SpaceX lanzó esta mañana el primer vuelo de prueba de Starship, el cohete más potente jamás construido, pero casi cuatro minutos después de su despegue explotó en el aire, frustrando el objetivo de orbitar la Tierra durante 90 minutos para marcar el comienzo de una nueva era hacia viajes interplanetarios con hasta 100 personas por nave.
El lanzamiento tuvo lugar a las 10.33 hora de Argentina, en medio de gritos y aplausos de la multitud que se congregó en el puerto espacial privado Starbase, ubicado en las cercanías de Boca Chica, Texas, en Estados Unidos.
A los tres minutos y 59 segundos del despegue el cohete no tripulado explotó en el aire, experimentando un “rápido desmontaje no programado “, tal como SpaceX se refirió a la explosión inesperada.
“Con una prueba como ésta, el éxito proviene de lo que aprendemos, y la prueba de hoy nos ayudará a mejorar la confiabilidad de Starship mientras SpaceX busca hacer que la vida sea multiplanetaria”, publicó en Twitter la compañía que dirige el multimillonario Elon Musk.
“Como si la prueba de vuelo no fuera lo suficientemente emocionante, Starship experimentó un rápido desmontaje no programado antes de la separación de la etapa”, agregaron tras la explosión y adelantaron que “los equipos continuarán revisando los datos y trabajando para nuestra próxima prueba de vuelo”.
La nave espacial Starship y el cohete Super Heavy de SpaceX, denominados colectivamente Starship, representan un sistema de transporte totalmente reutilizable diseñado para que viaje tanto la tripulación como la carga a la órbita terrestre, la Luna, Marte y más allá.
La causa de la explosión aún no se conoce, pero unos tres minutos después del despegue, el propulsor Super Heavy debía separarse de Starship y caer en las aguas del Golfo de México, lo que no se produjo.
Si la separación hubiera sido exitosa, Starship, que tenía seis motores propios, debía haber continuado su ascenso hasta una altitud a más de 150 kilómetros, antes de caer en el Pacífico tras completar una vuelta casi completa de la Tierra.
Minutos antes de que el cohete se desintegrara, cuando todavía el lanzamiento parecía exitoso, SpaceX había informado: “¡Starship ha despejado la plataforma y la playa! El vehículo está en una ruta de vuelo nominal”.
Lanzamiento y explosión del cohete Starship de SpaceX de Elon Musk segundos después de despegar. “Y llegaron a la luna hace 54 años con la tecnología de la consola Atari”. 🤪 😂😂😂😂😂😂😂😂😂😂😂 pic.twitter.com/jkbPKRiESY— (((Alex Indy))) 🏴☠️ (@Indyelindio) April 20, 2023
El lanzamiento había sido reprogramado para hoy luego de que el lunes se cancelara a último momento el primer intento por un problema técnico de presurización en la etapa de impulsión, según detalló un comunicado oficial.
Tras frustrarse su objetivo, Musk felicitó en su cuenta de Twitter al equipo de la compañía espacial por el “emocionante lanzamiento de prueba de Starship”.
En el mismo tuit, el multimillonario agregó: “Aprendí mucho para el próximo lanzamiento de prueba en unos meses”.
Estaba previsto que el vehículo volara durante 90 minutos en la órbita de la Tierra, terminando cerca de Hawai, donde debía sumergirse en el Océano Pacífico de forma tal que pudiera ser reutilizado.
La idea de un lanzador reutilizable, la gran estrategia de Musk, es bajar los precios para que en última instancia cada vuelo de Starship cueste “menos de 10 millones de dólares”, afirmó el empresario el año pasado.
Esto es un imperativo para Musk, quien cree que los humanos necesitarán cientos de cohetes Starship para tener la posibilidad de convertirse en una especie multiplanetaria, según consignó la agencia de noticias AFP.
Si bien en este primer intento la nave no pudo completar su vuelo, desde SpaceX celebraron la prueba porque el cohete explotó cuando estaba lo suficientemente lejos de la plataforma de lanzamiento y se logró evitar que esta también sufriera daños.
A las felicitaciones también se sumó Bill Nelson, el jefe de la agencia espacial estadounidense NASA: “Cada gran logro a lo largo de la historia ha exigido cierto nivel de riesgo calculado, porque con un gran riesgo viene una gran recompensa”.
“Mirando hacia adelante a todo lo que aprende SpaceX, a la próxima prueba de vuelo y más allá”, escribió Nelson en su cuenta de Twitter.
El supercohete Starship de Elon Musk explota tras su lanzamiento
El vehículo espacial de SpaceX tiene 120 metros de altura y un diámetro de 9 metros y espera en el futuro poder llevar hasta 100 pasajeros en viajes interplanetarios.
La cápsula reutilizable de unos 50 metros de altura transporta al equipo y la carga, mientras que el cohete propulsor Super Heavy de primera etapa tiene una altura alrededor de 70 metros.
