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Entrevista

Javier Baños acompañará a Burlando como candidato a intendente de Morón

Entrevista exclusiva al ex fiscal que acompañará al reconocido abogado que arranca su carrera política en la provincia de Buenos Aires, como candidato a gobernador.

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El-Argentino-Javier Baños-Fernando Burlando

Por Antonio Secci

Javier Baños, un ex fiscal de la Provincia de Buenos Aires y destacado penalista con una veintena de libros de su autoría en materia penal, fue elegido por el también abogado, Fernando Burlando, como su candidato a la intendencia del Partido de Morón, en el gran Buenos Aires.

El Argentino habló con el Dr. Baños para que nos explique su ingreso a la política de cara a las próximas elecciones.

-¿Qué edad tiene usted, Dr. Baños?

-Tengo 49 años recién cumplidos y casi no me acostumbro a llevar medio siglo encima. Como decía Bécquer, “el sayo, al parecer nuevo por fuera, sabe Dios que por dentro ha envejecido” (risas). Si quiere más detalles, tengo dos hijos, tres hermanos, un padre que fue un ejemplo de juez y profesor universitario y que siempre será un faro de luz para mí. Vivo con mi madre -profesora de letras jubilada- y dos perros labradores muy viejos y gordos. Dicen que los perros son como los dueños. De todas formas, me siento en uno de los mejores momentos de mi vida y con ganas de dar batalla. Soy de naturaleza combativa y, a veces, un poco obstinado. Pero para dar grandes peleas, se necesita un poco de eso.

El Argentino

-Hace rato que viene peleándose… En 2020 dio un portazo muy sonado en la Justicia bonaerense y renunció a su cargo de Fiscal. ¿Por qué?

-No creo que para los acontecimientos humanos, exista una sola causa que explique un resultado. Creo más bien que múltiples causas producen multiplicidad de efectos. En aquel momento expliqué mi decisión en los medios. Vistas las cosas en la perspectiva actual, ahora interpreto que obró eso que algunos llaman azar, y los que profesamos fe religiosa denominamos Providencia. Cuando renuncié sostuve que el sistema judicial en nuestro país, y en particular en la provincia de Buenos Aires, tiene muchos aspectos susceptibles de mejorar. No siempre la ley se condice con los valores de la sociedad, y demasiadas veces, en la praxis, las leyes ni siquiera se cumplen. Existe una gran distancia entre el ser y el deber ser y ello determina un anquilosamiento de las estructuras judiciales, lo cual termina convirtiéndose en una encrucijada muy peligrosa para el Estado de Derecho. A veces los méritos, el estudio profundo del derecho y el concepto mismo de Justicia quedan relegados a los últimos planos en la dinámica procesal. Los procesos judiciales tienen que servir para que las sentencias sean justas, decía uno de los procesalistas más grandes de todos los tiempos. Pero si el proceso no sirve para eso, nuestros tribunales se parecen mucho a ese personaje de Chesterton que no contestaba: estaba muerto y pronto para el entierro.

-Montesquieu argumentaba que “todo hombre que tiene Poder se inclina por abusar del mismo”. Le parece que si hoy el autor de El espíritu de las leyes se levantara de su tumba y analizara el sistema republicano, y más precisamente el sistema judicial argentino, nos condenaría sin remedio?

-Mire… No creo que sea un problema exclusivamente del sistema judicial argentino y ni siquiera solo del sistema judicial. Me inclino a pensar que el problema es más antiguo y trasversal a todas las sociedades, aunque es verdad que estamos llegando a punto de inflexión en los países periféricos. A diferencia de los países ricos o centrales, aquí hemos cruzado la última línea. No me gusta ser apocalíptico, pero ya desde comienzos del siglo pasado, algunos pensadores advirtieron la crisis de la civilización en toda su profundidad. Me refiero a escritores como Chesterton, a Oswald Spengler o Dostoievski, por citar ejemplos muy dispares. Más allá de las raíces y la formación de estos tres nombres que mencioné, ellos coinciden en el diagnóstico. Hace ya varios años que Hilaire Belloc describió lo que quiero decir de una manera notable, en un volumen cuyo título lo resume todo: “La crisis de nuestra civilización.” Pero sin entrar en una profundización que exceda esta entrevista, coincido en que en Argentina esta crisis es estructural y el poder judicial no escapa -ni podría hacerlo- de esta matriz general.

