En un surrealista acto central del 25 de Mayo en Córdoba, el presidente Javier Milei hizo un anuncio en el que reveló que, una vez que se resuelva la situación de la Ley Bases y se firme el Pacto de Mayo, tiene planes de reducir los impuestos y establecer un Consejo de Mayo. Lo más insólito es que realizó una promesa de baja de impuestos, sujeto a la aprobación de una ley que los sube y multiplica exponencialmente, como el regreso del impuesto a las Ganancias para los trabajadores.

En medio de un sinnúmero de contradicciones y frases vacías, el presidente, acompañado de sus principales funcionarios, balbuceó conceptos confusos a una selecta audiencia en la que sólo pudieron participar invitados y se prohibió el ingreso del pueblo, que se manifestó en repudio a su presencia en las adyacencias de un cabildo vallado y absolutamente militarizado.

Surreal, bizarro, incomprensible

Ese grupo selecto de invitados y militancia más rancia expresó su apoyo a la Ley de Bases con un fuerte grito al tiempo que celebró la promesa de la baja de impuestos. Una contradicción absoluta. Milei afirmó: “Desde la revolución misma podemos trazar un hilo conductor hasta la sanción de nuestra Constitución de 1854 inspirada en los principios de Alberdi y Gorostiaga. Dos de los grandes exponentes de la generación del ’37 y tal vez la más representativa de las ideas de mayo. La generación que marco el norte del modelo de país que nuestros padres fundadores imaginaban”.

Continuó diciendo: “Costó mucho materializar las ideas de esos grandes hombres, desde la revolución hasta la Constitución. Argentina se vio en guerras entre aquellos que defendían las ideas de mayo”. En ese momento, la multitud comenzó a corear: “Ley de Bases, Ley de Bases”. Surreal, bizarro, incomprensible.

El Presidente concluyó su discurso declarando: “Nuestra única ambición es sentar las bases para el futuro de nuestros hijos”. Fin.