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Cambio climático

Cielo nublado y chaparrones en el AMBA

Y alerta en 8 provincias por tormentas fuertes.

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Este sábado se presenta en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense con cielo mayormente nublado, probabilidad de chaparrones durante la tarde y noche, vientos del sector norte rotando al este y una temperatura que tendrá una mínima de 17 grados y una máxima de 25, informó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).

Para mañana, domingo, jornada en la que se celebrarán las elecciones nacionales, el organismo prevé una jornada con cielo nublado, tormentas fuertes a la madrugada, que luego serán aisladas hasta la tarde, lluvias por noche, viento del sector este, y una temperatura que se ubicará entre los 18 grados de mínima y 24 de máxima.

En tanto, el lunes está pronosticado cielo nublado, con tormentas aisladas durante todo el día, viento del sector este y una temperatura mínima de 17 grados y máxima de 22.

Alerta en 8 provincias por tormentas fuertes

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió esta mañana alertas naranjas y amarillas por tormentas fuertes, que pueden estar acompañadas por caída de granizo, para zonas de Salta, Córdoba, Santa Fe, Mendoza, Buenos Aires, San Luis, La Pampa y Río Negro.

Las zonas alcanzadas por alerta de nivel naranja son el sur cordobés, en zonas como General Roca, Presidente Roque Sáenz Peña; y el oeste de Buenos Aires en localidades como Adolfo Alsina, Daireaux, Guaminí, Pellegrini, Salliqueló, Trenque Lauquen y Tres Lomas.

La misma advertencia fue emitida para el norte de La Pampa en las zonas de Brand Atreucó, la Capital, Catriló, Conhelo, Guatraché, Quemú Quemú, Toay, Utracán, Chapaleufú, Maracó, Rancul, Realicó y Trenel.

Estas áreas tendrán lluvias y tormentas de intensidad fuerte o localmente severa, según señaló el organismo.

Las mismas pueden estar acompañadas por caída de granizo, ráfagas intensas, fuerte actividad eléctrica y abundante caída de agua en cortos períodos, donde se esperan valores de precipitación acumulada entre 40 y 90 milímetros, pudiendo ser superados de manera local.

En tanto, el organismo emitió alertas de nivel amarillo para las localidades salteñas de General José de San Martín, Yungas de Iruya, de Orán y de Santa Victoria.

También para gran parte de la provincia de Mendoza, como el este de Las Heras, La Paz, Lavalle, San Martín, Santa Rosa, General Alvear, zona baja de San Rafael; además de todo el territorio de San Luis y el centro-sur de Córdoba como en las localidades de General San Martín, Marcos Juárez y Unión.

Además, otras ciudades del sur de Santa Fe, como Caseros y General López tienen esa alerta por tormentas intensas para gran parte de la provincia de Buenos Aires, incluida la costa atlántica.

La alerta amarilla también rige para gran parte de La Pampa y todo el territorio de Río Negro.En estas zonas serán afectadas por lluvias y tormentas aisladas, algunas localmente fuertes, que pueden estar acompañadas por ráfagas, importante actividad eléctrica, ocasional caída de granizo y abundante caída de agua en cortos períodos.

Se esperan valores de precipitación acumulada entre 10 y 20 milímetros, pudiendo ser superados en forma puntual.

El organismo meteorológico recomendó a los habitantes de todas las zonas bajo alerta por lluvia que no saquen la basura y retiren objetos que impidan que el agua escurra, que eviten actividades al aire libre y que no se refugien cerca de árboles y postes de electricidad que puedan caerse.

Para minimizar el riesgo de ser alcanzado por un rayo, el SMN aconseja evitar permanecer en playas, ríos, lagunas o piletas y estar atento ante la posible caída de granizo.

Cambio climático

Más drama: vuelven las lluvias al sur de Brasil

Según el último balance de Defensa Civil, 408.000 personas salieron de sus hogares, de las cuales más de 70.000 están en centros de abrigo.

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El sur de Brasil no conoció tregua: la lluvia se abatió de nuevo este viernes sobre Porto Alegre mientras la población se esforzaba por recobrar algo de normalidad, a la vez que el número de desalojados por las inundaciones se duplicó en las últimas horas.

Las torrenciales lluvias que cayeron desde fines de abril provocaron crecidas de ríos en el estado Rio Grande do Sul y afectaron a casi dos millones de personas, con un saldo de 116 fallecidos y 756 heridos. Con 143 personas aún desaparecidas, las autoridades temen que el total de víctimas siga aumentando, mientras la región se prepara para precipitaciones “intensas” el fin de semana.

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El número de personas obligadas a abandonar sus hogares por la catástrofe -que expertos y el gobierno brasileño vinculan al cambio climático-, casi se duplicó en las últimas 24 horas. Según el último balance de Defensa Civil, 408.000 personas salieron de sus hogares, de las cuales más de 70.000 estaban en centros de abrigo. En algunos de ellos, las autoridades trataban de instaurar el orden tras denuncias de robos y violencia.

La capital Porto Alegre intentaba recuperar cierta normalidad, con un número mayor de comercios abiertos y un fuerte tránsito tras un descenso de las aguas, constató la AFP. Pero la lluvia volvió a caer con fuerza a media mañana. La región esperaba precipitaciones con “vientos intensos y caída de granizo” este viernes, según el Instituto Nacional de Meteorología.

El sitio especializado MetSul Meteorologia informó de “un nuevo periodo de intensa inestabilidad” atmosférica, con acumulados de precipitación que podían llegar al lunes hasta 200 mm en esta ciudad del sur brasileño. El agua potable envasada sigue siendo un bien muy escaso. Los camiones cisterna que abastecen a refugios, hospitales, edificios y hoteles circulan sin cesar. Muchos restaurantes y tiendas de venta de alimentos preparados permanecían cerrados ante el corte en el suministro de agua.

Más allá de la tragedia humana, la violencia de las aguas dañó o destruyó más de 85.000 viviendas y sus efectos devastadores son visibles para la economía de Rio Grande do Sul, un estado agrícola y ganadero con el quinto PIB entre los estados brasileños. En las regiones arroceras que rodean Porto Alegre, el nivel de las aguas mantiene los cultivos inaccesibles. Si bien en algunas plantaciones de arroz -un cultivo que requiere de anegamiento- comenzaban a verse las pequeñas plantas, otras estaban completamente bajo agua.

El arroz es una de las principales producciones de Rio Grande do Sul. También es un alimento tradicional en la mesa de los brasileños. Los cultivos de “arroz hasta con dos metros de agua se perdieron”, afirmó Daniel Dalbosco, que tenía 300 hectáreas de campo en Eldorado do Sul, al oeste de Porto Alegre. Sus vecinos “perdieron entre 40 y 50 hectáreas. Fue muy, muy complicado”, agregó a la AFP.

El desastre en Rio Grande do Sul fue producto del “golpe doble” del cambio climático y el fenómeno meteorológico El Niño, afirmó Clare Nullis, potavoz de la agencia de la ONU sobre meteorología OMM. “Incluso cuando El Niño se desvanezca, los efectos de largo plazo del cambio climático están con nosotros. Cada incremento de una fracción de un grado de temperatura significa que nuestro clima se hará más extremo”, dijo Nullis en rueda de prensa en Ginebra. “El clima está en esteroides” y las inundaciones extremas, las sequías y olas de calor intensas continuarán, afirmó. “Cuando estamos en guerra con la naturaleza (…) La naturaleza contraataca y desafortunadamente golpeó a Brasil”, dijo Nullis.

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