El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, manifestó hoy la preocupación del Gobierno nacional ante la situación en Jujuy y criticó la política desacertada implementada por la administración de Gerardo Morales. El ministro sostuvo que lo que ocurre en la provincia es una consecuencia directa de decisiones políticas erróneas y ordenó la represión de manifestantes que protestaban contra la reforma parcial de la Carta Magna provincial.

«Estamos mirando con mucho detenimiento y mucha preocupación la situación en la provincia de Jujuy. Es desagradable, no es algo positivo y es una consecuencia de una decisión política desacertada«, expresó Fernández a los medios de comunicación al llegar a la sede del ministerio.

El ministro destacó que el pueblo jujeño se opone a la reforma de la Carta Magna provincial y recordó el derecho de petición consagrado en la Constitución Nacional. Hizo hincapié en el artículo 67 del texto modificado en la reforma provincial, que impone restricciones a la protesta social.

En cuanto al envío de fuerzas nacionales a la provincia, Fernández aclaró que no tiene la orden de un magistrado o fiscal para hacerlo y afirmó que no envía fuerzas especiales «porque no corresponde». Explicó que Jujuy y Salta tienen un sistema acusatorio diferente al del resto de las jurisdicciones, y que, en caso de ser necesario, se debería enviar un oficio autorizando la presencia de fuerzas federales.

En respuesta a las acusaciones del gobernador Morales de que el Gobierno nacional incentiva las protestas, Fernández calificó las afirmaciones como mentiras y desafió al mandatario provincial a presentar pruebas y realizar las denuncias correspondientes. El ministro recalcó que las fuerzas federales no pueden intervenir en una provincia sin autorización previa y el cumplimiento de los procedimientos establecidos por la ley.

Asimismo, Fernández denunció la violencia ejercida por las fuerzas de seguridad jujeñas durante la represión, mencionando numerosos heridos y un joven luchando por su vida debido al impacto de un cartucho de gas lacrimógeno. El ministro enfatizó que el Gobierno nacional no tiene intenciones de incitar a la violencia y subrayó la importancia de no aprobar una constitución sin la participación y aprobación del pueblo.

El saldo de la violenta represión policial ocurrida ayer en Jujuy se elevó a 170 heridos, uno de ellos en estado grave debido a un traumatismo craneal, y al menos 68 detenidos. Los manifestantes protestaban contra la reforma de la Constitución provincial, la cual fue aprobada y jurada en la Legislatura local.