El Argentino
Starship es el vehículo de lanzamiento más poderoso del mundo jamás desarrollado, capaz de transportar hasta 150 toneladas métricas totalmente reutilizables y 250 toneladas métricas sustituibles, según la información de la página oficial de SpaceX.
Se espera que en los próximos meses se realicen nuevos lanzamientos de prueba ya que la NASA eligió a la cápsula Starship para transportar a sus astronautas a la Luna como parte de la misión Artemis III, prevista para salir a finales de 2025.
SpaceX ya había llevado a cabo en febrero una exitosa prueba de encendido de los 33 motores Raptor dispuestos en el propulsor de la primera etapa del vehículo.
Sin embargo, el domingo pasado el empresario había bajado las expectativas sobre este primer vuelo en una charla para usuarios de Twitter, donde aseguró que había “un millón de razones” por las que podía salir mal la prueba.
En medio de la nueva carrera espacial hacia la Luna, Starship es una pieza clave para Estados Unidos porque es un cohete más grande que el que está desarrollando la propia NASA.
La agencia estadounidense volverá a llevar a astronautas a la órbita lunar en noviembre de 2024 usando su propio cohete espacial llamado Space Launch System (SLS), pero como Starship es mucho más poderoso se considera que marca una nueva era en los viajes espaciales para llevar personas a la Luna e incluso Marte.
La Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Senadores de la Nación dictaminó este martes favorablemente el proyecto, llegado en revisión de Diputados y enviado originalmente por el Poder Ejecutivo al Congreso, destinado a la creación de un régimen simplificado para pequeños contribuyentes tecnológicos y de un régimen cambiario específico.
El proyecto crea un monotributo tecnológico (Monotech) para los profesionales que facturan sus servicios basados en el conocimiento y para quienes “participen en competencias de e-sports (nivel profesional)”.
El objetivo de la iniciativa es evitar la informalidad de los trabajadores que desarrollan tareas para el exterior, así como aumentar la recaudación de divisas por servicios de exportación no registrados.
La medida incluye el beneficio cambiario de no liquidar las divisas y favorece a los pequeños exportadores de servicios basados en el conocimiento/e-gamers (sean autónomos o pequeños grupos), indicaron desde la Secretaría de Economía del Conocimiento.
El proyecto del nuevo esquema tributario propone 3 categorías de ingresos anuales: hasta US$ 10.000, hasta U$S 20.000 y hasta U$S 30.000
Cada categoría se establece de acuerdo con el tope de ingresos y el monto integrado correspondiente a cada una de ellas que se abonará, incluye impuesto a las ganancias, obra social y aportes jubilatorios- y el monto a abonar se corresponde con las categorías establecidas en el Régimen D, F y H, precisaron.
El proyecto considera que el monotributo es “compatible con el régimen General (que es el inscripto en IVA, Ganancias y Autónomos), con el régimen Simplificado (monotributo) y empleados en relación de dependencia, siempre que la inscripción sea por desarrollar una actividad diferente a la que alcanza el Monotech”.
Precisa que los monotributistas, además del importe que deban abonar por su categoría, deberán pagar por Monotech el componente impositivo que le corresponden a las categorías más altas del monotributo.
Si están categorizados en I, J y K deberán pagar el monto de impuesto integrado correspondiente a cada una de esas categorías.
El presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado, el oficialista riojano Ricardo Guerra, aseguró que “la retención en la Argentina de los recursos humanos capacitados especialmente en materia de desarrollo de software es una de las preocupaciones más relevantes del sector, ya que la demanda de profesionales para esta actividad es global”.
“Este proyecto está básicamente dirigido a quienes prestan servicios en el marco de la industria del conocimiento. Desarrollan su actividad en la Argentina pero es usufructuada en el exterior y, como contraprestación, perciben su dinero en moneda extranjera”, describió.
Guerra aseguró que “los objetivos son recaudar divisas, evitar la informalidad, incentivar el registro tributario y ampliar derechos, porque tendrán cobertura social y aportes previsionales”.
El senador radical por La Rioja, Juan Carlos Martínez, anticipó que la oposición no iba a firmar el dictamen y reclamó la presencia del ministro de Ciencia y Tecnología de la Nación, Daniel Filmus, algo que no fue admitido por el oficialismo que pasó a la firma el dictamen.
“Necesitamos escuchar a más sectores. Pedimos que se invite al ministro del área para que dé su opinión. Aunque reconocemos que este es un proyecto que tiene buenas intenciones”, remarcó Martínez.
Además, agregó que la inclusión de esta normativa en el sistema recaudatorio argentino “se da por la anormalidad en la que nos hace vivir este gobierno”.
“Sería mejor que no hubiera cepo ni veinte tipos de dólares. Esto se solucionará, si Dios quiere, a partir del diez de diciembre. Salvo que vuelvan a ganar ustedes y siga esta joda”, fustigó.