A contramano de los discursos oficiales que insisten en hablar de “recuperación”, los números duros muestran otra realidad: desde que Javier Milei ganó el balotaje en noviembre de 2023 hasta agosto de 2025, la Argentina perdió 276.624 empleos registrados y 19.164 empresas con personal a cargo.

El dato surge del último informe del CEPA, elaborado en base a registros de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT), que permite dimensionar la profundidad del deterioro laboral en menos de dos años de gestión.

El documento revela una dinámica clara: menos empresas, menos trabajo, más concentración, y un Estado que se reduce a fuerza de despidos masivos mientras los sectores productivos se achican en cadena.

❖ Un país con 30 empresas menos por día

Entre noviembre de 2023 y agosto de 2025, el número de empleadores cayó de 512.357 a 493.193. Son casi 30 empresas que cierran o dejan de contratar gente por día. El golpe no fue homogéneo: el sector más afectado fue Transporte y Almacenamiento, que perdió 4.685 empleadores, una caída del 11,9%.

Otros rubros arrasados:

Comercio: –3.510

Servicios inmobiliarios: –2.952

Servicios profesionales, científicos y técnicos: –2.053

Industria manufacturera: –1.974

Construcción: –1.790

El mapa muestra un derrumbe transversal que incluye actividades ligadas al consumo, a la producción y a servicios estratégicos. No queda un sector sin daños.

❖ El ajuste sobre el empleo: 432 personas por día a la calle

La contracción del empleo registrado es brutal: –2,81% en solo 20 meses. El país pasó de 9.857.173 a 9.580.549 trabajadoras y trabajadores registrados.

El sector más afectado, en números absolutos, es el que el oficialismo suele usar como ejemplo de “gasto improductivo”:

Administración Pública: –86.982 puestos.

Le siguen:

Construcción: –76.292

Transporte y almacenamiento: –59.838

Industria manufacturera: –55.941

En términos relativos, la construcción directamente se desplomó: –16% de su planta laboral.

La caída del empleo estatal no solo afecta oficinas públicas: empuja al desempleo, reduce consumo y acelera la recesión de otros sectores. Un círculo perfecto de achicamiento.

❖ Las pymes pagan el ajuste, pero las grandes despiden más

El informe permite ver cómo impactó el programa económico según el tamaño de cada empresa.

Cierre de empresas

99,63% de las firmas desaparecidas en estos meses son pequeñas y medianas (hasta 500 trabajadores). Las empresas grandes (más de 500 empleados) explican apenas el 0,37% de las bajas.

Despidos

Paradójicamente, los mayores despidos vinieron de las empresas más grandes:

68,15% de los 276 mil empleos perdidos provienen de firmas de más de 500 trabajadores. Las pymes aportan el 31,85% restante.

La conclusión es clara: el modelo mileísta licúa a las pymes, pero las grandes empresas son las que más reducen personal, maximizando ganancias vía recortes.

❖ La economía real se contrae, pero algunos sectores resisten

Hubo muy pocos sectores con crecimiento, mínimo y aislado:

Enseñanza: +40.146 trabajadores

Agricultura y pesca: +15.023

Comercio: +12.461 Salud: +5.829

Son actividades que, aun en crisis, sostienen cierta demanda estructural. Sin embargo, no compensan ni de cerca la caída general del sistema.

❖ Un mercado laboral quebrado

Los datos del CEPA sintetizan el impacto concreto del programa económico libertario:

Menos empleo. Menos empresas. Más despidos en el Estado. Una caída feroz del sector productivo. Concentración del mercado y debilitamiento de las pymes.

En números simples: un país más chico, menos diverso, con menos trabajo y con un tejido empresarial deteriorado que tardará años en recuperarse.

Milei prometió libertad. Lo que muestran los datos es otra cosa: desocupación, cierres, precariedad y un proceso acelerado de desindustrialización.