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Cambio climático

Inundaciones en Corrientes: la peor catástrofe natural tras 300 mm de lluvia

La gestión del intendente Eduardo Tassano aseguró que «una catástrofe natural alcanzó a la ciudad esta madrugada, causando colapso en los sistemas de desagües dada la cantidad de agua caída y los fuertes vientos en muy corto período de tiempo».

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La ciudad de Corrientes atraviesa «la peor catástrofe natural de la historia», luego de que un temporal en el que cayeron 300 milímetros de agua dejara numerosas zonas inundadas, con destrucción de infraestructura, viviendas prácticamente sumergidas y autoevacuados, marco en el que fueron suspendidas las clases, informó la Municipalidad..

Las autoridades municipales de Corrientes anunciaron hoy que evacuarán personas de las zonas más afectadas por los anegamientos causados por las precipitaciones que en el transcurso de las 2 a las 6 de esta madrugada ocasionaron la caída de 300 milímetros de lluvia, 200 en tan sólo una hora, según el Instituto Correntino del Agua y del Ambiente (ICAA) de Corrientes.

A través de un comunicado, la gestión del intendente Eduardo Tassano aseguró que «una catástrofe natural alcanzó a la ciudad esta madrugada causando colapso en los sistemas de desagües dada la cantidad de agua caída y los fuertes vientos en muy corto período de tiempo».

Y subrayaron que se trata de la «peor catástrofe natural desde que existen registros oficiales».

En ese sentido, enumeraron anegamientos e inundaciones en calles y viviendas, voladuras de techos, caída de postes, muros, árboles, carteles, entre otros que demandarán trabajos de reconstrucción y asistencia durante «las próximas 48 horas», dijo el subsecretario de Riesgos y Catástrofes municipal, José Ruiz.

«Es como descargar un tanque de 500 litros en una bacha de cocina de una vez, claramente va a colapsar», comparó el funcionario y resaltó que fueron superados los 250 milímetros de lluvia durante toda la mañana.

Otros de los eventos registrados a causa del temporal fueron la caída de un histórico mural del convento de San Francisco sobre la plaza Italia, en el microcentro, así como voladuras de techos en el campus de la facultad de Derecho de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), en el norte de la ciudad.

Para asistir a la ciudadanía, la municipalidad habilitó las líneas de contacto gratuitas como el teléfono 147 y el WhatsApp 3794341768.

«Además, las distintas áreas se encuentran abocadas a la puesta a punto de los centros municipales de los barrios Anahí y Ciudades Correntinas para la contención de las familias que deberán ser evacuadas temporalmente», agregaron.

En tanto que el Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia realizó la apertura del Centro de Promoción Comunitaria (CPC) del barrio San Jorge, al sur de la ciudad, para la contención de las familias anegadas.

Por su parte, el Gobierno de la Provincia, dio a conocer pasado el mediodía que fueron suspendidas las clases de todos los niveles oficiales en escuelas de gestión pública y privada este lunes 4 de marzo.

Y especificaron que se trata de una medida que alcanza a la capital tanto como zonas aledañas.

El Ministerio de Seguridad de la Nación, por medio de efectivos de la Prefectura Naval Argentina y la Gendarmería Nacional, llevó adelante, en coordinación Defensa Civil y la Policía de Corrientes, distintas acciones de asistencia y contención de los ciudadanos en emergencia por las inundaciones.

Es así que recorrieron los barrios afectados verificando las necesidades de los ciudadanos y respondiendo a sus requerimientos de asistencia.

En un caso fue necesaria la evacuación de tres personas de una vivienda absolutamente anegada, en el Barrio Centro.

También auxiliaron a una mujer que era trasladada en ambulancia al hospital en pleno trabajo de parto, la que había quedado varada por la crecida de las aguas, la intervención fue central para lograr su arribo a tiempo al centro de salud en compañía de un paramédico.

Las fuerzas también realizan recorridas por zonas comerciales en prevención de eventuales actos delictivos colaborando con la tranquilidad de los vecinos respecto de sus bienes y pertenencias, explicitaron a través de un comunicado de prensa.

Por otra parte, colapsó en Corrientes el servicio de energía eléctrica y se suspendió el suministro en toda la ciudad hasta el mediodía, cuando se fueron reincorporando diversas zonas a la red.

La Dirección Provincial de Energía de Corrientes (Dpec) explicó que «se trabaja en la zona del centro de la ciudad para desagotar las distintas Subestaciones afectadas por el agua» y que «además de estos trabajos necesarios para restablecer el servicio es necesario que mejoren las condiciones climáticas para una normalización segura».

