El sábado y un beso. El Amalfitani y sus cuarenta mil almas. La sobriedad de un escenario solo para tres, como el té. La imagen de una aplanadora sobre un campo y que termina estrellándose contra la pantalla como anuncio del tremendo despliegue visual de las más de horas de show, le dio paso al riff de Paisano de Hurlingham.
Así arrancó Divididos en Liniers. El estadio sin bonete festejó de pie unas veintitrés canciones. Que más se puede pedir, dijo Ricardo. El otoño vestido de primavera. No menos de diecinueve o veinte grados. Treinta y cinco años de banda y tres generaciones cantando bien se podría escribir así: En el marco de su trigésimo quinto aniversario la banda repasó su trayectoria ante un estadio colmado…etcétera. Sería tan correcto como incompleto.
Además, los medios ya se han encargado de escupir la noticia sin derramar una gota de tinta. Entendido esto, y sin ánimo de andar cumpliendo caracteres, fue la banda la que se invitó a su propia fiesta. ¿Qué se puede decir de Divididos, después de tanto camino, tanta historia y que no se haya dicho? Se me ocurrió pensar que estaba viendo, quizás al violero argentino más sensato, o al bajista supremo del rock de habla hispana, pero Mollo se tomó la licencia de esperar más de diez tracks para reventar un solo, lo mismo Arnedo. Sin embargo, estaban ahí, siendo tres. Porque Catriel es tema aparte. Detrás de las bestias, y con un pie descalzo, este batero no necesita para nada, de credencial alguna, reconocimiento o presentación.
Con el trío haciendo lo suyo el primer invitado de la noche. Esa especie de gurú de la música popular, vestido de negro, Gustavo Santaolalla en charango, junto a Javier Casalla en violín, dieron el primer regalo con “Que ves?”. Así, el momento se convirtió en bálsamo, en un espacio común para darle paso al “tiro para el lado de la justicia”, decía Mollo, en la mitad del campo, con un pequeño escenario (para los del “fondo”), un banquito y la viola en la falda rezando “Spaguetti del rock”, solo con los cuarenta mil coristas. Mitad de show.
Cambio de planes. “Vientito de Tucumán”, Arnedo al bombo, Nadia Larcher y el aire norteño que tan bien deja en el aire; “Guanuqueando” con una delicia en los vientos de Tres Mundos federalizando la noche. Pero había un momento de violas, un lugar reservado para quienes no necesitan de ningún tipo de credenciales.
Uno pensaría que era el momento Mollo de la noche, pero no. “Ahora van a escuchar una guitarrista de verdad”, como una confesión, Ricardo invitó a Nana Larguen a compartir “Sisters”, pero también como una manera de mostrar que no es intocable, que está ahí para compartir dejando en claro que lo que hay que tener no es otra cosa que humildad.
En la pantalla los ojos de Atahualpa Yupanqui. La figura indiscutible del hombre folclore y la realidad de “El Arriero” con una vigencia arrolladora. Por supuesto que tenia que estar el último corte y estuvo. “San Saltarín”, acompañado de gaitas y el violín de Casalla, le dieron lugar a “Amapola del 66” con Leticia Lee como un lujito inesperado y concreto. Hasta entonces, el guiño a Sumo con “La rubia tarada” y “Crua Chan” terminaron por poner un manto que cubrió todo. Diego Arnedo con el puño en alto mirando al cielo agradeciendo, en nombre de todos, al destino que trajo a Luca a contarnos su hermoso y visceral cuento.
“Yo tenía doce o trece años –dijo Mollo– y pensaba que todo era Clapton o Hendrix, hasta que apareció Pappo y dije, esto se puede hacer acá, fue un faro”. No se hable más, “Sucio y desprolijo” adelantó lo que iba a venir.
“No voy a presentar a este invitado, un rockero”, soltó Ricardo. Chizzo se colgó la viola, “Sobrio a las piñas” (Quién se ha tomado todo el vino) olía a cereza de postre, pero no, tampoco. Hubo más de lo entregado…algo impensado. Ya estaba bien, había sido demasiado tremendo, demasiado humano, demasiado atravesado por la misma canción de más de dos horas irrepetibles.
Con el diario del lunes bajo el brazo no vale decir La Renga tal o cual cosa porque ya se sabe. Sí vale aclarar el guiño a la jefatura de la Ciudad. En una noche, dos de los tríos más potentes de nuestro suelo, en plena actividad, reventaron por el aire toda fibra posible. “El final es en donde partí” movió la cancha de Velez junto al espíritu de aquellos que encontramos en una canción la respuesta a todo.
“No puedo creer que estoy tocando la guitarra de Ricardo, feliz cumpleaños Divididos, ¡por siempre!”, termino agradeciendo Chizzo. Increíble. Demás está decir que “Ala delta” y “El ojo blindado” cerraron un momento, más que único, épico. Para contradecir a Ricardo y Diego, supieron perfectamente cómo agradecer tanto. De nada, pero es para ustedes: Gracias por el sábado, el beso, la noche y por convertir al otoño en un pedacito de primavera.
Comic-Con Argentina: de regreso en Costa Salguero y con nuevas experiencias
La primera Comic-Con de este año arrancó con su ya conocido despliegue de puestos de venta de cómics, stands de cine, series, videojuegos y cualquier adaptación de los mundos de ciencia ficción, terror, fantasía y animación.
