Este jueves Manuel Adorni dijo que no hay “discriminación” hacia otras universidades tras el acuerdo entre la Secretaría de Educación y la Universidad de Buenos Aires (UBA), y aseguró que el diálogo con las diversas instituciones académicas sigue en pie. Educación y la UBA habían llegado a un acuerdo “para aumentar 270% los gastos de funcionamiento y 300% las partidas para los hospitales que dependen de la casa de altos estudios”.

Adorni insistió con su relato de que el Gobierno está en conversaciones con todos los rectores y autoridades de las diferentes universidades con el fin de “ajustar los presupuestos y necesidades a lo que cada uno les pasa”, pero esto fue desmentido por varios rectores.

En este contexto de falsedades, Cristina Kirchner dijo estar enojada por el tema y manifestó su temor por un posible cambio de votos en la Ley Bases, la cual calificó como «nefasta».

Dijo que es «una estafa». «¿Cómo pueden dejar afuera 60 universidades», se preguntó. «Esto destruye la política», afirmó la ex mandataria nacional. «Arreglaron lo que es la plata de la dirigencia política de la UBA. El 80% son salarios no docentes, docentes y autoridades. El superavit trucho lo sostienen no dándole la plata que le corresponde a las instituciones», remarcó.

Adorni relató: “Se conversa con todos. No hay diálogo cortado con ninguna universidad. Ayer se conoció el acuerdo con la UBA y se seguirán conociendo. Se van a ir sorteando las trabas y obstáculos”. Desmintió las acusaciones de tratos preferenciales en las universidades y afirmó que “siempre planteábamos que el diálogo sigue abierto, pero hay un empecinamiento en decir que cortamos los diálogos y no es así”. Lo cierto es que la realidad refuta diametralmente los dichos del vocero