-¿Y eso cómo se arregla, según usted? ¿Cuál es el remedio?

-No creo en soluciones a corto plazo ni en las fórmulas mágicas. Existen muchos mecanismos que se pueden arbitrar para aliviar sufrimientos que son innecesarios y que le roban una felicidad posible a la gente. Además, tenemos la obligación de intentar esas soluciones. A mí me gusta mucho una frase de Chesterton que dice más o menos así: “al ser humano, no se le puede exigir alcanzar una meta. Porque no depende de él alcanzar la meta. Pero sí se le puede exigir tender incansablemente hacia esa meta. Porque eso sí que está a su alcance”. Yo te diría lo mismo. No sé si se puede solucionar el problema de la Justicia, el problema de la seguridad, el problema de los marginados, de los vulnerables, de la corrupción de las instituciones, de las injusticias sociales que ya están naturalizadas. Pero es un deber irrenunciable hacer todo lo posible, todo lo que esté a nuestro alcance para superarlos. 

-Siendo fiscal denunció la corrupción y renunció a sus fueros. ¿Fue una decisión ética o más bien de tipo político? Porque si hablamos del Derecho, entiendo que la ética (la deontología, como ustedes le llaman), debe ser contrastada e interpelada constantemente.

El Argentino

-El problema de la justicia, como decía Alfredo Colmo en su obra póstuma (“La Justicia”), es un problema de toda majestad. Pero la justicia de los hombres, como lo refiere el Libro del Eclesiastés “es como un trapo sucio”. Obviamente que cuando uno analiza la justicia argentina ve que, en muchas decisiones, se desconocen presunciones y garantías  fundamentales y se viola constantemente el debido proceso legal constitucional. Muchas de las causas que se ven en la TV están plagadas de vicios procesales y demasiadas sentencias demuestran que algunos magistrados concretos y algunos secretarios judiciales ni siquiera están a la altura de los cargos que detentan. Parecería como que el sistema judicial no estuviera cumpliendo su fin primordial que no es otro que el de “administrar el pan de la justicia entre los ciudadanos” como decía Francesco Carnelutti… En ciertas ocasiones, parece que cumple un rol perversamente inverso: los supremos órganos judiciales, encargados de administrar justicia, se transforman paradójicamente en aparatos de radical injusticia. Y aun cuando esto ocurra en casos muy puntuales con la intervención de magistrados que podrían ser individualizados con nombre y apellido, lamentablemente, son los casos que adquieren mayor trascendencia y que más quedan en la memoria colectiva. Esto provoca un gran desconcierto en el ciudadano común y va generando una sensación de absoluta desconfianza en los órganos judiciales.

 -¿El panorama es tan desolador como lo describe? Parece casi una distopía orwellana.

-Como dije antes, la crisis no es reciente y además es integral, no solamente del sistema judicial. Occidente está en crisis y parece estar llegando a su ocaso. En Argentina esta crisis se ve mucho más pronunciada por el cóctel explosivo de desocupados, marginados, pobreza, inseguridad, falta de educación, de infraestructura, inflación, y un larguísimo etc. Si a eso le sumamos que no funcionan como se espera buena parte de las instituciones de la República, no es difícil inferir que hay un problema serio. ¿El poder judicial también es parte de ese problema? Por supuesto. Cuando un ser humano está enfermo, la enfermedad puede afectar a muchos órganos al mismo tiempo. Cuanto más grave es la enfermedad, mayor es la manera en que se profundiza el deterioro general. Si de repente, esa persona entra en un estado terminal, empiezan a fallar todos sus órganos simultáneamente. Me parece un poco que esto es lo que estamos viviendo. La policía no funciona, los funcionarios cobran sueldos miserables. Los cuadros subalternos o terminan presos, o con una bala en la cabeza, o haciendo malabares para llegar a fin de mes. En el poder judicial, con algunas diferencias, pasa más o menos lo mismo. El que se puede ir se va, y los demás que no pueden o no se atreven a dar el paso, terminan atrapados en un sistema que se va tornando cada vez más perverso y que los hace ver como empleados de un estado quebrado. En el Poder Legislativo y en el Ejecutivo las cosas no van mucho mejor: si miramos hacia arriba vemos a una vicepresidenta de la República que está condenada. El presidente tiene una suspensión del proceso a prueba…