Miles de personas se acercaron desde esta tarde al predio porteño Centro Costa Salguero para participar de la apertura de una nueva edición de la Comic-Con Argentina, que junto a las habituales presencias de figuras nacionales e internacionales, trae en esta ocasión nuevas experiencias y actividades para los fans de la cultura pop.
Con la tentadora visita de los hermanos argentinos Andrés y Bárbara Muschietti, director y productora de la anticipada “Flash” -la nueva entrega del universo cinematográfico de DC que llega a salas el próximo 15 de junio- como las celebridades más importantes entre quienes tendrán su propio panel en el escenario principal, hoy a las 14 se abrieron las puertas del predio al que regresó la convención tras una excepcional mudanza a La Rural en diciembre último.
La primera Comic-Con de este año, que el público podía recorrer este viernes hasta las 22 y luego el sábado y domingo de 12 a 20, arrancó con su ya conocido despliegue de puestos de venta de cómics, más de 200 stands de cine, series, videojuegos y cualquier adaptación de los mundos de ciencia ficción, terror, fantasía y animación que no fallan en atraer tanto a infancias y adolescentes como a las y los adultos que hace casi 15 años vieron la llegada del evento en el país.
En ese sentido, la eternamente favorita franquicia de Star Wars, con cascos de Stormtroopers intervenidos artísticamente y figuras de tamaño real trajeadas como los queridos Obi-Wan Kenobi, Anakin Skywalker y el Mandaloriano llevado a la pantalla chica por el actor chileno Pedro Pascal; se mezclan con los espacios organizados por las principales marcas del audiovisual moderno, que anticipan y fogonean sus contenidos más exitosos y más esperados.
Así, Netflix hizo lo suyo con un enorme stand interactivo promocionando sus megapopulares series “Merlina” y “Stranger Things”, con una escultura del villano Vecna en tamaño real para posar cual víctima de la criatura del “Otro lado”; mientras que desde Warner Bros. Discovery eligieron la mencionada “Flash” junto a “Blue Beetle”, también de DC; la entrañabale sitcom “Friends” y la anticipada película “Barbie”, que estrenará en julio próximo con el protagónico de Margot Robbie y dirección de Greta Gerwig.
Disney tampoco se quedó afuera, y este año eligió poner el foco en la esperada “Indiana Jones y el dial del destino”, la quinta entrega de la franquicia de aventuras que irrumpió en 1981 de la mano de Steven Spielberg con “Los cazadores del arca perdida”, y en la que Harrison Ford se calzará el sombrero y el látigo una vez más, a los 80 años, con la compañía en el elenco de la británica Phoebe Waller-Bridge.
Sin embargo, y en un aparente empujón que busca hacer crecer y asentar con más fuerza la marca entre el público local, en esta oportunidad los locales y actividades se expandieron a lo largo y ancho de los seis pabellones que conforman Costa Salguero, con patios al aire libre poblados de carritos de comida y hasta de un amplio sector dedicado a las y los amantes de lo medieval, con feria, músicos y curiosos combates de esgrima antigua incluidos.
También hay novedades para los gamers tanto de ayer como de ahora, ya que a los torneos de juegos por computadora que pueblan la Comic-Con hace tiempo se sumó en esta edición todo un sector de 700 metros cuadrados de “arcade” con los clásicos “fichines”, desde pinballs, flippers, metegoles y tejos hasta el recordado y bailable “Pump It Up” de principios de los 2000, destinados a remover la memoria emotiva de la convocatoria millennial.
Como de costumbre, ingeniosos y creativos cosplayers de Batman, el implacable asesino serial Michael Myers de la saga “Halloween”, personajes del vasto mundo del animé y el manga y de un sinfín de héroes, antagonistas y criaturas de la ficción; así como las decenas de ilustradores e ilustradores que todos los años se nuclean en el “Callejón de los artistas” para exponer sus obras, marcaron la vibra de una convención que nunca escatima en estímulos y devoción hacia la cultura pop por parte de sus visitantes.
Justamente, el terreno de los dibujantes cuenta además con un anzuelo extra en esta ocasión, con una muestra de obras originales de la histórica “Patoruzú” y una exhibición exclusiva del reconocido artista argentino Ciruelo y sus impresionantes dragones y mundos fantásticos llevados al papel.
Con la promesa lógica de recibir a muchas más personas durante el fin de semana, la Comic-Con Argentina inauguró entonces una nueva edición que confirma su estatus de espacio de pertenencia para incontables apasionados por estas temáticas, cada vez más desmarcados del nicho y de la otrora ¿vergonzante? etiqueta de “nerdismo” con los que siempre se los asoció, para atraer a multitudes.
Por supuesto, entre esos motivos de convocatoria este año no sólo sirve la presencia de los Muschietti, sino la de otros invitados internacionales: este año son la actriz irlandesa Evanna Lynch, conocida por encarnar a la excéntrica Luna Lovegood en la saga fílmica de Harry Potter, y los hermanos hondureños Luis y Daniel Moncada, recordados como los amenazantes primos Salamanca en la aclamada serie “Breaking Bad” y su spin-off precuela “Better Call Saul”, cada uno con sus propios “meet and greet” para fotografiarse con sus seguidores y seguidoras y paneles.
Para los amantes de las series animadas también habrá doble programa con Patty Azan, la voz de Cartman en la ácida “South Park” en el doblaje latino, quien tendrá su propio stand y presencia en el escenario principal, y Rossy, que trabajó dando vida a importantes personajes de “Dragon Ball”, “Sailor Moon” y “Las chicas superpoderosas”.