El Concejo Deliberante de La Plata repudió la vandalización de la baldosa colocada en el frente de una escuela de Palermo en memoria de Claudia Falcone, una de los adolescentes secuestrados y desaparecidos en el episodio conocido como La Noche de los Lápices, en septiembre de 1976.
La baldosa está instalada la Escuela Media N°8 María Claudia Falcone, y días atrás fue vandalizada con la leyenda «Viva Milei 2023» y «zurda de mierda».
El Concejo Deliberante platense repudió anoche esta vandalización, al aprobar un proyecto presentado por la concejal del Frente de Todos, Yanina Lamberti.
«Maria Claudia Falcone, era una hija de nuestra ciudad, hincha y socia del Club Gimnasia y Esgrima de La Plata, estudiante del Bachillerato de Bellas Artes de la UNLP, delegada estudiantil y militante de un proyecto de país más justo y soberano. Militaba en la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) y realizó sus estudios primarios en la entonces Escuela Normal Nº 3 en calle 8 entre 57 y 58», se recordó en el proyecto.
Se destacó que «luchó junto a miles de estudiantes de La Plata por la obtención del boleto estudiantil secundario. ´Aunque el boleto no lo consigamos para nosotros quedará para futuros estudiantes´, sostenía».
«La vandalización a la placa conmemorativa de la estudiante Maria Claudia Falcone, desaparecida en la última dictadura militar, no es un hecho aislado, forma parte de una corriente negacionista del Terrorismo de estado que pretende, amparándose en el derecho a la libertad de expresión posicionarse como portadores de «otra» versión de la historia, justificando el terrorismo de Estado», contextualizó el proyecto de la edil Lamberti aprobado.
La concejala es autora además de un proyecto de ordenanza contra el negacionismo del terrorismo de Estado, que aún no fue tratado en comisión.
«La teoría de los dos demonios, la ´otra verdad´, son cuestiones saldadas en Argentina y el colectivo de la población pero siguen intentando ponerlas en discusión y eso no hay que naturalizarlo, y los organismos del Estado deben tener una postura firme», expresó Lamberti a Télam.
Marta Úngaro, hermana de Horacio Úngaro, otro de los adolescentes secuestrados y desaparecidos en aquel septiembre de 1976 expresó a esta agencia «su total repudio a esta vandalización y al avance a paso acelerado de la derecho. Mi total repudio a la vandalización de esa baldosa que recuerda a Claudia Falcone, figura emblemática de nuestra ciudad».
La noche del 16 de septiembre de 1976 se inició un operativo conjunto de efectivos policiales y del Batallón 601 de Ejército para capturar a 10 jóvenes que tenían entre 16 y 18 años, y en su mayoría eran integrantes de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), quienes reclamaban por el boleto estudiantil secundario gratis.
Esa noche, irrumpieron en el departamento donde vivía la familia Ungaro en la ciudad de La Plata y secuestraron a Horacio Ungaro, de 17 años, junto a un amigo que se había quedado a dormir en la casa de éste: Daniel Alberto Racero.
Además de Horacio y Daniel, fueron secuestrados Claudio De Acha, María Clara Ciocchini, María Claudia Falcone y Francisco López Muntaner; en tanto el 17 de septiembre los represores apresaron a Emilce Moler y Patricia Miranda y cuatro días después fue detenido Pablo Díaz, pero una semana antes habían secuestrado al estudiante Gustavo Calotti.
Todos fueron conducidos al centro clandestino de detención «Arana», donde se los torturó durante semanas, y luego se los trasladó al Pozo de Banfield.
Moler, Díaz, Miranda y Calotti recuperaron la libertad, en tanto los seis restantes permanecen desaparecidos.