La Justicia rionegrina confirmó este miércoles la prisión perpetua para un criador de animales de corral condenado por el crimen de su hijastra Nahiara Álvarez, la niña de 3 años asesinada en abril del 2020 en Los Menucos, y redujo la pena a la mitad para la madre de la menor por considerar que la mujer era víctima de violencia de género por parte del hombre, informaron fuentes judiciales.
El Tribunal de Impugnación de Río Negro ratificó el veredicto impuesto por un jurado popular a Carlos Erbin (39) como autor del golpe que le causó la muerte a la niña. A la vez, redujo de 12 años a 6 años y 8 meses la pena impuesta en primera instancia a Valeria Miranda (21), madre biológica de la nena, “a raíz de las graves violencias de género que padecía y la reducción de su capacidad de proteger a su hija por el estado de sometimiento en el que vivía junto a su pareja”. Así lo había solicitado el defensor público Eduardo Luis Carrera, explicaron voceros judiciales.
En tanto, el defensor de Erbin había solicitado al Tribunal de Impugnación que “nulifique la decisión del jurado, y se realice un nuevo juicio en condiciones que su defendido pueda ejercer debidamente su derecho de defensa”.
Entre sus argumentos, la defensa cuestionó el contenido de las instrucciones que se brindaron al jurado para su deliberación final y afirmó que el tribunal popular arribó a una decisión “arbitraria” por una “manipulación de la acción penal” por parte de la Fiscalía.
Sin embargo, el Tribunal rionegrino rechazó el recurso del defensor “por razones formales, como no haber objetado inmediatamente, o haberlo hecho de manera insuficiente”. Especialmente aquellas vinculadas con la calificación legal de los hechos atribuidos a cada imputado y la definición de “violencia de género” que se le dio al tribunal popular para analizar los hechos.
El tribunal consideró ¨la intersección de varias condiciones identitarias: mujer rural, víctima de violencias de género desde su niñez, adolescente-madre, con escasos recursos económicos y emocionales y madre de la niña asesinada”.
En este sentido, la defensa intentó un camino excepcional al solicitar la nulidad del veredicto del jurado, pero el Tribunal respondió que la crítica fue “fragmentada” y que “no ha logrado demostrar que la decisión sea arbitraria” ni “irracional”. “La defensa en su selectiva crítica omite considerar que hay pruebas rendidas en el juicio que dan suficiencia al veredicto del jurado”, concluyó Impugnación.
Por su parte, la defensa de la madre de Nahiara aceptó el veredicto popular de culpabilidad pero impugnó la condena de 12 años de prisión. “La condena impuesta por el juez fue injusta y desproporcionada”, argumentó y agregó que, “en la cesura no fue valorada en toda su magnitud la violencia de género, la situación de extrema vulnerabilidad social, económica, cultural en la que vivía la mujer”.
El Tribunal de Impugnación admitió el planteo del defensor y concluyó que “no se ha considerado suficientemente, al imponer la pena, la intersección de varias condiciones identitarias: mujer rural, víctima de violencias de género desde su niñez, adolescente-madre, con escasos recursos económicos y emocionales y madre de la niña asesinada”.
El crimen de Nahiara
El crimen de Nahiara ocurrió el 7 de abril del 2020, cuando personal de centro médico de Los Menucos llegó hasta el paraje Las Mochas, ubicado a 40 kilómetros al norte de esa localidad rionegrina, para asistir a la pequeña a partir de un pedido efectuado por sus allegados.
Cuando arribaron, la niña ya no presentaba signos vitales por lo que se dio intervención al personal de la policía y desde allí se inició una investigación en la que intervino el Ministerio Público Fiscal de la Segunda Circunscripción.
En la autopsia se le contabilizaron unas 60 lesiones en distintas partes del cuerpo. Al momento del crimen, Nahiara vivía con su madre Valeria y la pareja de ésta, Erbín, quien se dedicaba a criar animales de corral.