Dmitri Feoktistov llamó a los medios argentinos a que «separen los hechos de las falsificaciones y no se dejen influir por los esfuerzos colectivos de Occidente que buscan denigrar» a Rusia.

Según publicó RT, medios de comunicación argentinos rechazaron publicar un material preparado por la Embajada rusa en Argentina, en el que se refutan las acusaciones contra Moscú por supuestos crímenes contra la población civil en las ciudades ucranianas de Bucha y Kramatorsk, declaró el embajador de Rusia en Argentina, Dmitri Feoktistov, quien instó a los periódicos y portales digitales del país suramericano a adoptar un «enfoque objetivo» para evaluar la situación en Ucrania.

Feoktistov denunció que la información sobre la «inconcebible atrocidad» que supuestamente cometió Rusia en la ciudad de Bucha, estalló en los canales de noticias mundiales sin que tuviera lugar una investigación objetiva de lo ocurrido, y calificó el asunto como una «provocación escandalosa».

El embajador llamó a recordar que todos los militares rusos abandonaron Bucha el 30 de marzo, y que el 31 de marzo el propio alcalde de la localidad, Anatoli Fedoruk, confirmó en un mensaje por video que en la urbe no quedaba ninguno de ellos. En ese momento, además, «no dijo ni una palabra sobre fusilamiento de civiles», se lee en un comunicado difundido por la Embajada.

Asimismo, dijo que las supuestas «pruebas de crímenes» en Bucha no aparecieron hasta el cuarto día, y que además los cuerpos visibles en las fotos divulgadas por los medios mundiales carecían de las «características manchas cadavéricas».

En cuanto a las imágenes de satélite de la empresa estadounidense Maxar publicadas por New York Times, que supuestamente confirmaban la presencia de civiles muertos en las calles de la urbe entre el 11 y 19 de marzo, Feoktistov señaló que esos cuerpos «no se habrían conservado en la forma en la que aparecieron en las fotografías» de los medios occidentales.

Con respecto a lo sucedido en Kramatorsk, al igual que en el caso de Bucha no se presentaron pruebas de la culpabilidad de Rusia, subrayó el embajador. Es más, en cuanto se supo que el cohete que cayó sobre la urbe era un misil ucraniano Tochka-U, que Rusia dejó de utilizar «hace años», «las voces de los ‘activistas de derechos humanos’ se desvanecieron rápidamente, y se trató de olvidar toda la historia lo antes posible».

«Está claro que nuestros oponentes en Occidente no están preocupados por la realidad, sino por implementar la política de incitar a la histeria antirrusa«, aseveró Feoktistov.

Por todo ello, el embajador llamó a los medios argentinos a que «separen los hechos de las falsificaciones y no se dejen influir por los esfuerzos colectivos de Occidente que buscan denigrar a nuestro país».