La Policía de la Ciudad de Buenos Aires aplicó el protocolo represivo en la marcha de organizaciones populares contra el ajuste y el hambre que se dirigía al Ministerio de Capital Humano.

La manifestación pacífica de movimientos sociales cortaba la 9 de julio en su totalidad y se dirigía hacia la cartera que encabeza Sandra Pettovello y las fuerzas de seguridad porteña comenzaron a lanzar gases lacrimógenos y chorros con los camiones hidrantes.

Durante la brutal represión, la Policía porteña hirió a varios manifestantes y realizó al menos ocho detenciones al azar. Uno de los demorados es un trabajador de prensa, de Crónica.

Rafael Klejzer, del movimiento popular La Dignidad, expresó que “la situación en el país es intolerable, las filas de vecinos y vecinas en los 45.000 comedores populares crece día a día. La crueldad de este gobierno es siniestra. No entrega alimentos, da de baja subsidios, despide trabajadores, no homologa aumentos salariales, entrega nuestro territorio a los yanquis, destruye el Estado, pretende enviar tropas a Ucrania”.

“Se trata de una política de ajuste y saqueo planificada para destrozar la Argentina en beneficio de un puñado, cada vez más chico y concentrado, de sectores ricos y especulativos. Hay que oponer resistencia para que su proyecto no se consolide. Por eso, desde la UTEP, tomamos las calles en unidad”, expresó Klejzer.

Verdurazo Solidario en el Congreso: «La salida debe ser colectiva y coordinada»

En una muestra de solidaridad y resistencia frente a las políticas de ajuste del gobierno de Javier Milei, la Mesa Agroalimentaria Argentina organizó un Verdurazo Solidario en el Congreso. Nahuel Levaggi, líder de la Unión de Trabajadores de la Tierra, destacó la importancia de enfrentar la crisis económica actual de una manera unida y organizada.

Durante el evento, se distribuyeron 30 mil raciones de alimentos para subrayar las demandas del sector y apoyar a aquellos afectados por la creciente inflación, despidos masivos, recortes salariales y aumentos exorbitantes en las tarifas. Levaggi enfatizó que la acción no solo busca reivindicar los derechos de los trabajadores agrícolas, sino también ofrecer asistencia tangible a los más necesitados, incluyendo comedores comunitarios, empleados estatales despedidos y jubilados.

Levaggi también expresó que esta lucha es parte de un debate cultural más amplio sobre el futuro de la sociedad argentina, donde se contraponen visiones individualistas con propuestas de cooperación y solidaridad comunitaria.

Además, criticó la falta de apoyo gubernamental al sector agroalimentario, especialmente tras los daños causados por temporales recientes. Mientras se reducen los impuestos a la importación de químicos para grandes empresas, los productores de alimentos locales, fundamentales para la nutrición del país, se enfrentan a la ausencia de medidas de respaldo.

El Verdurazo Solidario se convierte así en un símbolo de protesta y esperanza, proponiendo un camino colectivo hacia la recuperación y el bienestar social en tiempos de adversidad económica.