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Papa Francisco: «En la guerra no se baila el minué, se mata, y hay una estructura de venta de armas que lo favorece»

Su Santidad dejó definiciones precisas en una entrevista con la presidenta de la agencia Télam.

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El Papa Francisco dialogó con la presidenta de la agencia Télam, Bernarda Llorente, sobre las problemáticas mundiales de un tiempo que caracterizó como de «crisis de civilización».

En la entrevista habló de la salida de la pandemia, la emergencia ambiental, las guerras que desangran al mundo y la impotencia de las instituciones multilaterales para ponerles fin, la manipulación mediática, la proliferación de los discursos de odio y el desánimo y el pesimismo.

Definiciones de Francisco sobre la crisis global, ambiente, guerra, medios y los cambios en su vida

Frases del Papa Francisco con Télam

El solo hecho de que África no tenga las vacunas o tenga las mínimas dosis quiere decir que la salvación de la enfermedad fue dosificada por otros intereses

Francisc sobre la pandemia

El conflicto es algo cerrado, busca la solución dentro de sí y se destruye a sí mismo. La crisis es necesariamente abierta, te hace crecer. Una de las cosas más serias en la vida es saber vivir una crisis, no con amargura.

francisco y la crisis social

Dios perdona siempre, los hombres perdonamos de vez en cuando pero la naturaleza no perdona nunca. Se la cobra.

francisco y la Emergencia ambiental

Hay una expresión de los aborígenes del Amazonas que me encanta: el ‘vivir bien’. Ellos tienen la filosofía del vivir bien, que no tiene nada que ver con nuestro porteño ‘pasarla bien’ ni con la ‘dolce vita’ italiana. Se trata de vivir en armonía con la naturaleza.

francisco sobre el medio ambiente

Los necesitamos porque son ellos los que tienen que plantear la salvación a las políticas universales. Les digo a los jóvenes que no es solo la protesta, también deben buscar la manera de hacerse cargo de los procesos que nos ayuden a sobrevivir.

francisco para los Jóvenes

Hay gente que se lamenta continuamente de los males de la época. Pero hay algo que ayuda mucho contra este narcicismo, desánimo y pesimismo, que es el sentido del humor.

Males de la época según francisco

En la guerra no se baila el minué, se mata, y hay toda una estructura de venta de armas que lo favorece.

francisco y el negocio de la guerra

Después de la Segunda Guerra Mundial hubo mucha esperanza en las Naciones Unidas. No quiero ofender pero en este punto no tiene poder para imponerse. Para parar una guerra, para resolver una situación de conflicto como la que estamos viviendo hoy en Europa, no tiene poder.

francisco sobre la onu

En este momento hace falta valentía y creatividad. Sin estas dos cosas, no vamos a tener instituciones internacionales que puedan ayudarnos a superar conflictos tan graves.

francisco y la geopolítica

Las cosas que hice no las inventé ni las soñé después de una noche de indigestión. Recogí todo lo que los cardenales habíamos dicho, en las reuniones pre-cónclave, que debía hacer el próximo Papa.

francisco y los cambios en la iglesia

Me gusta hacer una distinción entre pastores de pueblo y clérigos de Estado. A veces los curas tenemos la tentación de noviar demasiado con los poderes y ese no es el camino.

francisco y el poder real

Con la guerra hubo toda una disputa por una declaración que hice en una revista jesuita: dije ‘aquí no hay buenos ni malos’ y expliqué por qué. Pero se tomó esa frase sola y dijeron: ‘¡El Papa no condena a Putin!’

El papa sobre los medios de comunicación

Opinión

Maduro: un candidato- programa parido por las masas

La ecuación rebelde en una Revolución “bonita” comprometida con la “máxima felicidad posible para todos y todas” .

Publicado hace

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Por Fernando Buen Abad Domínguez 

Pesan más de 900 sanciones económicas impuestas por USA contra Venezuela, con las heridas sociales que implica, y eso no impidió el registro clamoroso de Nicolás Maduro como candidato a un nuevo periodo presidencial. Fue un clamor de pueblo movilizado que, desde sus entrañas dolidas y heroicas, ha debido soportar “a pie firme”, la insolencia y la estulticia imperial yanqui. Y a pesar de todo ese pueblo ha encontrado las fuerzas históricas indispensables para no sucumbir arrodillado por extorsiones y humillaciones a destajo. Una muchedumbre, con vocerío preclaro, sacó a las calles y las avenidas su mensaje hondo y nítido, conmovedor por inamovible: “¡váyanse al carajo, yanquis de mierda!” la derrota de la derecha parece inevitable. 

Están resistiendo una de las más virulentas ofensivas económico-mediáticas, desencadenada contra el programa bolivariano y socialista. Los gringos han sobrepasado el inventario de sus agresiones conocidas y han desplegado repertorios peores a manos de las jaurías neoliberales y sus secuaces “mass media”. Lo que han hecho contra el pueblo venezolano es una canallada insoportable. Han llegado a usar el nombre de su país con sorna y desprecio. Repudiemos la guerra de desprestigio instalada contra Venezuela. Que no se naturalice el odio de clase como sustituto del debate.

