Una pareja fue detenida, en el barrio porteño de Villa Riachuelo, acusada de cometer estafas telefónicas a personas de avanzada edad, a quienes mediante el “cuento del tío” les hacían entregar sus ahorros en dólares, con los que luego adquirían autos de alta gama, informaron hoy fuentes policiales.
La investigación se inició con la denuncia de una mujer a la que le robaron 800 mil dólares -entre efectivo y joyas- mediante el engaño conocido como “corrida cambiaria”, en el que un supuesto familiar llama para advertirle a la víctima que debe cambiar las divisas estadounidenses de “cara chica” ante una inminente corrida en el sector financiero.
En este caso -como en otros que se le atribuyen a la misma pareja-, la víctima cree estar al habla con un familiar que -con distintos artilugios, que incluyen gritos desesperados y órdenes para que actúe con celeridad-, termina por convencerla de entregar sus bienes a una persona que llegará a la casa para buscarlos.
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De acuerdo a la denuncia de la víctima, entregó a los estafadores 160 mil dólares, joyas, dos relojes suizos, anillos de oro y platino, pulseras, una moneda mexicana y una medalla de oro con cadena del mismo metal, contabilizando todo un valor de 800.000 dólares.
En el caso comenzó a trabajar personal de la División Defraudaciones y Estafas, dependiente del Departamento Delitos Económicos de la Policía de la Ciudad, que llevó adelante una investigación para dar con los responsables del hecho, con intervención de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Número 18, a cargo de Marcelo Ruilópez.
A partir de un relevamiento de cámaras de seguridad, y con la colaboración del Anillo Digital, los pesquisas lograron identificar la patente de un auto en el que se sospechaba que se movilizaban los estafadores y de allí surgió que en una oportunidad ese mismo vehículo había sido perseguido por las autoridades hasta encontrarlo en el barrio de Villa Lugano.
Con la anuencia de la justicia, la investigación continuó con el análisis de perfiles de redes sociales y entrecruzamientos de llamados aportados por las antenas de teléfonos.
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De allí se pudo identificar a dos personas, ambas integrantes de la comunidad gitana, que se dedicaban a cometer las estafas desde un domicilio ubicado en José León Suárez al 5400, del barrio porteño de Villa Riachuelo.
Por orden del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 40, a cargo de Paula González, la policía allanó esa casa y detuvo a la pareja acusada.
Del análisis de los elementos hallados en el procedimiento, se logró el secuestro de un Volkswagen Fox blanco que se encontraba a nombre de uno de los imputados.
Pero la pesquisa continuó, y del análisis de documentación secuestrada en el domicilio -entre ella, facturas de alquiler de cocheras- se dispuso poner una consigna policial en un local ubicado en la calle J M Moreno, donde se hallaban tres vehículos de alta gama (dos camionetas Volkswagen Amarok y automóvil un Volkswagen Vento GLI) adquiridos con fecha posterior al robo cometido contra la mujer y que estaban también a nombre de los imputados.
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Finalmente, se halló un quito rodado a nombre de los investigados -un Volkswagen Golf GTI blanco-, secuestrado junto al resto por orden judicial.
Además, en los procedimientos los efectivos les incautaron 11 teléfonos celulares, siete smartphones, una tablet, una notebook, un DVR del sistema de vigilancia, tres cajas de celulares, joyas, 200 dólares, pendrives, llaves de vehículos, tarjetas de débito de asignaciones familiares y documentación.
Las fuentes informaron que de las diversas escuchas telefónicas llevadas a cabo para dar con los estafadores surgieron otros casos de robo mediante el “cuento del tío” que llevaron a cabo.
Uno de ellos fue cometido contra una mujer que entregó 500 mil dólares tras ser engañada cuando una supuesta sobrina la llamó para decirle que necesitaba dinero para sacar de prisión a un familiar que en un accidente de tránsito había atropellado y matado a una embarazada.
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De otra escucha, en tanto, surgió otra estafa cometida contra otra mujer mayor que entregó sus ahorros de 5.000 dólares y otra suma en pesos también al caer en el engaño de la “corrida cambiaria”.
La Regional CABA de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) repudió enérgicamente los hechos acontecidos en el Hospital General de Agudos Carlos G. Durand este lunes, tanto en el sector de Ginecología como en la cartelera del gremio ATE.
En un comunicado firmado por Ramiro Geber y Enrique Rocatti, titulares de la organización, la APDH expresó su “profundo rechazo a los actos de violencia y amenazas” que tuvieron lugar en el hospital público.
“Consideramos que, a 40 años de recuperar la democracia, en un hospital público no deberían suceder estos hechos lamentables, violentos y que atentan a las instancias superadoras en la convivencia laboral, ciudadana y por sobre todas las cosas al respeto en un espacio de cuidado de la salud y del otro”, señala el comunicado.
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La APDH considera que “estos acontecimientos están fuera de lugar en todo espacio público y privado” y que “estos procedimientos utilizados por la última dictadura militar no tienen lugar en nuestra Patria, 40 años después de recuperar el Sistema Democrático Gobernante”.
“Debemos sancionar a los que comentan estos ilícitos, son contravenciones a los derechos humanos”, afirma la organización.
Y añade: “Desde un espacio de promoción y protección de los derechos humanos, como es la APDH, decimos Nunca Más, a todo tipo de atropello a los derechos individuales o grupales, y solicitamos a las Instituciones afectadas las denuncias correspondientes, dando nuestro apoyo y acompañamiento de ser solicitado, para que no se naturalicen los episodios de violencia como estos. Por una Argentina de todos y para todos, sin discursos de odio, acciones violentas y restricciones al ejercicio de la plena democracia. Memoria, Verdad y Justicia. Nunca Más”.
Los hechos repudiados por la APDH tuvieron lugar el pasado lunes 27 de noviembre en el sector de Ginecología, cuando un pequeño grupo de personas agredió verbalmente a una médica que se encontraba de guardia y en la cartelera del gremio ATE, se colocaron carteles con amenazas de muerte contra los trabajadores del hospital, con una clara alusión a situaciones de violencia y crímenes de lesa humanidad ocurridos en la Argentina durante la última dictadura cívico-militar.
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La APDH ha solicitado a las autoridades del Hospital Durand y de la Ciudad de Buenos Aires que investiguen los hechos y que tomen las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los trabajadores y pacientes del nosocomio.