El Gobierno argentino repudió hoy los atentados ocurridos en el norte de Cisjordania y en Tel Aviv, y llamó a “todas las partes y en particular a las autoridades israelíes para que respeten el estatus jurídico, histórico y religioso de ese lugar sagrado”.
A través de un comunicado de Cancillería, también envió a los familiares de las víctimas sus “sentidas condolencias” y exhortó a retomar “la senda del diálogo” para alcanzar “una paz justa y definitiva”.
“Al coincidir esta semana las festividades sagradas de Semana Santa, Ramadán y Pesaj, resulta esencial que los lugares sagrados de Jerusalén puedan ser un lugar de oración y reflexión religiosa pacífica y segura. En ese marco, resultan preocupantes los acontecimientos ocurridos en la Mezquita Al Aqsa y en la Explanada de las Mezquitas”, expresó el documento difundido por el gobierno nacional.
En ese sentido, se hizo un “llamamiento a todas las partes y en particular a las autoridades israelíes para que respeten el estatus jurídico, histórico y religioso de ese lugar sagrado y para que eviten realizar nuevos actos que puedan provocar una escalada de violencia”.
“La Argentina condena enérgicamente los atentados ocurridos en el norte de Cisjordania y en Tel Aviv, como consecuencia del cual murieron tres personas y varias resultaron heridas. En tal sentido, desea transmitir a los familiares de las víctimas sus sentidas condolencias y una pronta recuperación de los heridos”, continuó.
Por otro lado, el Gobierno argentino consideró “inadmisible el lanzamiento indiscriminado de cohetes desde la Franja de Gaza y el sur del Líbano contra Israel”.
“Al mismo tiempo que reafirma su indeclinable compromiso con una solución de dos Estados, la Argentina exhorta a las partes para que retornen a la senda del diálogo y de las negociaciones, a fin de alcanzar una paz justa y definitiva en beneficio de palestinos e israelíes y de todos los pueblos del Medio Oriente”, completó.
Israel atacó objetivos en Siria con aviones y artillería luego de inusuales disparos de cohetes desde ese país vecino, en medio de tensiones entre musulmanes y judíos que llegaron este domingo a un clímax en Jerusalén con simultáneas festividades religiosas, incluyendo la Pascua cristiana, que sin embargo transcurrieron en calma.
Las tensiones ya se habían incrementado la semana pasada cuando policías israelíes irrumpieron en la mezquita de Al Aqsa y golpearon a fieles palestinos que rezaban allí por el Ramadán, algo que causó enorme conmoción en el mundo árabe dada la santidad del lugar.
La violencia en el santuario provocó el lanzamiento de cohetes por parte de milicianos palestinos de la Franja de Gaza y el sur del Líbano a partir del miércoles, e Israel respondió con sendos ataques aéreos.