El fiscal Juan Ignacio Calonje ordenó que un grupo de expertos de la Policía Federal Argentina lleve adelante estudios complementarios a la autopsia realizada al cuerpo de Daiana Abregú, la joven que murió cuando estaba alojada en un calabozo de la comisaría de la ciudad bonaerense de Laprida, en una medida que había sido objetada por las querellas.

Y sin haberse informado el resultado, surgió la versión “extraoficial”, dando cuenta que las conclusiones daban cuenta de un suicidio, cuando en la segunda autopsia se determinó que Abregú (de 25 años y madre de un niño de dos) que su muerte fue producto de asfixia y en tal sentido, hay cinco efectivos policiales detenidos y procesados con prisión preventiva por el delito de homicidio calificado.

Como respuesta a estos rumores, que dejaron trascender “fuentes judiciales”, la Comisión Provincial por la Memoria emitió un comunicado donde indicó que “el ateneo de peritos por la muerte de Daniela Abregú ocurrida el 5 de junio pasado en la comisaría de la localidad bonaerense de Laprida, aún no finalizó, por lo cual no existen conclusiones”.

«Frente al incumplimiento del Protocolo de Minnesota en la primera autopsia, que establece una serie de procedimientos sobre cómo deben realizarse las investigaciones por muertes producidas bajo custodia del Estado, insistimos en la realización de una segunda autopsia cuyo resultado contradijo la primera«, se recordó.

Además, señalaron que “pero así como en su momento el fiscal Calonje rechazó una segunda autopsia, ahora negó nuestro pedido de la CPM y avanzó con la realización del informe médico a cargo de peritos de la Policía Federal«.

Tras la observación conjunta del material existente sobre las dos autopsias, todos los peritos acordaron sobre la causal de muerte que existió un «síndrome asfíctico secundario a una posible ahorcadura con compresión extrínseca», lo que no descartaría la participación de terceras personas.