-¿Pero eso habla mal de los imputados o condenados como Cristina, o de la cooptación que padece la Justicia latinoamericana con las estrategias de lawfare que implementa Washington para quitarse del medio a candidatos refractarios al coloniaje? Recordemos los casos de Lula da Silva y de Dilma Rousseff en Brasil, que fueron derribados de sus cargos sin los debidos procesos y sin causas demostradas. Cristina está en la mira de EE.UU porque significa un freno a los diseños de Washington en nuestro país. 

-El lawfare existe, pero no podemos acordarnos confortablemente en esa única explicación. Aquí la crisis es multidimensional, y por supuesto los factores son muchos y todos explican una parte. Negar la influencia del poder financiero internacional o sostener que en el kirchnerismo no hubo corrupción no ayuda a entender la realidad. A ninguna persona observadora se le puede escapar que el presidente saliente, Mauricio Macri, fue denunciado en multitud de oportunidades y hasta llegó a reconocer que su papá (de quien heredó la fortuna que le permitió escalar en su carrera política) era un delincuente. Es decir, él mismo reconoció haber llegado al poder a través del delito. Si dejamos de lado las visiones fragmentarias y partidistas, vemos que estamos con el agua al cuello. ¿Quiere que nos enfoquemos en la Corte Suprema? Todos los jueces están con juicio político. Y ojo, no quiero emitir juicios de valor sobre Macri, Cristina o sobre el máximo tribunal. Simplemente hago la pregunta en vos alta: ¿Creemos que puede subsistir una sociedad en donde sus máximas autoridades están condenadas o con procesos graves en los que se está solicitando su destitución? ¿Qué podemos esperar de ahí para abajo? Un ex presidente como Menem fue procesado, estuvo preso y después se murió como senador… el anterior vicepresidente también terminó detenido. Hay un juez de Casación en la provincia, cuya jurisprudencia se sigue utilizando, que está actualmente preso con prisión preventiva. Y no te estoy hablando de un concejal o de un juez de primera instancia. Y -te repito- tampoco entro a hacer juicios de valor sobre la responsabilidad o la inocencia de las acusaciones, lo que digo es que objetivamente algo está muy mal. Y que la muerte de una persona en un colectivo, por muy tremendo y desgraciado que sea este hecho, no es el nudo del problema. El nudo está en otro lado. Ministros de seguridad con ojos morados o diciendo que va a correr sangre por las calles, constituyen como las puntas de los icebergs que van aflorando en la superficie, pero que apenas implican un indicio de lo que se viene por debajo. Bajo la superficie más o menos desordenada hay una peligrosa estructura de hielo que ya fisuró toda la línea de flotación e inevitablemente, está por hundir el barco.

-¿Por eso se mete a político?

-Estoy convencido de que la política lo es todo. El ser humano es un animal político, decía Aristóteles. No hay ninguna actividad más digna a la cual dedicarse ya que el político debería ser la persona que enfoca su vida para construir su comunidad. Porque el fin de la política debería ser buscar el bien común. Bien común entendido en términos aristotélicos. Por supuesto que si los políticos deberían ser los mejores, la corrupción de esos mejores significa una tragedia colectiva, que es lo que sucede en Argentina. ¡Y cuidado! Que países como España, Italia, Portugal, Chipre o Grecia no están mejor que nosotros en materia de corrupción o disolución de los pactos colectivos. Si hacemos una analogía teológica, un ángel de luz, cuando se corrompe, se transforma en un demonio. Y con los malos políticos –o mejor dicho– con los políticos que se corrompen, pasa eso. De lo mejor que deberían ser, se transforman en lo peor. Alguien dijo alguna vez que “si los políticos no buscan el bien común, entonces se transforman en una banda de delincuentes…” Y si decido entrar en la política, lo hago porque ya no encuentro otro cauce para salir de esta encrucijada. El país se está yendo a pique y parece que llegó el momento de tratar de devolverle al país, todo lo que de él recibí (que fue muchísimo). Mi papá -que fue un gran jurista- se formó en la escuela y en la universidad pública. Argentina a mi me lo dio todo: trabajo, educación, una tierra maravillosa. Y como dijo Fernando Burlando hace pocos días durante una entrevista: “el que no hace algo -por su país o por su provincia- pudiendo hacerlo, se transforma en cómplice” del desastre que estamos viviendo.

