Por Matías Ruffet

Vélez estuvo a segundos de quedarse afuera de esta Copa Libertadores una fecha antes del cierre de la fase de grupos.

Un gol agónico, en Montevideo, ante Nacional, lo dejó en carrera para ir por el pase a octavos de final en la última jornada, ante Estudiantes (ya clasificado).

El Fortín, que tenía entrenador interino (Julio Vaccari) luego del despido de Mauricio Pellegrino, goleó a los relevos del Pincha y sacó su boleto a octavos de final.

El sorteo le puso en el camino al River de Marcelo Gallardo, uno de los habituales animadores del certamen más prestigioso del continente.

Pronósticos al margen, Vélez jugó una serie estupenda y sacó del camino al Millonario.En cuartos, frente a Talleres, fue más en la ida y en la vuelta.

Tuvo que sufrir, claro, como suele ocurrir en la Libertadores, pero triunfó en Liniers y también anoche, en Córdoba, donde el VAR había anulado un gol tempranero de Lucas Pratto.

El Oso, clave, fue de lo más destacado. Pero los goles los aportó el pibe Julián Fernández.Como en la ida, entró y fue decisivo. Ayer, tras un pase fantástico de Lucas Janson, dejó en el camino a Guido Herrera, tocó a la red y puso al Fortín entre los cuatro mejores de América.

Flamengo, una aplanadora, será su próximo rival. Otra vez, Vélez intentará ganarle a la lógica y quedar más cerca de la Copa que supo levantar en 1994.