Lo que tenés que saber
- El cierre duró 42 días, 23 horas y 24 minutos, el más prolongado de la historia.
- La ley aprobada reabre parcialmente la financiación hasta el 30 de enero.
- Más de 750.000 empleados federales vuelven a sus funciones y cobrarán retroactivos.
- El conflicto se originó por desacuerdos presupuestarios entre republicanos y demócratas.
- El caso Epstein volvió a salpicar a Trump tras la publicación de nuevos correos.
Trump firma la ley que pone fin al cierre de la Administración
El presidente Donald Trump firmó este miércoles la ley que restablece la financiación del Gobierno federal, tras 42 días, 23 horas y 24 minutos del cierre administrativo más largo en la historia de Estados Unidos. La medida fue el último paso luego de que el Senado y la Cámara de Representantes aprobaran la reapertura del flujo de fondos públicos, interrumpido desde el 1 de octubre.
La Cámara baja aprobó el proyecto con 222 votos a favor (216 republicanos y seis demócratas) y 209 en contra (202 demócratas y siete republicanos). La norma, que permitirá la vuelta a la normalidad en agencias y servicios, tiene vigencia hasta el 30 de enero.
Trump firmó la ley en el Despacho Oval acompañado por el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, y otros legisladores. Durante el acto, repitió “algunas de las mentiras que ha soltado sin cesar durante el prolongado cierre de la Administración” y advirtió a sus correligionarios sobre la necesidad de eliminar la regla del filibusterismo en el Senado. El mandatario no respondió preguntas de la prensa, que le insistió sobre “la presencia constante de su nombre en una nueva remesa de papeles del caso del millonario pederasta Jeffrey Epstein”.
La reapertura del Gobierno y sus efectos
Con la firma presidencial, se reactiva gradualmente la actividad en decenas de agencias federales, museos, parques nacionales y aeropuertos. Los retrasos y cancelaciones de vuelos se multiplicaron durante el cierre por la falta de personal de control aéreo y seguridad. Aproximadamente 750.000 empleados públicos quedaron suspendidos sin sueldo, mientras otros considerados esenciales trabajaron sin cobrar.
Aún no se confirma cuándo se normalizarán los servicios, en especial el tráfico aéreo, luego de que la Autoridad Federal de Aviación (FAA) suspendiera su plan de emergencia para evitar la saturación aeroportuaria.
El acuerdo también incluye el compromiso del Ejecutivo para readmitir a los funcionarios despedidos, pagar los sueldos atrasados y mantener los puestos durante al menos dos meses y medio. Asimismo, se garantiza la cobertura del programa de cupones alimentarios SNAP para el año fiscal 2026, aunque su pago correspondiente a noviembre quedó en suspenso por decisión del Tribunal Supremo, que dio la razón a la Casa Blanca.
Los puntos pendientes y la tensión política
El pacto no contempla la prórroga de los subsidios sanitarios del programa Obamacare, medida que podría aumentar el costo de los seguros médicos para 24 millones de personas. Los republicanos accedieron a votar sobre ese tema más adelante, aunque el resultado parece incierto.
El speaker Mike Johnson mantuvo la Cámara en receso durante 54 días, concentrado en responsabilizar a los demócratas por el cierre. La sesión de reapertura también permitió que Adelita Grijalva, nueva representante por Arizona, jurara su cargo tras ganar una elección especial.
Los papeles de Epstein y la presión en el Congreso
Grijalva firmó una petición junto a otros congresistas para forzar una votación que obligue a la Casa Blanca a publicar los archivos del Departamento de Justicia sobre Epstein. Johnson fijó esa votación para la próxima semana.
Los demócratas y cuatro republicanos —Thomas Massie, Marjorie Taylor Greene, Lauren Boebert y Nancy Mace— buscan acceder a los documentos que la fiscal general Pam Bondi y el director del FBI, Kash Patel, decidieron mantener en reserva desde julio. Este miércoles, el Comité de Supervisión de la Cámara difundió nuevos correos en los que Epstein menciona repetidamente a Trump, con quien mantuvo amistad durante 15 años.
“La súbita negativa de la Casa Blanca a arrojar luz sobre esos archivos ha encendido lógicamente las sospechas de que contienen algo que Trump no quiere que se conozca.” Bondi afirmó que el dossier completo está “sobre la mesa” de su despacho.
Trump declaró que “no sabía nada de los crímenes de su viejo amigo” y calificó las revelaciones como “otra manifestación de lo que viene definiendo como un ‘bulo de los demócratas’ para desviar la atención del fin del cierre de la Administración”.