Educación pública vs. liberalismo autoritario: efemérides en tiempos electorales
El 11 de septiembre en Argentina se recuerda a Sarmiento. El mismo día en Chile se recuerda un nuevo aniversario del nefasto golpe de Estado contra el gobierno de Salvador Allende.
Corría el mes de septiembre de 2000 cuando conocí Santiago de Chile con mi amigo Fernando. Estudiábamos la carrera de Ciencia Política en la UBA y nos cruzamos con un estudiante de letras de la Universidad de Chile. Nos delató nuestra tonada cuando al conversar nos dice: “ustedes tienen mucha suerte, acá para estudiar además de la deuda que tomaron mis padres, me las rebusco vendiendo poesía que escribo”. En lo único que no estaba cierto era lo de la suerte, hay una historia que explica esas vidas diferentes.
Es 11 de septiembre y en Argentina se recuerda a Sarmiento, de quien muchas críticas se podrán hacer sobre su mirada sociocultural, la visión de los pueblos originarios y la barbarie. Pero uno de sus indiscutibles aportes, como parte de las presidencias fundadoras que sentaron las bases del Estado, fue la promoción de la educación pública, gratuita y obligatoria como mecanismo de socialización. Desde la ley de subvenciones, pasando por la ‘importación’ de docentes norteamericanos para los profesorados y la fundación colegios nacionales en todo el país, la impronta del maestro devenido político resultó determinante. El broche de ese camino fue la Ley 1420, dictada en el primer gobierno de Roca pero impulsada por Sarmiento.
El Argentino
Es 11 de septiembre y en Chile se recuerda un nuevo aniversario del nefasto golpe de Estado contra el gobierno de Salvador Allende. De las primeras experiencias en el cono Sur en el contexto de expansión de las ideas neoliberales, Pinochet se abrazó a las concepciones y propuestas de los ‘Chicago Boys’ cuyo principal exponente era un tal Milton Friedman, que alguna vez reconoció abiertamente la importancia del experimento chileno, como primer caso de reemplazo un proyecto socialista – comunista por otro que trazó el camino al libre mercado. Eliminación del control de precios, privatización de empresas públicas, eliminación de barreras arancelarias para la importación y recortes fuertes al gasto público fueron parte de la ‘terapia de shock’ que Friedman propuso. Esa receta, que será modelo luego para las demás dictaduras de la región, lejos de resolver las inequidades del mercado, promovió un proceso de mayor concentración de la riqueza, empujando al alza al desempleo y la pobreza, pulverizando salarios. En materia educativa, Pinochet eliminará la leche gratuita de las escuelas, siguiendo los pasos de su mentora y amiga, la entonces ministra de educación del Reino Unido, Margaret Thatcher, como paso para establecer un sistema de vouchers para sacar de la órbita del Estado el financiamiento del sistema educativo. El plan económico impuesto solo podía aplicarse en Chile, como en el resto de la región, con represión, muertos, desaparecidos y campos de concentración, mientras su mentor recibía en 1976 el premio Nobel de economía.
Es 11 de septiembre, pero de 2023, y ahora en nuestro país Milei, un ferviente admirador de Friedman, que llamó Milton a uno de sus perros, impulsa un modelo económico basado en la destrucción del Estado, rompiendo no solo con acuerdos básicos democráticos, sino yendo en contra del proceso de formación del Estado nacional. Reivindicar las políticas de Friedman en Chile es consecuente con su postura respecto al sistema de representación política: acusa a políticos de ‘sucios comunistas’, propone la eliminación de la ‘casta’, su vice defiende activamente el accionar de las fuerzas armadas en la dictadura argentina, haciendo apología del terrorismo de Estado. Adorador de Margaret Thatcher, su potencial canciller declaró recientemente la idea de reconocer en Malvinas los ‘derechos de los isleños’.
Pienso en ese estudiante de letras, contemplando el panorama de este lado de la Cordillera y lo imagino en nuestras calles, intentando convencer a cuanta persona se cruzara de no cometer un error garrafal, de no repetir un camino que condene a varias generaciones a vivir en una sociedad en la que la educación deje de ser un derecho fundamental para convertirse en un privilegio de pocos.
*Politólogo y Analista Económico del Centro de Economía Política Argentina (CEPA)
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EEUU pide “disculpas” por haber promovido el golpe de Pinochet
Tras 50 años del atentado a la democracia que llevó a una larga dictadura asesina y sangrienta, legisladores del país norteamericano expresaron un “profundo pesar por la contribución de Estados Unidos en la desestabilización de las instituciones políticas de Chile y el proceso constitucional”. También por haber contribuido “a la consolidación de la dictadura militar represiva del general Pinochet”.
Congresistas estadounidenses presentaron este jueves una resolución que pide disculpas por “la contribución” de Estados Unidos en el golpe de Estado de Augusto Pinochet en Chile hace 50 años e insta a las autoridades a desclasificar más documentos sobre lo ocurrido, un día antes de la visita prevista por el líder chileno, Gabriel Boric, a Washington.
En la declaración, los legisladores expresan un “profundo pesar por la contribución de Estados Unidos en la desestabilización de las instituciones políticas de Chile y el proceso constitucional”.
También por haber contribuido “a la consolidación de la dictadura militar represiva del general Pinochet”, se establece en el texto, en la víspera de que Boric llegue a Washington tras haber asistido en Nueva York a la Asamblea General de la ONU.
El Argentino
Las Fuerzas Armadas chilenas, lideradas por Pinochet y con el apoyo de Estados Unidos en un contexto de Guerra Fría contra la influencia soviética, derrocaron a Salvador Allende (1970-1973) cuando se disponía a convocar un plebiscito en un intento por salir de la aguda crisis política y económica que vivía el país, tras 1000 días en el poder.
A pedido de Chile, el Departamento de Estado estadounidense desclasificó en las últimas semanas fragmentos de dos documentos de 1973 que demuestran que el expresidente Richard Nixon estaba al tanto de los planes militares para derrocar a Allende.
Los legisladores estiman, en la declaración impulsada por el congresista independiente Bernie Sanders y los demócratas Tim Kaine, Alexandria Ocasio-Cortez, Joaquín Castro y Greg Casar, que el presidente Joe Biden debe dar un paso más.
“La plena rendición de cuentas” requiere que se publiquen y desclasifiquen “los archivos restantes de Estados Unidos relacionados con los hechos de antes, durante y después del golpe militar”, precisaron en el texto, replicado por la agencia de noticias AFP.
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Según archivos desclasificados, Nixon ordenó a la agencia de inteligencia (CIA) “hacer que la economía grite” y bloquear de forma encubierta la toma de posesión de Allende.
Bajo la supervisión del asesor de Seguridad Nacional y posteriormente secretario de Estado, Henry Kissinger, la CIA se esforzó por fomentar un “clima golpista” y “crear las mejores condiciones posibles” para aupar a los militares al poder.
“Debemos dejar claro que lamentamos nuestra participación y nos comprometemos a apoyar la democracia chilena”, afirmó Sanders en un comunicado
Por su parte, Ocasio-Cortez pide reconocer el “complicado pasado” de Estados Unidos y desclasificar más archivos porque “quedan muchas preguntas pendientes” y “el pueblo de Chile y las víctimas de la violencia de Pinochet merecen respuestas”.
La resolución “aplaude al pueblo chileno por la reconstrucción de una democracia fuerte y resiliente” y expresa el compromiso del Congreso a participar en los esfuerzos por esclarecer la verdad.