El Argentino

– El existencialista francés, Jean Paul Sartre, decía que “en este sistema todos somos un poco víctimas y un poco cómplices”. Me parece que hablaba de la inevitabilidad de pertenecer a un sistema que nos ensucia, aunque no queramos.

 -Los que somos penalistas lo entendemos muy bien cuando analizamos los delitos omisivos en el Código Penal: desde el momento en que vemos un curso lesivo que está en movimiento y que va a producir un resultado fatal, y aun teniendo la posibilidad de realizar una conducta que evite ese resultado, no la realizamos, nos transformamos en autores o cómplices. En la política es lo mismo. San Martín lo dijo en forma categórica: “cuando la patria está en peligro, cualquier cosa es válida, menos no defenderla”. El que no hace nada, pudiendo hacer algo, es un cómplice de omisión. Y yo agregaría algo más: aun cuando un resultado se nos presentara como muy difícil o muy improbable de lograr, de igual manera habría que intentarlo, porque el esfuerzo siempre valdría la pena. Y la vida sin un sentido trascendente, es una vida inocua que no sirve y se deshumaniza. Esto es lo que yo pienso. Lo que me inculcaron mis padres durante mi formación como persona: la vida vale para ofrecerla por un ideal más grande. Hace un tiempo leí un libro muy profundo de un judío que estuvo en un campo de concentración durante la II guerra mundial que se llama “El hombre en busca de sentido”.

-Del psicólogo austríaco Viktor Frenkl… 

-Ese mismo… Es un libro genial cuya lectura recomiendo y que expresa exactamente lo que quiero decir: ¡La vida necesita un sentido! Necesitamos ideales elevados para poder vivir dignamente. Si no, nuestra vida termina siendo una sucesión de eventos vacuos destinados a la nada. En el tiempo que nos toca vivir, creo que debemos tratar de poner realmente a la Argentina de pie y evitar el deterioro terminal de esta bendecida nación en la que Dios nos ha otorgado el privilegio de vivir.

-Yendo a cuestiones más mundanas de la política, hace poco, una encuesta realizada por la consultora Federico González y Asociados, ubicó a Fernando Burlando tercero con una intención de voto para gobernador de la provincia con  9,3%, por detrás del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio. ¿Le parece que puede haber algo que esté cambiando en la política argentina? Hay candidatos emergentes que no son de semilleros partidarios y además no tienen estructura, y sin embargo arrasan en las encuestas. Burlando es un buen ejemplo… ¿Usted se siente también parte de este fenómeno? ¿Cree que puede ser el próximo intendente de Morón?

-Yo no sé si puedo ser el intendente o no. En términos filosóficos, todo lo que no se es en acto, se es en potencia. Y lo concreto es que hoy puedo ser candidato. De momento soy el precandidato para Morón de la lista que encabeza Fernando Burlando, pero no tengo otra aspiración que tratar de levantar un poco la vara de la política argentina y colaborar en el proceso de poner a la Argentina realmente de pie. Claro que no se levanta un país solo siendo candidato. Al país se lo construye con industria, educación, respetando las instituciones, formando profesionales y, sobre todo, formando ciudadanos. Insisto: hay que educar a la juventud. Pero para poder educar a la juventud, necesitamos capacitar capacitadores, perfeccionar a nuestros maestros, a nuestros docentes. ¿Quién prepara a nuestros profesores? El nivel de nuestros docentes hace que algún padre se pueda cuestionar si en ocasiones, no sería mejor que los chicos se queden leyendo en sus casas. Una universidad, un profesorado, se hacen con personas muy preparadas. Y el más preparado de todos tiene que ser el rector… Me hubiera encantado fundar una universidad y ayudar a crear un claustro de excelencia académica. Pero veo que me estoy desviando del tema (risas). 

