Al menos cuatro personas murieron y varias otras resultaron heridas en un tiroteo registrado en un pequeño pueblo de Alabama, sur de Estados Unidos, señaló la policía este domingo, en tanto medios locales indicaron que las víctimas celebraban una fiesta de cumpleaños de adolescentes, en un episodio que pone nuevamente de manifiesto las consecuencia del fácil acceso a armas en ese país.
In a horrifying turn of events, a teenager's birthday party at the Mahogany Masterpiece dance studio in Dadeville, Alabama, became the site of a mass shooting, leaving more than 20 people injured, according to witnesses and local media.#AlabamaShooting pic.twitter.com/WMgETUOv9E— Alice Williams 💙 🫏🇺🇦🌊 (@williams95alice) April 16, 2023
Medios de prensa y testigos señalaron que el incidente se registró el sábado por la noche en una fiesta de cumpleaños de “Sweet 16” (Dulces 16) -evento similar al que celebran las quinceañeras hispanoamericanas- en Dadeville, al noreste de la capital del estado, Montgomery.
“Este acto costó trágicamente la vida de cuatro personas y dejó muchos heridos”, confirmó a reporteros el sargento Jeremy Burkett, vocero de la Agencia de las Fuerzas de la Ley de Alabama.
En la televisión local se hablaba más temprano de al menos 20 personas heridas, destaca un despacho de la agencia AFP.
La entidad sureña de seguridad no especificó si algún sospechoso fue detenido o identificado aunque se indicó que ya se encuentra en curso una investigación para determinar responsables, así como los motivos.
La cadena de televisión WRBL reportó el domingo por la mañana una fuerte actividad policial y cintas de bloqueo de escena del crimen alrededor de un edificio y sábanas blancas cubriendo partes del piso.
Según testigos, varias personas fueron heridas, la mayoría adolescentes, y transportadas a hospitales locales para su atención.
Phil Dowdell, el hermano de la adolescente que cumplía años, está entre los asesinados, según declaró su abuela, Annette Allen, al diario local Montgomery Advertiser. El joven cursaba el último año de secundaria y debía graduarse en unas semanas.
“Todo el mundo está de duelo”, dijo Allen sobre la pequeña comunidad de unos 3.000 residentes, para acotar que la madre de los Dowdell también recibió un disparo y resultó herida.
Estados Unidos, con alrededor de 330 millones de habitantes, está repleto de armas -se estima que hay distribuidas unas 400 millones de diferentes tipos-, y los tiroteos masivos con víctimas mortales son algo habitual.
BREAKING: 5 dead and multiple injured in mass shooting at a teenager's birthday party in Dadeville, Alabama pic.twitter.com/XWik1fyQ6B— Nwabulibu (@Nwabulibu) April 16, 2023
El sábado por la noche autoridades confirmaron que dos personas murieron y otras cuatro resultaron heridas en un tiroteo en Louisville, Kentucky, la misma ciudad donde un hombre armado asesinó a cinco personas en un banco el lunes pasado.
A fines de marzo, una persona abrió fuego en una escuela primaria privada en Nashville, vecino a Tennessee, matando a tres niños de 9 años y tres empleados antes de ser abatida a tiros por la policía.
Ilustrando el ciclo infernal de tiroteos en el que está atrapado Estados Unidos, los tiroteos de este fin de semana en Alabama y Kentucky se producen exactamente 16 años después de una masacre en Virginia Tech.
Dadeville, Alabama | A woman sobs and wails as another mass shooting occurs in America; this time at what appears to be a small dance studio where children were attending a sweet 16 birthday party. pic.twitter.com/Rs9I28h67H— Nerdy 🅰🅳🅳🅸🅲🆃 (@Nerdy_Addict) April 16, 2023
El 16 de abril de 2007, un estudiante desquiciado mató a tiros a 32 personas en este campus en Blacksburg, antes de suicidarse.
La poderosa Asociación Nacional del Rifle y buena parte del arco político estadounidense defienden a rajatablas la potestad de los ciudadanos de comprar armas, y alegan que es un derecho contemplado en la Constitución.
