Femicidio de Retiro: la lesión que probaría el crimen de la joven brasileña
Y que la víctima ofreció resistencia y fue empujada desde la ventana del departamento del empresario del agro Francisco Sáenz Valiente (52), el único detenido por el caso.
Una lesión en la zona derecha del pecho y el abdomen descripta con el número 18 en la autopsia de Emmily Rodrigues Santos Gomes, la joven de nacionalidad brasileña que murió al caer de un sexto piso de un edificio del barrio porteño de Retiro, podría probar que la víctima ofreció resistencia y fue empujada desde la ventana del departamento del empresario detenido por el caso, según cree la querella de la familia de la víctima.
“La lesión 18 de la autopsia podría ser la clave de la causa y la que pruebe que fue un crimen”, dijo el abogado Ignacio Trimarco, quien representa a los padres de Rodrigues (26), la joven que en 2018 llegó a Argentina para estudiar medicina pero trabajaba de modelo y hacía cursos de estética y que el 30 de marzo murió al caer al vacío por una ventana del departamento del empresario del agro Francisco Sáenz Valiente (52), por el momento detenido ante la sospecha de que pudo haber cometido un femicidio.
La autopsia concluye que la muerte de Rodrigues fue producida por “politraumatismos” y “hemorragias internas y externas” y en las consideraciones médico legales se deja asentado que una caída desde un sexto piso como en este caso -de menos de 50 metros-, en medicina legal se conoce como “defenestraciones”.
“Ello ha ocasionado un sinnúmero de lesiones previamente descriptas que producen tanto una hemorragia intraabdominal por estallido hepático, una fractura grave de cadera y miembro inferior derecho y una fractura de la primera vértebra cervical, las cuales son idóneas para producir la muerte”, señala el médico legista Héctor Di Salvo.
Son 29 las lesiones que en total describe el forense, pero el abogado Trimarco puso el foco en la número 18 que dice: “Área escoriativa y apergaminada de 13 por 9 centímetros, con patrón de arrastre en tórax y abdomen derecho a la altura del hipocondrio derecho”.
“El borde inferior de la ventana por donde cae Emmily está a 90 centímetros del piso, es decir a la misma altura del pecho. Ese raspón, esa lesión de arrastre, es indicativa de que ella se estaba resistiendo, apoyándose contra la ventana, y termina siendo empujada. Si querés tirarte, pegás un salto y te tirás de cabeza”, opinó Trimarco.
El abogado querellante contó que se aguardan para esta semana una serie de medidas, entre ellas, la declaración de “Dafne”, una cuarta mujer que esa madrugada estuvo en el departamento de Sáenz Valiente, aparte de la víctima Emmily, de su amiga y testigo “Juliana”, y de “Lía”, otra brasileña que declaró haberse ido antes de que se produjera la caída de la joven de 26 años.
Trimarco confió que otra de las medidas de prueba pendientes es un peritaje que pidió sobre las grabaciones de audio de los llamados al 911 que el imputado hizo desde el departamento. En esos audios, a Sáez Valiente se lo escucha decir: “Traten de venir rápido (…) Está gritando mucho, está como poseída”.
“Pedí que se filtre el audio para poder dejar la voz de Emmily en primer plano y de esa manera poder escuchar con más claridad qué estaba gritando antes de caer del sexto piso. Para nosotros se escucha claramente que ella está pidiendo auxilio y así lo interpretaron también algunos vecinos, como una mujer de un edificio de enfrente que también llamó al 911 para decir que, antes de caer, la chica estaba pidiendo que llamen a la policía”, reveló Trimarco.
En el departamento se secuestraron preservativos usados que fueron enviados a peritajes de ADN y armas de fuego – que aparentemente estaban guardadas y no se usaron-, pero lo curioso es que no se halló ninguna droga, pese a que el propio imputado y los testigos reconocieron que habían consumido cocaína.
Hasta se habló de “tuci” (por la traducción de 2C-B, sus siglas en inglés), la droga alucinógena mal llamada “cocaína rosa”, que combina los efectos alucinógenos del LSD con los eufóricos del MDMA.
Diez son los días hábiles que tiene el juez de la causa, Martín Del Viso, quien subroga el Juzgado en lo Criminal y Correccional 31, para definir la situación procesal del único detenido en la causa.