-Supongo que a usted no le debe sobrar mucho el tiempo… ¿Qué lee el Dr. Javier Baños fuera de los obligados textos de su profesión?

-Los celulares, las redes, el fenómeno de internet y la televisión (la cultura de la imagen podríamos decir) es la muerte de la lectura. Y sin embargo, a través de la lectura el ser humano aprende a pensar. Los filólogos saben que el discurso estructura el pensamiento. El lenguaje es vehículo de transmisión de mensajes, pero también es mucho más que eso. Porque sin lenguaje, no habría manera de pensar. Se pueden pensar con imágenes, pero es una forma de pensamiento primaria. Un ciervo ve la imagen de un puma y piensa que debe correr o quedarse quieto, pero eso no es pensamiento abstracto. Solo a través de las palabras, mediante el lenguaje, se nos da esa posibilidad de pensar. Y la profundidad del pensamiento que cada uno puede elaborar depende en forma directamente proporcional a la riqueza del lenguaje que se posee. La lengua alemana pudo desarrollar el pensamiento alemán. La lengua griega, la filosofía griega. El castellano, le permitió a Cervantes escribir su obra cumbre de la literatura hispánica. Pero la cosa va más lejos: una disciplina científica es considerada tal, recién cuando tiene un lenguaje que le es propio. Cuando yo era chico, antes de estudiar derecho había empezado dos carreras que nada tenían que ver con lo jurídico. Era técnico en electrónica con orientación en telecomunicaciones y comencé a estudiar Ingeniería en sistemas. Y una cosa me quedó grabada de esas épocas en las que incursioné en el mundo de la programación: cuando más avanzado era el programa, utilizaba un lenguaje más complicado. Y al contrario, cuando más elemental era la forma de programar, el lenguaje dejaba de usar códigos y se orientaba a objetos (¡imágenes!). Esto es lo que explica Giovanni Sartori en su genial obra Homo videns. Ahí señala, con todo acierto, como la cultura de la imagen está transformando al ser humano de un “homo sapiens” en un “homo videns”. Esto es así, porque la prevalencia de la imagen por sobre la palabra escrita va empobreciendo el aparato cognoscitivo del homo sapiens. 

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Cuando no había tantas redes sociales, trataba de leer un mínimo de 3 horas por día. Desde que se puso de moda el ‘wasap‘, cada vez leo menos, aunque hago lo imposible para reservarme ratos de lectura. Es imprescindible leer si uno quiere mantenerse al margen de la enajenación propia de esta sociedad materialista e hiperactiva. La buena lectura suele salvar el espíritu. En lo personal, me gusta leer cualquier cosa bien escrita. Aunque es verdad que -como decía Séneca- “multitud de libros disipa el espíritu”. Por eso siempre traté de leer autores consagrados (clásicos), salvo que encuentre un autor original que me guste mucho. Mis lecturas siempre fueron de lo más variadas y desordenadas. Desde Chesterton y Dostoievski, a los que ya cité antes, hasta el italiano Giovanni Papini o el argentino Leopoldo Marechal. Su descenso y ascenso del alma por la belleza fue es un libro muy profundo que me marcó… El Fedón de Platón y la Biblia, son libros que -espero- me acompañen toda la vida.

-Eso sonó un poco evangelista…

-Para nada… Soy Católico Apostólico Romano A veces me da un poco de tristeza que hablar de la Biblia parezca patrimonio de las iglesias reformistas. Aunque también confieso que en la Iglesia Católica se encuentra lo mejor y lo peor del ser humano. Por eso que te decía de que la corrupción de lo mejor, es lo peor. Y lamentablemente a veces encontramos hoy mejores católicos apostólicos romanos en las iglesias protestantes que en la propia Santa Madre Iglesia, aunque parezca una paradoja. Pero eso ya lo profetizó Jesús… .¿Cuándo el Hijo del Hombre vuelva, crees que hallará fe sobre la Tierra? Aunque noto que estoy entrando en un terreno religioso que excede esta conversación. En la próxima entrevista, quizás…

-Eso sonó ahora un poco conservador (risas).