Aclararon asimismo que en la capital profundizaban trabajos para restablecer el servicio afectado por la intensa lluvia en los barrios Nuevo, Molina Punta, San Gerónimo, Popular, Pirayuí y zonas de influencia.

Entre tanto, se registró el saqueo de una farmacia Farmar ubicada en la esquina de avenida Cazadores Correntinos y calle Cartagena, así como una joyería de la zona, que se vio afectada por un anegamiento en el que el agua alcanzó un metro de altura.

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) indicó esta tarde, en su Sistema de Alerta Temprana, que las lluvias en Corrientes proseguirán, al menos, hasta este lunes al mediodía y declaró la alerta amarilla para la zona.

Cambio climático

Más drama: vuelven las lluvias al sur de Brasil

Según el último balance de Defensa Civil, 408.000 personas salieron de sus hogares, de las cuales más de 70.000 están en centros de abrigo.

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El sur de Brasil no conoció tregua: la lluvia se abatió de nuevo este viernes sobre Porto Alegre mientras la población se esforzaba por recobrar algo de normalidad, a la vez que el número de desalojados por las inundaciones se duplicó en las últimas horas.

Las torrenciales lluvias que cayeron desde fines de abril provocaron crecidas de ríos en el estado Rio Grande do Sul y afectaron a casi dos millones de personas, con un saldo de 116 fallecidos y 756 heridos. Con 143 personas aún desaparecidas, las autoridades temen que el total de víctimas siga aumentando, mientras la región se prepara para precipitaciones “intensas” el fin de semana.

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El número de personas obligadas a abandonar sus hogares por la catástrofe -que expertos y el gobierno brasileño vinculan al cambio climático-, casi se duplicó en las últimas 24 horas. Según el último balance de Defensa Civil, 408.000 personas salieron de sus hogares, de las cuales más de 70.000 estaban en centros de abrigo. En algunos de ellos, las autoridades trataban de instaurar el orden tras denuncias de robos y violencia.

La capital Porto Alegre intentaba recuperar cierta normalidad, con un número mayor de comercios abiertos y un fuerte tránsito tras un descenso de las aguas, constató la AFP. Pero la lluvia volvió a caer con fuerza a media mañana. La región esperaba precipitaciones con “vientos intensos y caída de granizo” este viernes, según el Instituto Nacional de Meteorología.

El sitio especializado MetSul Meteorologia informó de “un nuevo periodo de intensa inestabilidad” atmosférica, con acumulados de precipitación que podían llegar al lunes hasta 200 mm en esta ciudad del sur brasileño. El agua potable envasada sigue siendo un bien muy escaso. Los camiones cisterna que abastecen a refugios, hospitales, edificios y hoteles circulan sin cesar. Muchos restaurantes y tiendas de venta de alimentos preparados permanecían cerrados ante el corte en el suministro de agua.

Más allá de la tragedia humana, la violencia de las aguas dañó o destruyó más de 85.000 viviendas y sus efectos devastadores son visibles para la economía de Rio Grande do Sul, un estado agrícola y ganadero con el quinto PIB entre los estados brasileños. En las regiones arroceras que rodean Porto Alegre, el nivel de las aguas mantiene los cultivos inaccesibles. Si bien en algunas plantaciones de arroz -un cultivo que requiere de anegamiento- comenzaban a verse las pequeñas plantas, otras estaban completamente bajo agua.

El arroz es una de las principales producciones de Rio Grande do Sul. También es un alimento tradicional en la mesa de los brasileños. Los cultivos de “arroz hasta con dos metros de agua se perdieron”, afirmó Daniel Dalbosco, que tenía 300 hectáreas de campo en Eldorado do Sul, al oeste de Porto Alegre. Sus vecinos “perdieron entre 40 y 50 hectáreas. Fue muy, muy complicado”, agregó a la AFP.

El desastre en Rio Grande do Sul fue producto del “golpe doble” del cambio climático y el fenómeno meteorológico El Niño, afirmó Clare Nullis, potavoz de la agencia de la ONU sobre meteorología OMM. “Incluso cuando El Niño se desvanezca, los efectos de largo plazo del cambio climático están con nosotros. Cada incremento de una fracción de un grado de temperatura significa que nuestro clima se hará más extremo”, dijo Nullis en rueda de prensa en Ginebra. “El clima está en esteroides” y las inundaciones extremas, las sequías y olas de calor intensas continuarán, afirmó. “Cuando estamos en guerra con la naturaleza (…) La naturaleza contraataca y desafortunadamente golpeó a Brasil”, dijo Nullis.

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