El balance de muertos por el incendio forestal que arrasó la isla de Maui, en Hawaii, se elevó a por lo menos 55, mientras que miles de personas se quedaron sin hogar y los bomberos aún trabajan en la extinción de las llamas, en una de las peores catástrofes que sufrió este archipiélago estadounidense, informaron hoy las autoridades locales.
Los fuegos afectaron ya a más de 800 hectáreas en dos islas del archipiélago estadounidense y obligaron a evacuar a miles de personas, algunas de las cuales se lanzaron al agua para protegerse de las llamas.
“Lo que vimos hoy es catastrófico. Es probablemente el mayor desastre natural de la historia del estado de Hawái”, declaró el gobernador del estado de Maui, Josh Green, quien advirtió que se espera que la cifra de víctimas mortales aumente “muy significativamente”.
Green alertó que se espera que la cifra de víctimas mortales aumente “muy significativamente” y que 80% de la ciudad está “completamente destruido”.
Según el último balance de las autoridades de Maui, al menos 55 personas murieron, mientras que miles perdieron sus viviendas y las autoridades trabajan para alojarlas, consignó la agencia de noticias AFP.
Ante esta situación, el presidente Joe Biden declaró ayer el estado de catástrofe natural para Hawai, lo que permitirá liberar “fondos federales a disposición de los afectados en el condado de Maui”, explicó la Casa Blanca en un comunicado.
En tanto, el papa Francisco expresó hoy su “solidaridad con todos aquellos que están sufriendo esta tragedia” y dijo sentir “una profunda tristeza”; en un telegrama enviado por el cardenal Pietro Parolin al Nuncio Apostólico en Estados Unidos, Christophe Pierre, dado a conocer por le Vaticano.
🚨BREAKING: Estas son Imágenes aéreas de los impactantes Incendios forestales en las Ciudades de #Hawaii 👀#Hawaiifire
Los focos ígneos comenzaron en la madrugada del martes y su rápido avance puso en peligro viviendas, empresas y servicios públicos, así como a más de 35.000 personas en la isla de Maui, donde el fuego arrasó el 80% de la localidad de Lahaina, en la costa oeste de esta isla.
El Argentino
“Gran parte de Lahaina en Maui quedó destruida y cientos de familias locales fueron desplazadas”, sostuvo Green.
Imágenes difundidas en redes sociales muestran las brasas destruyendo esta localidad turística, densas columnas de humo y varios barcos atrapados también en llamas.
En ese contexto, las autoridades aseguraron que debieron rescatar del mar a 50 personas de al menos 100 habitantes de la zona que saltaron al agua para evitar el fuego.
Los militares desplegaron tres helicópteros para ayudar a combatir los incendios, con los que se arrojaron 570.000 litros de agua para controlar los incendios, informó el Comando Indo-Pacífico en un comunicado.
“No queda nada, todo se ha ido, es un pueblo fantasma”, dijo Sarai Cruz, de 28 años, quien huyó de Lahaina con sus padres, su hermana y sus tres hijos.
Brandon Wilson, un canadiense que había viajado a Hawái con su esposa para celebrar su 25 aniversario, dijo a su vez que “realmente parece que alguien llegó y bombardeó toda la ciudad”.
Imágenes difundidas en redes sociales muestran las brasas destruyendo esta localidad turística, densas columnas de humo tiñendo el cielo de negro y varios barcos atracados también en llamas.
Al menos 100 habitantes de la zona saltaron al agua para evitar el fuego, informó a CNN la comandante de la Guardia Costera Aja Kirksey, quien resaltó que unas 50 personas tuvieron que ser rescatadas del mar.
También se han declarado incendios en la Isla Grande de Hawai, pero las autoridades dijeron que estaban bajo control el jueves.
El Argentino
“Todavía tenemos cadáveres en el agua flotando y en el malecón”, comentó Kekoa Lansford, otra residente, a la CBS. “Hemos estado sacando gente (…) Estamos tratando de salvar su vida, y siento que no estamos recibiendo la ayuda que necesitamos”.
Los militares estadounidenses desplegaron tres helicópteros para ayudar a combatir los incendios, informó el Comando Indo-Pacífico en un comunicado.
Las aeronaves militares que ayudan a los bomberos utilizaron el miércoles 570.000 litros de agua para controlar los incendios en el condado de Maui.
En tanto, la red hospitalaria de la isla permanece “saturada” por los pacientes con quemaduras y personas que inhalaron humo, según precisó la vicegobernadora de Hawai, Sylvia Luke, que describió la situación como “dramática”.
Luke consideró que los incendios fueron causados por las condiciones secas y los fuertes vientos del huracán Dora, que se encuentra al sur del archipiélago, pero que no se espera que toque tierra.
Las autoridades del condado pidieron a todos los visitantes que abandonen la isla “lo antes posible” y organizaron autobuses para llevar a los turistas al aeropuerto de Kahului, según un comunicado publicado en Facebook.
El Argentino
En la terminal aérea, según información oficial, al menos 1.400 turistas quedaron varados, ya que sus vuelos fueron cancelados o retrasados y periodistas de la AFP vieron a muchas personas durmiendo en el suelo.
Fenómenos meteorológicos extremos han azotado todo el mundo en las últimas semanas, que según los científicos han sido exacerbados por el cambio climático.