-Soy muy conservador, aunque no lo parezca. Claramente, si soy católico, no puedo ser liberal… Un viejo profesor mío en cuya memoria creamos un Instituto de Investigaciones Jurídicas que tengo el honor de presidir (Instituto Pietra) solía decir: “El liberalismo busca la libertad fuera de Dios” y firmaba siempre sus libros poniendo “EL LIBERALISMO ES PECADO”. Por eso creo que, en cierto sentido, podría considerarme anti liberal. El liberalismo que predican algunos de la mano de un republicanismo vacío de contenido, no hace más que confundir una conceptualidad hoy muy necesaria para entender que la República somos todos: los incluidos y los excluidos, los pobres, los ricos y los intermedios. Los integrados y los que necesitan integrarse.

-Eso sonó ahora un poco kirchnerista. Se parece mucho a ese concepto citado en un discurso de Cristina Fernández de que “La Patria es el otro”.

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-En rigor, no me considero kirchnerista, pero me gusta aceptar y defender una verdad cuando la reconozco. La Patria, la República, el país, la democracia, no son fines en sí mismos ni pueden elevarse y legitimarse si no es en la integración de un todo donde fluyan la justicia, las oportunidades y la posibilidad de realización para todas las personas. No comparto absolutamente todo lo que se ha hecho en los dos gobiernos de Perón, pero no puedo dejar de amar la filosofía y la doctrina peronista porque considero que no es otra cosa que la Doctrina Social de la Iglesia. Me gusta Evita y, en términos amplios, me gustan muchos aspectos del buen peronismo. Obviamente que no se me escapa que Perón fue un hombre con muchos claroscuros, pero eso forma parte de las contradicciones de la historia y de los seres humanos. Insisto, encuentro similitudes muy conciliables en la doctrina peronista, que no es otra cosa que una extensión –tal vez no prevista– de la Doctrina Social de la Iglesia… Que por cierto, en Morón vivió y trabajó unos de sus más destacados teóricos, como fue Monseñor Gerardo Farrell, fallecido en 2000. 

-¿Esa visión es la que aplicaría en el Partido de Morón si gana allí?

Por supuesto… Morón es un desafío enorme. Una Partido principal del Gran Buenos Aires que reúne todo el universo social argentino: la pobreza extrema y la pujanza industrial, con una amplísima clase media, además de una vida cultural, académica y artística de enorme gravitación. 

-No será fácil para un actor primerizo –y perdón por mi sinceridad– hacer pie allí.

-Coincido con usted, no se preocupe. Pero le reitero: al hombre no se le puede exigir alcanzar una meta, porque no depende de él. Lo que sí se le puede exigir es que tienda a ella incansablemente, con perseverancia. Sé donde estoy parado. Humanamente es prácticamente imposible. Siempre me encantó una frase de la Madre Maravillas de Jesús que dice: “lo que Dios quiera, como Dios quiera, cuando Dios quiera”. Así que no me preocupa si ganamos o perdemos las elecciones. No es eso lo que interesa. El realismo aristotélico tomista es mi filosofía predilecta. Pero ojo. Tampoco se me escapa eso de que “el deber de vencer es indispensable en la conducción”. Yo siento el deber de vencer. Por eso no aguanté  permanecer más tiempo en el ámbito judicial. Además veo que hay muchas cosas que pueden mejorarse en Morón. La administración de Ramiro Tagliaferro, salvo puntuales excepciones, fue muy desastrosa. Soy consciente de que Lucas Ghi y Nuevo Encuentro han intentado una gestión inclusiva. Pero el país está muy mal. Y el problema no es coyuntural. Creo que ya no se puede seguir trabajando desde adentro, o que es mucho más lo que tengo para aportar desde una estructura diferente que tome distancia de la clase dirigente contemporánea. El país está quebrado y la gente está muy desanimada. Fernando Burlando puede ayudar a crear las condiciones para que la gente vuelva a creer en que es posible una salida a esto que estamos padeciendo. Y para salir de una situación como la actual, es necesario tener fe. Hubo un procesalista italiano que se llamaba Piero Calamandrei, que decía que para que en un juicio, pudiéramos obtener justicia, el abogado tenía que tener fe en que el tribunal podía llegar a dársela. Que si el abogado no creía en la Justicia, nunca iba a poder pedirla ni encontrarla. Que la Justicia era algo así como esos  magos que salían de las lámparas: había que creer en que el mago estaba adentro y al mismo tiempo frotar la lámpara. Porque si solo se la frotaba, el mago no salía. En la política me parece que pasa algo análogo a la Justicia: el pueblo necesita creer en que se puede salir adelante, necesita tener fe en sus gobernantes. Y después, necesitamos gobernantes que sepan sacar adelante a sus pueblos. Por eso en esto, como en tantos otros órdenes de la vida, la actitud mental positiva es fundamental. Y cuando están las cosas tan mal, tan desastrosas, cuando la sociedad está tan cansada, tan desilusionada, es necesario dar un giro de 180 grados. Por eso me parece importante que personas como Fernando Burlando, que no tienen nada para ganar de la política y arriesgan todo o están dispuestos a sacrificar sus carreras, traten de poner realmente a esta provincia en la senda que le corresponde. Buenos Aires ha sido una de las jurisdicciones más castigadas, más postergadas, más maltratadas por la coparticipación. Sobre todo si se la compara con su vecina, la CABA, con un presupuesto infinitamente superior, cuando en el conurbano tenemos distritos como La Matanza, con una población equivalente a 5 provincias patagónicas. 