Cuando fue indagado por el juez Del Viso y por el fiscal que también interviene en la causa, Santiago Vismara, de la Fiscalía en lo Criminal y Correccional 10, Sáenz Valiente afirmó que Emmily tuvo un “brote psicótico”, que se puso agresiva y que ella buscó una ventana para tirarse al vacío”.
Incluso, contó que la chica lo mordió a él y a su amiga Juliana, y que si cayó desnuda fue porque en el forcejeo que tuvo cuando intentó que ella no se arrojara, él le arrancó los pantalones.
Según se pudo reconstruir, la noche del miércoles 29 de marzo último, Emmily fue a cenar al restaurante Gardiner de la Costanera norte con amigos, de allí fue al bar Isabel de Palermo y junto a su amiga Juliana y otras dos mujeres brasileñas, fue al departamento de Sáenz Valiente en el sexto piso del edificio de la calle Libertad 1542, en Retiro, a metros del shopping Patio Bullrich.
Según los investigadores, tras una madrugada de excesos, aparentemente Rodrigues cerca de las 9 de la mañana sufrió un ataque de nervios, tras lo cual terminó cayendo por una ventana al patio interno del pulmón de manzana del edificio, en una muerte que la Justicia intenta dilucidar si se trató de un femicidio o de un suicidio en el marco de algún tipo de ingesta de estupefacientes.
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Un principal de la Policía de la Ciudad acusado de encubrimiento en el juicio por el crimen de Lucas González, el adolescente de 17 años atacado a tiros junto a tres amigos en 2021 en el barrio porteño de Barracas, declaró hoy que otro de los efectivos imputados de haber disparado fue quien plantó el arma que se secuestró en el auto en el que iban las víctimas.
Se trata del principal de la Comuna 4D Héctor Claudio Cuevas (50), quien esta tarde dijo ante Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 25 que vio al oficial Gabriel Alejandro Issasi (41) vestido de civil cuando “tira el arma” en la parte trasera del vehículo, luego de que otro de los policías enjuiciados, el subcomisario Roberto Orlando Inca (47), le indicó “anda a poner eso”.
Cuevas contó que él estaba en la escena del crimen cuando vio llegar a Inca primero e impartir indicaciones a los otros efectivos allí presentes, tras lo cual, arribó un oficial de apellido “Torres” en una moto y junto a un hombre vestido de civil y con “gorrita blanca”.
Según el declarante, esta persona va a hablar con Inca, que estaba cerca suyo, y escuchó cuando el subcomisario le dijo “andá a poner eso”.
Luego, la misma persona se acercó hasta la parte trasera del Volkswagen Suran -en el iban Lucas, Julián Salas (19), Joaquín Zuñiga (19), y Niven Huanca (19)-, que estaba abierto y “tira el arma”.
“Yo entré en pánico, pensé en mi familia, en mis hijos…”, recordó Cuevas, quien explicó que no declaró esto antes por miedo.
A su vez, el principal aclaró que recién cuando vio “en las noticias” a los primeros detenidos reconoció a Issasi como la persona vestida de civil que tiró el arma.
“Lo que hicieron es una locura”, añadió Cuevas, quien al momento de declarar lo hizo sin la presencia en el recinto de los demás policías acusados.
Este efectivo también le pidió perdón al abogado querellante, Gregorio Dalbón, quien le respondió: “Solo Dios perdona.”
Ante la declaración de Cuevas, tanto Dalbón como el fiscal Guillermo De la Fuente plantearon que se solicite a la Oficina de Transparencia de la Policía de la Ciudad informes sobre la geolocalización de la moto del efectivo Torres y de su celular para chequear los datos aportados por el principal arrepentido.
🚨Crimen de Lucas González: se quebró el pacto de silencio
🗣El policía Héctor Cuevas denunció que el arma la plantó Isassi
En tanto, el tribunal pasó a un cuarto intermedio hasta el 6 de junio próximo cuando se espera que, tal como lo adelantaron hoy varios defensores, declaren otros policías acusados a raíz de lo que contó Cuevas.