Y la respuesta de “los hijos de Bolívar” se despliega en clave electoral, por la vía de la democracia. Acudió ese pueblo extraordinario a registrar al candidato Nicolás Maduro. Preparan una contraofensiva ayudados con las urnas, las leyes y orgullo de contar con una estructura electoral impecable, revisada y avalada por los organismos y los expertos más exigentes del planeta. Contraofensiva de dignidad que extrae la artillería de la cordura y la autodefensa, de los arsenales históricos del chavismo para no caer en las provocaciones y las emboscadas del imperio gringo. Irán por los votos para impulsar una victoria contundente e histórica. 

Desde luego la derecha y sus corifeos, se precipitan para interrogar airadamente, como si tuviese algún derecho para interrogar, “la reelección”, “el régimen”, “la dictadura” y el manto de la virgen… claro sin pasar revista al escándalo de corrupción macabro que pudre desde sus entrañas al capitalismo, que ellos tanto aman, empeñado en destruir todo signo de civilización y toda dignidad humana. Ahora el programa revolucionario del socialismo bolivariano se ensancha en un “polo patriótico” que teje la trama de las alianzas emergentes en un mundo post pandemia, ensangrentado, saqueado, explotado y humillado hasta el hartazgo. Así y todo, han encontrado el medio y el modo para organizar la resistencia y la rebeldía en unidad. 

Es “imperfecto” ese socialismo dicen algunos desde las diestras y las siniestras. Es “incompleto”, añaden otros. “No es Marx”, “no es Lenin”, “no es Trotsky”, reclaman aquellos. No es Chávez rumoran los más delirantes. Y es que muchos, no todos, omiten lo que se escucha en las calles. Ignoran lo que mandatan críticamente los miles de asambleas populares que organizan la voluntad política del pueblo de Chávez como plan de lucha electoral que lleva a Nicolás Maduro al Consejo Nacional Electoral para hacerlo candidato nuevamente. 

Es cierto que no todos o todas están “contentos”, es verdad que hay fatigas y hay heridas. Es verdad que falta mucho, que hay deudas y que hay demoras. Que las más de 900 sanciones imperiales no lo explican todo y que sigue habiendo desigualdades añejas con distorsiones nuevas y viejas. Que hubo traiciones, puñaladas y bofetadas de corrupción escandalosa y que faltan soluciones más enérgicas con sanciones ejemplares para los traidores. Y, para que todo eso pueda superarse, el pueblo bolivariano extiende un nuevo “voto de confianza” esta vez transversal al programa de la Patria que marca la dirección política de esta etapa renovada. Es una dialéctica histórica que enloquece a los pitucos y a sus apellidos.

Hasta para seguir disputando su derecho a ser libres, miles y miles de asambleas de barrio, han decidido optar por el candidato Maduro. Por cierto, indica pobreza intelectual severa o mala fe, emitir afirmación, cualquiera, sobre Venezuela, omitiendo el peso de las más de 900 sanciones que son por sí mismas un crimen de lesa humanidad. Algo muy bueno para su pueblo debe estar haciendo el chavismo que enoja tanto a la burguesía. Recrudecerán en los meses próximos las campañas del odio que han pretendido desfigurar el impulso revolucionario de las masas populares venezolanas. Intentarán crear las condiciones para un “escarmiento” macabro que extinga la osadía de querer ser soberanos, igualitarios y comunitarios. El imperio amenaza con sus palabrejas apocalípticas para destruir las libertades y las dignidades democráticas. Las comparsas mediáticas exhiben sus circos con la esperanza mercenaria de insuflar los influjos siniestros de los oligopolios mediáticos.

Está activado un movimiento de masas que construye su agenda de lucha inspirado en sus propias luchas. Se hermana con las victorias históricas de otros pueblos y entiende el rol de las generaciones que se dan cita para garantizar soberanía a sus riquezas naturales y a sus riquezas morales. Que las tiene y muchas en cantidad y en calidad. Nicolás Maduro es signo de la resistencia disciplinada, cuya tarea histórica es contribuir a perfeccionar el socialismo bolivariano de Venezuela. Se lo ordena la Revolución misma. Su campaña será obedecer la orden hacia un gran avance revolucionario. Del dicho al hecho. Eso significa mucho en el actual periodo revolucionario pese a los miles de obstáculos y afrentas porque el cometido electoral de Maduro no es sólo la victoria. 

El mandato es una victoria contundente y han de saberlo muy bien todos los obreros, los campesinos, los estudiantes, ellos y ellas de todo el mundo, porque este proceso electoral ya no es sólo un asunto de Venezuela, es sin duda, un asunto continental y global del que surgiría una geopolítica cargada con novedades.

No habrá “electores” con sentido quietista o contemplativo, todos y todas saben que su voto es un documento histórico de lucha en el que habita el avance dialéctico y revolucionario que, todavía, no conocen muchos pueblos y que ha costado trabajo entender en el estado actual de alienación mundial. Maduro es ya candidato, y deberá ser escuchado atentamente porque su voz no es otra que la de un pueblo indicando los pasos de su Revolución. 

Maduro es un candidato-programa, parido por las masas para multiplicar las fórmulas de la ecuación rebelde en una Revolución “bonita” comprometida con la “máxima felicidad posible para todos y todas”. La nominación de Maduro como candidato será movilización permanente del vocerío revolucionario escrito por la mano de campesinos y obreros de todos los frentes en lucha que son soporte crucial y futuro único. Será acción directa e irreductible porque su pueblo lo ordena. Acción directa de una democracia revolucionaria que no se detendrá, aunque muchos la ignoren o la desprecien.

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