Por eso me parece oportuno y necesario (y hasta me animaría a decir imprescindible) un cambio de rumbo con sangre nueva en la política argentina. Burlando viene con ese empuje y esa fuerza y, además, puede lograr el factor de esperanza que es tan necesario para poner el engranaje de la movilidad social en marcha. Estoy seguro de que hay muchas nuevas alianzas que se pueden suceder y que pueden ir construyendo un modelo de acuerdos que lo consoliden como un actor de peso en la próxima contienda electoral.. 

El Argentino

-¿Esas alianzas que menciona tienen que ver con otros emergentes como Javier Milei o José Luis Espert?

-Eso tendría que hablarlo con Fernando Burlando (risas). Lo que sí te puedo decir es que Fernando tiene hoy muchos pretendientes… Tiene más candidatos que Paulina Bonaparte, la hermana de Napoleón. La única diferencia es que Paulina les decía a todos que sí y Burlando se hace valer.

-Pero Milei y Espert son liberales económicos y libertarios confesos, a mi juicio bastante vacíos de contenido, de esos que usted tanto abomina.

-El juego de las alianzas políticas no implica consensos doctrinales. La democracia se estructura como un juego múltiple en donde los caminos a veces convergen, son funcionales y recíprocos, y otras veces no. Burlando es ahora una fruta madura y con mucho tirón en las encuestas y creo que se puede dar el lujo de elegir para aumentar considerablemente el número de votos a los mejor posicionados. Muchos son los caminos que conducen a Roma.

-Para terminar… ¿Cómo se ve como intendente de Morón?

-Creo que “a cada día le basta su afán”. Estamos elaborando un plan de gobierno, estudiado en todos sus detalles para después tratar de ponerlo en práctica con las modificaciones que sean necesarias sobre la marcha. Porque de la formulación a la praxis, siempre se producen diferencias. Obviamente hay que estar preparados para moverse mucho e ir al hueso de los problemas de la gente. Ya te dije que hay problemas que no son coyunturales y otros que sí: hay muchas cosas que se pueden hacer y que creo que nos acompañan muchos profesionales de primerísimo nivel. En el equipo de Fernando (Burlando) hay políticos de nota con amplia trayectoria, que pueden aportar su capacidad y experiencia. Pienso por ejemplo en Gastón Yañez, para nombrarte a un solo referente porque “para muestra, basta un botón.” Solo con profesionales de excelencia y personas capacitadas para ocupar los cargos públicos, se puede intentar cambiar diametralmente el rumbo de la política argentina, tanto a nivel nacional, provincial como municipal-.  

