Lo que tenés que saber

• La firma se realizó sin testigos y habilita un plazo de 30 días para divulgar archivos.
• La normativa incluye excepciones que permiten al Departamento de Justicia censurar información.
• Solo un legislador votó en contra; el resto del Congreso apoyó el texto.
• Las víctimas temen una publicación con fuertes tachaduras o límites impuestos por investigaciones vigentes.
• Trump señaló a varias figuras demócratas por vínculos con Epstein en su mensaje público.

Una firma presidencial que activa la divulgación

Donald Trump rubricó en la Casa Blanca la ley que ordena liberar los papeles vinculados a Jeffrey Epstein, en una ceremonia sin presencia de testigos. El acto ocurrió tras meses de obstrucciones previas y marca el inicio de un plazo de 30 días para que el Departamento de Justicia publique la documentación mencionada.

El presidente escribió un mensaje en redes en el que expresó: “Los demócratas han utilizado el tema de ‘Epstein’ [las comillas son suyas], que les afecta mucho más que al Partido Republicano, para intentar distraer la atención de nuestras INCREÍBLES victorias”. En ese mismo texto citó al expresidente Bill Clinton, a Larry Summers, al donante Reid Hoffman, al líder demócrata Hakeem Jeffries y a la congresista Stacey Plaskett, a quienes vinculó con el caso.

Un apoyo legislativo casi unánime

El Congreso aprobó la medida con un respaldo amplio: 427 congresistas y 100 senadores acompañaron el proyecto. Solo Clay Higgins, representante de Luisiana, votó en contra. La Casa Blanca ya había adelantado que Trump firmaría la ley si esta superaba su trámite parlamentario.

La Ley de Transparencia con los Archivos Epstein ordena a la fiscal general Pam Bondi divulgar los documentos no clasificados relacionados con el financista y con Ghislaine Maxwell. Entre el material figuran registros de vuelos, comunicaciones personales, metadatos, contratos, acuerdos de inmunidad, correos electrónicos y documentos internos.

Excepciones y criterios que generan incertidumbre

La normativa introduce excepciones que permiten al Departamento de Justicia reservar datos sensibles, entre ellos material que pueda exponer a víctimas, descripciones de abuso sexual de menores, imágenes explícitas o elementos que comprometan investigaciones activas. Bondi deberá justificar cada censura, mientras que el Congreso tendrá 15 días para elaborar un informe sobre el contenido tachado.

En declaraciones a la prensa, la fiscal general afirmó: “Obedeceremos la ley” y agregó: “Mientras, seguiremos protegiendo a las víctimas, y actuando con transparencia“. Al ser consultada por su cambio de postura respecto a la divulgación, respondió: “Hay información, nueva información, información adicional, pero, de nuevo, nos limitaremos a obedecer [lo que diga] la ley”.

Reacciones de víctimas y contexto político

Representantes de víctimas expresaron temores de que el Gobierno entregue un conjunto de archivos fuertemente editado o incompleto. Señalaron también la existencia de investigaciones en curso solicitadas por Trump el viernes anterior, dirigidas a indagar los vínculos de Epstein con figuras demócratas señaladas en documentos previos.

En otro mensaje público, el presidente comparó el interés por liberar los papeles de Epstein con otros episodios: “Durante años, nuestra gran nación soportó (…) el primer y segundo impeachment […] ¡Este último engaño se volverá en contra de los demócratas, como todos los demás!“.

Antecedentes de otras desclasificaciones

La discusión recuperó la memoria de la Ley de Archivos John F. Kennedy de 1992, originada para difundir información sobre el asesinato del expresidente. Aquella normativa también incorporó protocolos y excepciones. Las administraciones posteriores utilizaron esos mecanismos para retrasar parte del material. Trump ordenó publicar miles de documentos sobre el caso en 2017 y agregó más este año, aunque aún quedan contenidos pendientes más de tres décadas después.