La madre de Cecilia Strzyzowski, la joven de 28 años desaparecida el 1° de junio en la ciudad chaqueña de Resistencia y por cuyo supuesto femicidio están detenidos su novio, los padres de éste y otras cuatro personas, aseguró que las hipótesis que manejan apuntan a que su hija está muerta y que pudieron haberla “descuartizado y quemado en un campo”, o “molido para darle de comer a los chanchos”.

Gloria Romero pidió además que se investigue si el supuesto viaje que iba a realizar su hija con su novio César Sena “era real, si existían los pasajes”, ya que cree que “si no existieron nunca esos pasajes, significa que le tendieron una trampa, la llevaron a la casa de los Sena y el crimen estaba premeditado”.

En declaraciones televisivas la mujer explicó que, a su criterio, ese supuesto viaje a Ushuaia que planeaba realizar su hija con César Sena, es clave.

“Si los boletos de avión de Corrientes a Buenos Aires y de Buenos Aires a Ushuaia existen, es una cosa, pero si no existen, esto que le pasó a Cecilia era una trampa, estaba premeditado. Fue una trampa para despegar a Cecilia de la familia, para llevarla hasta la casa de los padres de César y para matarla”, explicó la mujer.

Romero afirmó que una de sus sospechas apunta a que su hija “pudo haber visto algo o sabía algo que no debía saber. Si no existen esos pasajes de avión, es que le armaron una trampa para matarla. Ahora quiero saber por qué, qué sabía mi hija para que le hicieran lo que le hicieron”.

Sobre su hipótesis de lo que pudo pasarle a Cecilia, la mujer relató que “hay muchas hipótesis que manejan los investigadores”, pero resaltó dos de ellas, “una más dolorosa que la otra”.

“Una es que la descuartizaron la pusieron en bolsas, la sacaron y la quemaron en el campo, el mismo campo que fue allanado ayer y que pertenece a los padres de César Sena; y la otra que la molieron en una moledora de carne y la dieron de comer a los cerdos”, dijo la mujer respecto al supuesto destino de los restos de su hija.

“Él (por César) siempre decía que los chanchos no te dejan ni los huesos, pero yo lo tomaba como una broma, porque él era un tipo encantador, delante mío siempre lo fue“, explicó la mujer, quien agregó que durante la marcha de ayer “hubo mucha gente” que se le acercó a saludarla y que le decían que el campo de los Sena “es el campo del horror”.