“Fue muy importante porque lo que acaba de decir (Cuevas) es que no fue un loquito que tiró. Sino que dijo tener miedo por su familia porque como lo asesinaron a Lucas, lo pueden asesinar a él”, señaló a la prensa el abogado Dalbón al retirarse esta tarde del recinto.
Juicio por el homicidio de Lucas González: "Esto no fue el tiro de un loquito", cuenta Gregorio Dalbón, abogado de la familia de Lucas, sobre la declaración del policía que terminó con el pacto de silencio. pic.twitter.com/sfIXLAcvGu— IP noticias (@_IPNoticias) June 1, 2023
Para el letrado, “el complot del encubrimiento ha quedado absolutamente probado” porque Cuevas “dijo quién le colocó el arma, cómo la fueron a buscar el arma, cómo la trajeron y como la introdujeron en el auto”.
“Hoy estamos probando lo que siempre dijimos: que no eran ladrones, que eran futbolistas, que eran inocentes y que por su color de piel los marcaron, los cazaron y los balearon y los quisieron matar. Y encima hicieron una puesta en escena”, aseguró Dalbón, emocionado.
El abogado consideró que le parece “loable y valiente” lo que declaró Cuevas ya que por ello “lo pueden matar” y en ese sentido señaló: “Este hombre convive con las personas a las que acaba de acusar y ellos no perdonan.”
Además de Issasi, a este juicio llegaron imputados del homicidio el oficial mayor Fabián Andrés López (48) y el oficial Juan José Nieva (37).
El crimen del jugador de las divisiones inferiores del club Barracas Central fue cometido el 17 de noviembre de 2021 cuando iba junto a sus amigos a bordo de un Volkswagen Suran que fue interceptado por un Nissan Tiida en el que circulaban tres policías de la Brigada 6 de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad que les hicieron señas para detenerse.
Como no tenían identificación policial, los chicos pensaron que podían ser ladrones e intentaron escapar, momento en que los efectivos les dispararon y un balazo impactó en la cabeza de Lucas, quien murió al día siguiente en el Hospital El Cruce de Florencio Varela.
Por el color de su piel, le plantaron un arma. A los amigos, los torturaron y a él, lo MATARON! #LucasGonzalez Parte de la Policía de la Ciudad de Bs As. Así te cuidan (?) Y los medios lo taparon todo! pic.twitter.com/58UeF0QCPE— Lu 💫 (@kuestaarriba) June 1, 2023
De acuerdo con la investigación, tras disparar contra los jóvenes, los policías intentaron simular que se había tratado de un enfrentamiento con delincuentes, maniobra a la que se habrían sumado otros efectivos, que “plantaron” un arma en el auto de las víctimas.
A los tres miembros de la Brigada la Justicia les adjudica la coautoría del delito de “homicidio agravado por haber sido cometido con alevosía, por placer, por odio racial, por el concurso premeditado de dos o más personas y por cometerse abusando de su función o cargo por un miembro de una fuerza policial”.
Hoy : otra jornada de juicio por el fusilamiento de Lucas Gonzalez por los asesinos con uniforme de la policia de la ciudad. Ningún medio cubriendo… pic.twitter.com/VaZD6uNX2b— Claudita 💚 (@claudipertz77) May 30, 2023
Además, enfrentan cargos por las “tentativa de homicidio agravado, falsedad ideológica y privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional y sin previsión de la ley”, en el caso de los amigos de Lucas.
En tanto, otros 11 policías de la Ciudad, también detenidos, están siendo juzgados por el encubrimiento del crimen de Lucas y las torturas a las que fueron sometidos los otros chicos.
Se trata del comisario inspector del Departamento Comunal Vecinal 4 Daniel Alberto Santana (50); el comisario de la Comuna Vecinal 4A, Rodolfo Alejandro Ozán (54); el comisario de la Comisaría Vecinal 4D, Fabián Alberto Du Santos (51); el comisario de la Comuna 4D, Ramón Jesús Chocobar (48) y el comisario Juan Horacio Romero (51) y el subcomisario Inca, ambos de la División Sumarios y Brigadas de la Comuna 4.
También son juzgados el principal Cuevas y los oficiales de la Comisaría Vecinal 4D Sebastián Jorge Baidón (28), Jonathan Alexis Martínez (34), Ángel Darío Arévalos (34) y Daniel Rubén Espinosa (33).