Tres organizaciones no gubernamentales lanzaron hoy la campaña #NoSoyMascota para visibilizar y tomar conciencia de los riesgos que corren más de 135 especies afectadas por el tráfico de vida silvestre, la segunda causa de pérdida de biodiversidad en el mundo y el cuarto negocio ilícito a nivel global que pone a esos animales en peligro e incrementa las enfermedades de origen zoonótico.
Veinte de las 135 especies afectadas por esta problemática están en peligro de extinción y, según la Brigada de Control Ambiental del Ministerio Ambiente y Desarrollo Sostenible, el ranking de las especies más traficadas está integrado por la tortuga terrestre, el loro hablador, el tucán, el flamenco y aves pequeñas.
Para dar visibilidad a esta grave afección, la Fundación Temaikén, el Instituto Jane Goodall Argentina y WCS Argentina lanzaron la campaña #NoSoyMascota para evidenciar el padecimiento que sufren los animales capturados para tal fin, de los cuales sólo uno de cada diez sobrevive y también el riesgo que conlleva trasladarlos a un ambiente doméstico y ponerlos en contacto con otros animales y humanos.
“Se estima que el 75% de las nuevas enfermedades descubiertas en la última década son de origen zoonótico. La diseminación de este tipo de enfermedades, como el Covid-19 y la viruela del mono, se intensifican por el tráfico de animales silvestres, la destrucción de sus hábitats y el cambio climático”, explicó en la presentación de la campaña Carina Righi, coordinadora de Lucha contra el Tráfico de Vida Silvestre de WCS Argentina.
El Argentino
Y explicó que muchas veces estos animales tienen patógenos propios de la especie que se “mantienen en equilibrio, pero el estrés que les ocasiona la captura y el traslado pone en riesgo ese equilibrio” y pueden desarrollar enfermedades que trasladan al nuevo ambiente que pueden afectar a nuestras mascotas y, a veces, también a personas.
“Si conservamos a la fauna en sus ambientes naturales, podemos terminar con la posibilidad de salto y evitar futuras pandemias”, puntualizó.
Durante la presentación de la iniciativa, Paula Gonzalez Ciccia, directora de Conservación y Educación de Temaikén, detalló que solo 1 de cada 10 animales capturados para tráfico de vida silvestre sobrevive.
“Si bien existen centros de rescate especializados que brindan apoyo a las autoridades nacionales y provinciales, la cantidad de animales decomisados supera la capacidad para albergarlos con las condiciones de bienestar que requieren”, apuntó la especialista, y destacó la importancia de “trabajar en educación y sensibilización”.
También explicó que muchas veces, por desconocimiento, las personas adoptan como mascota a alguno de estos animales “para rescatarlos o salvarlos porque creen que es la mejor alternativa para estos individuos”, pero en realidad continúan fomentando el comercio de estas especies.
Laila López Gowland, coordinadora del Comité Ejecutivo del Instituto Jane Goodall Argentina, detalló que además de las especies mencionadas “es creciente la cantidad de felinos y monos traficados como el caí y el carayá negro y dorado” y que “la extracción masiva de estos animales de la naturaleza provoca desequilibrios en todo el ecosistema”.
La especialista diferenció a los animales domésticos de los que “adoptan prácticas que tienen que ver con su presente” y señaló que “esas noticias que muestran que una familia encontró un puma” y este se comporta como un gatito, no quiere decir que este ejemplar esté domesticado ya que “el proceso de domesticación es un proceso de años y años”.
Como parte de la campaña que desde hoy estará presente en las redes sociales también se identificaron varios recintos de los animales que se encuentran en la Fundación de Temaikén para hacer énfasis en que esos ejemplares fueron rescatados del “mascotismo”.
El Argentino
Angá es una de las monas carayá que hasta llegar al bioparque pasó su vida como mascota hasta que la familia que la había “adoptado” entendió que era mejor que esté con otros ejemplares de su especie y se contactó con las autoridades de fauna.
“Cuando llegó a Temaikén, Angá comía pan y papas fritas, había desarrollado hígado graso a consecuencia de la dieta que seguía y rechazaba la comida que le daban los veterinarios”, explicó Cristian Gillet, responsable de recuperación de fauna silvestre del bioparque.
“Tenía lesiones consecuentes con un cautiverio en condiciones de vida inadecuadas: fracturas, dientes enrasados, lesiones en la piel y falta de pelo en la cintura porque llevaba puesta una correa de perro, cuando venía otros monos gritaba, se tiraba en el piso y mordía diferentes partes de su cuerpo”, continuó el especialista.
Con el correr del tiempo Angá adoptó una dieta equilibrada y comportamientos propios de su especie, aunque no pudo volver a su hábitat, lo que ocurre “al 95% de los rescates” de este tipo de monos, dado que son animales que copian con facilidad comportamientos humanos.
Mau es una puma que fue encontrada en 2016 deambulando por las calles de Pilar, llevaba puesto un collar de perro por lo que las autoridades entendieron que se había escapado de una casa en donde la tenían como mascota, y dado que se trata de una práctica ilegal nadie se hizo responsable de la situación.
Como consecuencia de los años de “mascotismo” Mau estaba mal alimentada, con malformaciones en las patas y “le habían sacado las garras, una práctica que se hace para evitar que lastime a otro animal o persona, pero que se hace a través de una intervención”.
En la actualidad, Mau vive en un recinto en el bioparque con otro ejemplar de su especie ya que no puede ser devuelta a su hábitat, pues, entre otras cosas, sin garras no podría alimentarse, pero su historia es relatada por los cuidadores a todos los chicos que visitan el parque como ejemplo de la importancia de no tener animales que no son domésticos como mascotas.