Por Néstor Llidó
Los graves sucesos desatados por la represión policial en el Bosque platense antes, durante y después del partido Gimnasia-Boca siguen generando repercusiones políticas y operativas para el futuro de la seguridad en los espectáculos deportivos, mientras intenta avanzar la investigación sobre “todos los responsables” y no quedar, simplemente, en el desplazamiento de un par de comisarios, más la detención del agente “escrachado” por una cámara de televisión mientras disparaba a mansalva.
Al mismo tiempo, cuando el Ministerio de Seguridad bonaerense dispuso la intervención de la comisaría 9na. de La Plata, ya se había desafectado al comisario Juan Manuel Gorbarán (detenido y quien se negó a declarar), pero al nombrar su reemplazante, hubo un error al designar a otro jefe policial, que era su superior a momento del operativo.
Entonces, que el comisario Alejandro Morinigo quedara como interino, apenas duró unas horas, ya que por su cargo como coordinador de varias seccionales platenses (entre ellas, la 9na.) también la cabe la responsabilidad en la escala de mandos. Por lo tanto, el “puesto” quedó para una dupla, los comisarios Juan Navatta y Leonardo Papavero, todo esto siempre en condición transitoria.
Sobre la marcha de la investigación, a cargo del fiscal Martín Almirón, se sabe que mantiene la acusación por “lesiones leves agravadas” del policía Nahuel Falcón, el que le disparó al camarógrafo de TyC Sports y quien sostuvo que lo hizo para “evitar males mayores”, en una argumentación que contrasta con las pruebas en su contra. Mientras que al comisario Gorbarán (que se negó a declarar) se lo imputa por “estrago doloso”, la que podría extenderse a sus superiores y a parte del personal a su cargo.
En medio de la tensión política interna en el gobierno bonaerense, donde varios tienen al ministro Sergio Berni en la mira y al titular de la Aprevide, Eduardo Aparicio, la Fiscalía pretende avanzar “en todos los responsables del operativo” que derivó en las agresiones a los hinchas de Gimnasia y no solamente en los dos que quedaron detenidos. Mucho dependerá de las pruebas, entre testimonios y filmaciones que ya forman parte del expediente, para individualizar a los uniformados y los que actuaron de “civil” en la represión en las inmediaciones del estadio del Lobo y el Bosque platense.
Según trascendió, existe la idea de “ira a fondo”, que este episodio marque una “bisagra” y la decisión de prohibir a los policías el uso de escopetas lanzagases y granadas lacrimógenas que se dispuso para los operativos en las canchas que se conoció por estas horas irían en tal sentido.
