El mundo fue sacudido en 2016 por el escándalo conocido como “Panama Papers”, que provocó temblores en gobiernos, puso al descubierto a figuras destacadas, desencadenó investigaciones judiciales y dañó la reputación de Panamá como centro financiero internacional. Este jueves, los abogados informaron que Ramón Fonseca, uno de los líderes del bufete en el centro de este escándalo, falleció a los 71 años debido a problemas de salud mientras esperaba sentencia por este caso en Ciudad de Panamá.
El escándalo surgió a partir de una filtración de 11,5 millones de archivos digitales de la firma legal panameña Mossack Fonseca. Esta filtración reveló cómo las personas ricas del mundo crearon empresas offshore para ocultar propiedades, empresas, activos y ganancias con el objetivo de evadir impuestos o lavar dinero. Los datos fueron obtenidos por el periódico alemán Sueddeutsche Zietung, que los compartió con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés), y se divulgaron a partir de abril de 2016 por varios medios.
Se reveló que estas personalidades crearon sociedades opacas a través del bufete panameño con el fin de abrir cuentas bancarias y crear fundaciones pantalla en múltiples países para esconder dinero, que en algunos casos provenía de actividades ilícitas, según la investigación.
Entre los nombres mencionados se encontraban el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y los exgobernantes de Islandia, Sigmundur David Gunnlaugsson; de Pakistán, Nawaz Sharif; de Gran Bretaña, David Cameron; y de Argentina, Mauricio Macri; además del astro argentino del fútbol Lionel Messi. Se iniciaron al menos 150 investigaciones en 79 países para examinar posibles casos de evasión fiscal o lavado de dinero.
Después de años de retraso, en Panamá se celebró un juicio cuyas audiencias terminaron el pasado 19 de abril y se espera la sentencia en las próximas semanas. Debido al escándalo, el despacho Mossack Fonseca cerró, y la imagen internacional de Panamá, país acusado de ser un paraíso fiscal, se vio gravemente afectada. Desde entonces, el país introdujo reformas y mayores exigencias para la conformación de empresas o sociedades, lo que le permitió en 2023 salir de la “lista gris” del Grupo de Acción Financiera (GAFI). Sin embargo, Panamá permanece en la lista de territorios considerados como “paraísos fiscales” por la Unión Europea.
Fonseca y su colega Jürgen Mossack, nacido en Alemania pero residente en Panamá desde hacía décadas, fundaron el bufete panameño Mossack Fonseca en 1977. Según la fiscalía, fueron responsables de facilitar la creación de sociedades opacas en las que directivos de la multinacional alemana Siemens depositaron millones de euros al margen de la contabilidad real de la compañía. Esa “caja B” habría sido utilizada para esconder dinero procedente del pago de comisiones. El bufete panameño también fue utilizado para guardar dinero proveniente de una estafa masiva en Argentina, según la fiscalía.
Los fiscales pidieron 12 años de cárcel para Mossack y para Fonseca, la pena máxima por blanqueo de capitales. “Verdaderamente ha habido una gran injusticia (…) reitero que tanto mi socio como todas las personas que han laborado conmigo han sido personas serias, honestas y correctas”, declaró Mossack en su alegato final el 19 de abril. Fonseca no asistió al juicio porque estaba hospitalizado, según su defensa. “Lo cierto es que después de más de 500 tomos (de expedientes) nos encontramos que (solo) tenemos el caso de Siemens (en Alemania) y un caso en Argentina, de las miles y miles de personas que supuestamente estuvieron involucradas”, dijo la abogada Daika Indira Levy, defensora de Fonseca, durante el juicio.
El escándalo inspiró una película dirigida por Steven Soderbergh, La Lavandería (2019), en la que Fonseca fue interpretado por Antonio Banderas, que coprotagonizó la cinta junto a Meryl Streep y Gary Oldman.