Por Gustavo Andrés Braguinsky
Ha fallecido el domingo una de las figuras más trascendentes del fútbol argentino de todos los tiempos. Hablamos de César Luis Menotti, quien desde noviembre de 1974 hasta el año 1983 fue el Director Técnico de las Selecciones Nacionales que ganaron el Mundial 78, que se jugó en nuestro país bajo una feroz dictadura, y la de 1982 en España, que pasó sin pena ni gloria.
Jugador de fútbol en la década del 60 en Rosario Central, Racing, Boca, el Santos de Brasil y Juventude del mismo país. Amigo de Pelé y con actuación en Estados Unidos, a los 34 años deslumbró como director técnico en el Huracán campeón de 1973, que marcó una época en el fútbol argentino jugando un fútbol ofensivo y exquisito que se contrapuso a la línea del fútbol expresado en el Estudiantes de la Plata de Osvaldo Zubeldía, que jugaba un fútbol práctico basado en la obtención de resultados. Eso motivó una álgida polémica entre los partidarios de César y Osvaldo que se continuó unos años más tarde con la aparición de Carlos Salvador Bilardo como técnico de la Selección Argentina Campeona del Mundo en 1986.
Debates sobre la metodología para arribar a la victoria que se tiñeron con descalificaciones al fútbol de los de Zubeldía como «antifutbol», lo cual fue una verdadera injusticia. Para mí, si lo tendría que calificar en modo tango, Menotti fue Pugliese y Zubeldía Piazzolla. Dos formas distintas de hacer música. Pero música igual.
En mi caso, pasé de ser un fervoroso partidario de César a entender a Zubeldía y Bilardo como protagonistas destacados de épocas distintas. Ambos valiosos y necesarios. Un capítulo aparte ocupa la participación de Menotti en la dictadura militar del 76 y del Mundial 78. Destaco que Menotti, que era miembro del Partido Comunista en esos tiempos, consultó con José Lanao, alto dirigente del Partido, sobre la conveniencia de seguir dirigiendo la selección y el partido le recomendó que siguiera. Eso es otra historia y en mi opinión no opaca los extraordinarios logros del hombre que fue el artífice de la jerarquización del fútbol argentino. Esto fue un antes y un después de César Luis Menotti.