El Consejo Metropolitano de Nashville, el legislativo de la capital del estado de Tennessee, votó días atrás devolverle al diputado afronorteamericnao Justin Jones su banca en la Cámara de Representantes local, luego de que fuera expulsado del cuerpo por manifestar en el recinto para pedir un mayor control de armas tras un tiroteo en una escuela de ese estado del sur del país.
4 dead and at least 20 injured in mass shooting at a Dadeville, Alabama Sweet 16 Birthday party pic.twitter.com/SuTAc1YwNO— • ᗰISᑕᕼIᗴᖴ ™ • (@4Mischief) April 16, 2023
Jones había sido expulsado del cuerpo el jueves de la semana anterior, por imperio de la mayoría republicana del cuerpo, luego de que él y otros dos demócratas pidieran reformar las normas sobre tenencia de armas en el hemiciclo.
El 30 de marzo, pocos días después de un tiroteo en un colegio cristiano en Nashville, Jones y otros dos legisladores, Justin Pearson y Gloria Johnson, se unieron a cientos de manifestantes en el recinto del parlamento para exigir una regulación más estricta de las armas de fuego.
Con el auspicio de Lula como presidente anfitrión, casi la totalidad de los mandatarios sudamericanos convergieron ayer en Brasilia para relanzar a la UNASUR
Los presidentes de Sudamérica, salvo la ilegítima mandataria de Perú Dina Boluarte (que llegó al cargo tras el golpe constitucional a Pedro Castillo), volvieron a verse la cara y darse la mano tras un largo período sin registrarse cumbres regionales significativas. En concreto, con el auspicio político del Jefe de Estado anfitrión Luiz Inácio “Lula” Da Silva, los gobiernos del Cono Sur se reencontraron en una cita atípica, una cumbre ajena a cualquier tipo de corsé institucional -el cónclave en la capital brasileña se realizó, en los hechos, por afuera de las arquitecturas comunes de la región-, pero con el capital de contar con la voluntad política necesaria para sentar las bases de una refundación integracionista.
En términos oficiales, los líderes sudamericanos dialogaron en Brasilia para construir “salidas políticas consensuadas a los temas de agenda convergentes, tanto en materia de infraestructura económica, comercial o energética”. Pero, bajo esa esquela informativa bien intencionada, pero con poca sustancia política, el motor del suceso radica en un hecho bien concreto que surcó todos los off periodísticos lanzados al continente ayer desde Brasilia: el interés de los presidentes progresistas por relanzar al bloque UNASUR.
Un dato interesante del reencuentro presidencial sudamericano en Brasilia fue la participación del Jefe de Estado venezolano Nicolás Maduro, que no pisaba suelo brasileño desde el 2015 para manifestar, primero, su rechazo al golpe parlamentario contra Dilma Rousseff, y su desacuerdo político profundo con el gobierno de Jair Bolsonaro. El regreso de la Venezuela bolivariana y chavista a un mecanismo de concertación zonal, la futura mesa política común incluirá a gobiernos progresistas moderados como el liderado por Gabriel Boric en Chile, implica superar la reitera diatriba macartista contra Caracas y sumar al concierto regional a una administración con fuentes reservas petroleras.
En segundo lugar, resulta significativo destacar la intención diplomática de Brasilia de sentar en el nuevo espacio integracionista a todos los gobiernos sudamericanos, incluso a los que tienen una visión aperturista de la economía zonal. Por ese motivo, ayer Lula como su par argentino Alberto Fernández celebraron la participación del presidente neoliberal ecuatoriano Guillermo Lasso.
Gisela Padovan, secretaria para América Latina y Caribe de la Cancillería brasileña, fue muy explícita cuando en rueda de prensa reiteró cuál era el objetivo político de una cita impulsada por un presidente como Lula que puede jactarse de haber protagonizado tanto la primera como la segunda oleada progresista: “Brasil desea que este diálogo sirva para discutir la posibilidad de volver a contar con un mecanismo de integración puramente suramericano, que sea permanente, inclusivo y moderno que incluye a los doce países de la región, independientemente del color de su Gobierno”.