido en siete bolsos y tenía un 80 por ciento de pureza y se cree que la droga fue arrojada desde un bote semirrígido que se encontró abandonado a la deriva en la misma zona.
“En la maniobra, cuyo motivo de frustración se desconoce, existió intención de burlar el control aduanero”, señaló el pedido delos acusadores, que consideraron que “debido a las características del accionar delictivo, el hecho encuadra dentro la figura de contrabando agravado”.
La investigación comenzó el 27 de junio del año pasado cuando personal de la Prefectura Naval Argentina (PNA) halló un bote semirrígido identificado como “Al I Lafken II” abandonado y a la deriva en el canal de acceso a la terminal portuaria de Bahía Blanca.
Al momento del hallazgo, la embarcación se encontraba sin ocupantes, con los pontones laterales desinflados, la llave de arranque colocada, una caja con elementos de pesca, chalecos salvavidas y tanques con combustible prácticamente llenos.
“La cocaína fue hallada en tres momentos diferentes: la primera parte fue encontrada en proximidades de la boya 21 de la ría de acceso al Puerto de Bahía Blanca dentro de cinco bolsos que flotaban sobre el espejo de agua”, detallaron los fiscales.
También señalaron que se encontraron sogas y cabos que, tras ser extendidos “adquirían la forma de una especie de canasta que podría permitir la superposición de bolsos para la realización de un izado a bordo de una embarcación”.
Esos cinco bolsos se hallaron el 30 de junio, mientras que al día siguiente se encontró un sexto flotando en la misma ría y el 18 de julio un séptimo semienterrado en una playa cercana de la Base de Infantería de Marina Baterías, próxima a Punta Alta.
De acuerdo al expediente, la droga incautada estaba acondicionada de forma compacta en paquetes rectangulares, estancos, herméticos y sujetos con sogas y que contaban con un grabado con la leyenda “Patrón”.
En el marco de la pesquisa, personal de PNA halló luego una factura emitida el 23 de junio por una firma vinculada con una estación de combustible y alojamiento en Coronel Pringles, “a nombre de Emilio Juan Ángel Villalba Cabrera” y que “refería al alquiler de una habitación cuádruple” para la noche del 22 de junio.
“En el marco de la pesquisa se determinó que Orué se alojó en el cuarto continuo y que, tras acceder al registro de pasajeros del hotel, se corroboraron los nombres de quienes efectivamente se alojaron”, señalaron los fiscales.
También determinaron que tras el registro de titularidad de la embarcación secuestrada surgió el nombre de Aureliano Villalba Cabrera, quien actualmente se encuentra prófugo.
Para los investigadores, ese bote había sido trasladado antes de su abandono a Villa del Mar, en cercanías de Punta Alta, en un tráiler sujeto a una camioneta marca Ford Ranger 4×4, cuya titularidad estaba a nombre de Peralta.
Respecto de Lilian Jara Cabrera, los pesquisas le atribuyen un rol activo en las tareas logísticas que demandó la actividad emprendida por la estructura criminal.
“Intervino en gestiones tendientes a dotar de vehículos, teléfonos móviles y recursos humanos a la organización, como ocurrió con otro de los acusados, con quien mantenía una relación amorosa”, señaló la fiscalía.
Por último, los voceros añadieron que las tareas investigativas permiten sostener que la intención de los acusados era “exportar los estupefacientes a través de un buque apto para una travesía prolongada, posiblemente transoceánica, pues de lo contrario no se justificaría que se hayan movilizado hacia una terminal portuaria que ciertamente está muy distante de su lugar de residencia”, que es en el partido bonaerense de Florencio Varela, en el sur del conurbano.