El gran impedimento de las autoras argentinas siempre fue la invisibilidad.Sería bueno que se difunda por todos los medios a aquellas escritoras olvidadas, que abrieron caminos y muchas veces se las silencia.
El gran impedimento de las autoras argentinas siempre fue la invisibilidad. Los prejuicios contra los que han tenido que combatir. Sería bueno que se difunda por todos los medios a aquellas escritoras olvidadas, que abrieron caminos y muchas veces se las silencia.
Es importante que la educación se nutra de una literatura con sin distinción de género. Desde tiempos arcaicos la mujer tuvo que luchar para ser tenida en cuenta. Ojalá llegue un momento en el que impere la igualdad de lxs que escriben. Aún queda un camino. ¿Por qué tan pocas mujeres recibieron el Nobel de Literatura, el Premio Cervantes o tantos otros reconocimientos?
El Argentino
Llegar a publicar fue y sigue siendo difícil. Recién en el siglo XXI comenzó a abrirse el panorama. Ni Una Menos jugó un papel importante, la lucha feminista, cómo se debatió el aborto legal, seguro y gratuito. Surgieron muchas editoriales independientes en todo el país que permitieron a muchas escritoras ser visibles. La sociedad cambió y por ende también la literatura.
En la actualidad hay escritoras como Luisa Valenzuela, Mariana Enríquez, Samanta Schweblin, Selva Almada, Camila Sosa Villada, Gabriela Cabezón Cámara, María Gainza, Claudia Piñeiro, Belén López Peiró, Yanina Rosenberg, Silvina Giaganti, Ariana Harwicz, Inés Garland, Leila Guerriero, Ángela Pradelli, entre otras. Sin olvidar a Liliana Heker, Alfonsina Storni, Silvina Ocampo, Alejandra Pizarnik, María Elena Walsh, Olga Orozco, Elsa Bornemann, Sara Gallardo, entre otras, y también a aquellas de épocas lejanas como Juana Manso, quien afirmó: “Y llegará un día en que el código de los pueblos garantizará a la mujer los derechos de su libertad e inteligencia”, Eduarda Mansilla, Juana Manuela Gorriti, Emma de la Barra, Elvira Aldao, Leonor Allende, Rosa Guerra y una larga lista de mujeres escritoras.
Hubo una literatura machista donde la mujer estaba relegada. Hoy se ha comenzado a dar vuelta esa concepción. Ahora reciben premios, ocupan lugares en las mesas de las librerías, se escriben críticas sobre sus textos y aparecen en los suplementos literarios y podemos ver a adolescentes con la foto de Alejandra Pizarnik como una referente.
En tiempos en los que la economía, la inflación y el aumento del dólar son los temas del día, es difícil vivir del trabajo autoral. Existen quienes lo logran, pero no son la mayoría. Es difícil mantenerse exclusivamente de los escritos y los precios de los libros están por las nubes.
Por suerte en Argentina existe un tarifario implementado por la Unión de Escritoras y Escritores que incluye rubros como redacción de prólogos y contratapas, conferencias, talleres, escritura por encargo y porcentaje por derechos autorales, todo estipulado de acuerdo con el salario mínimo vital y móvil, lo que permite reconocer a la escritura como un trabajo. Es importante reivindicar a todas las mujeres que escriben, a las que sufrieron marginación, a las excluidas. Es preciso rescatar esas botellas que contienen mensajes y flotan en el mar a la deriva. Nos están esperando
Con una distopía sobre el ascenso de la extrema derecha, un escritor irlandés ganó el Booker Prize
El escritor irlandés Paul Lynch obtuvo el premio Booker, el galardón literario más prestigioso del Reino Unido, que le fue concedido por su libro titulado “Prophet song”.
Con una novela que pretende capturar el signo de los tiempos al plantear una trama que lee en clave de ficción el ascenso global de las opciones de derecha más radicalizadas y los padecimientos de los refugiados, el escritor irlandés Paul Lynch obtuvo el premio Booker, el galardón literario más prestigioso del Reino Unido, que le fue concedido por su libro titulado “Prophet song”.
Todos los escritores seleccionados en esta edición -dos estadounidenses, una canadiense, dos irlandeses y una keniata – formaban parte de la selección final por primera vez. En el caso del ganador, no es conocido masivamente fuera del Reino Unido pero ya va por su quinta novela y seguramente comenzará a circular en otros mercados como le ocurrió a Salman Rushide, Margaret Atwood o Arundhati Roy, escritores que conquistaron antes el Booker Prize.
En “Prophet song”, la obra galardonada, Lynch plantea una Irlanda distópica donde crece la xenofobia y se afianzan los nacionalismos, una historia que dialoga con episodios de la realidad como el que tuvo lugar hace cuatro días en la capital irlandesa, cuando grupos intolerantes con la inmigración incendiaron vehículos, saquearon comercios y se enfrentaron a la policía, perpetrando el brote de violencia más intenso en casi dos décadas.
“Intentaba ver algo en medio del caos moderno. La inquietud existente en las democracias occidentales. El problema de Siria —la implosión de toda una nación, la escala de su crisis de refugiados y la indiferencia de Occidente. ‘Prophet Song’ es en parte un intento de lograr una empatía radical. Para entender mejor las cosas, debemos experimentar nosotros mismos el problema. Quise profundizar en una aproximación distópica para obtener un grado elevado de realismo”, explicó el escritor en la página web del premio.
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La novela está protagonizada por Eilish Stack, cuya vida parece hundirse cuando su marido, un líder sindicalista, es apresado por los servicios secretos del país, en el marco de una Irlanda convertida en un país al borde de la tiranía política.
“Es un premio literario al trabajo más logrado. El principio rector [para su concesión] es: ¿ha triunfado este libro desde un punto de vista artístico? No podemos permitir que los sucesos que ocurren en el mundo decidan qué libro merece ganar -señaló Esi Edugyan, la escritora canadiense que ha sido presidenta del jurado este año-. Dicho esto, queríamos escoger un título que reflejara aquello contra lo que estamos luchando en estos momentos. Los seis libros finalistas hablan sobre nuestro tiempo, aunque sean obras a la vez atemporales”, añadió..
“No fue un libro fácil de escribir, mi parte racional pensaba que estaba condenando mi carrera”, indicó Lynch, de 46 años, al recoger el premio en una gala celebrada en Londres, según consigna la agencia de noticias AFP.
“Creo que es importante que los novelistas puedan ser contrafácticos, ya sea escribiendo algo paralelo al presente o una historia que se proyecte en el futuro. Pero siempre hace preguntas sobre lo atemporal y sobre lo que tenemos que prestar atención”, consideró.
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El escritor, autor de otras cuatro novelas, nació en Limerick (Irlanda) y actualmente vive en Dublín. El año pasado reveló en una entrevista al diario The Irish Times que sufría un cáncer del que, al parecer, ya se habría recuperado después de meses de tratamiento. Su tercer trabajo, “Grace”, ganó en 2018 el premio Kerry Group a la mejor novela irlandesa. Su segunda obra, “The Black Snow”, obtuvo el premio de los libreros franceses, Prix Libr’à Nous, a la mejor novela en lengua extranjera.
El ganador del Booker, que se otorga cada año a la mejor novela en lengua inglesa, obtendrá una recompensa de 50.000 libras (unos 57.000 euros, unos 62.000 dólares) y la garantía del éxito internacional.