El Argentino

Esto requiere de mucho esfuerzo personal, pero también, como te decía, de mucha confianza en las personas. La sociedad no son solo sus gobernantes. La sociedad somos todos. Claramente el gobernante tiene que dar el ejemplo y buscar el bien común. Y esto solo puede lograrse con muchas horas dedicadas a trabajar y seguramente, quitándole horas de calidad a la familia y a los hijos. Es un precio que hay que estar dispuestos a asumir en el futuro. Mi valor agregado es que conozco la burocracia, la Justicia y muchas de las grietas del sistema. Eso te puede permitir tomar atajos imponderables en la solución de los problemas. Algunos intendentes aprenden el oficio cuando llegan. Yo nunca estuve al frente de un municipio, pero en Morón he seguido de cerca su funcionamiento y he participado de las inquietudes y de la elaboración de múltiples proyectos de gestión. Toda la vida me dediqué a formarme para un momento como este. Me parece que llegó la hora de pasar de la formulación a la praxis. 

Entrevista

EXCLUSIVO | Cristina Caamaño: «La dictadura militar no se animó a tanto»

En la previa a la marcha de este 23 de abril (#23A), El Argentino entrevistó a la rectora de la Universidad Nacional Madres de Plaza de Mayo.

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El Argentino Diario-Cristina Caamaño.
Fotos: Esteban Diotallevi

Por María Paula Amoure y Esteban Diotallevi

En medio del brutal ataque del gobierno de Javier Milei a la educación pública, con un notorio ensañamiento para con las universidades nacionales, a las que tildó de “espacios de adoctrinamiento”, @elargentino.ar dialogó con la Dra. Cristina Caamaño, flamante rectora de la Universidad Nacional Madres de Plaza de Mayo, quien convocó a «unirnos» para la marcha de este 23 de abril.

¿Cómo está viviendo la Universidad el desfinanciamiento del Gobierno?

Lo que ocurre con nuestra partida es indignante, ya que cuando éramos Instituto Universitario, dependía de Justicia. Y el dinero está en Justicia, porque hay un Programa, que es el Programa 38, en donde está depositado nuestro dinero. Pero Justicia requiere, siempre el circuito fue así, que el Ministerio de Educación le dé el visto bueno para poder depositarnos. Y lo que hizo, lo que hace, Educación es “cajonear” el expediente y no dar curso al depósito. Y lo que, ellos piensan es que es en contra mío, pero la realidad es que es en contra de les trabajadores y de les docentes, porque no han cobrado ni enero, ni febrero, ni marzo.

Entonces estamos en una situación muy apremiante, porque si bien esta es una lucha colectiva, que se tiene que hacer con todas las universidades nacionales adentro, ellos están recibiendo dinero que les va a alcanzar a algunos hasta mayo, a otros hasta junio, pero que también tuvieron que cortar obras, no hay becas, o sea, todos la estamos pasando mal, pero hay un ensañamiento por una cuestión ideológica de un gobierno negacionista que hace que a nosotros no nos permitan poder pagar los sueldos cuando el dinero está.

El Argentino

«El adoctrinamiento viene justamente de las privadas. No de las universidades nacionales que tienen cátedras libres«.

Claro, es algo puntual con la Universidad de las Madres.

Claro, nosotros abrimos la cuenta a nombre de la Universidad Nacional Madres de Plaza de Mayo, tenemos ya los recibos hechos, listos, como para apretar un botón y que todo el mundo, pueda cobrar y tener su recibo de sueldo. Sin embargo, es una decisión política de este Gobierno, evidentemente, no permitirnos pagarle al personal, a les trabajadores, que sería el personal no docente, ni al estudiante. No es así.

En octubre de 2023 se le dió rango de Universidad Nacional, luego de ser Instituto, y recientemente en uno de sus tantos anuncios Adorni comunicó que “revisarían” a cinco Universidades, ¿se formalizó el requerimiento?

Si, efectivamente sacaron un decreto, el Decreto 45/24, se supone que tienen que analizar las cinco universidades. La nuestra es una de las cinco universidades incluidas en la norma, pero no nos toca ese Decreto, porque nosotros no somos una “universidad nueva”, venimos de ser Instituto.
Primero fuimos Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo, hasta el 2014, del 2000 al 2014. Luego desde 2014 al 2023 fuimos Instituto Universitario Madres de Plaza de Mayo. Y ahora, desde 2023, somos Universidad. Entonces hay una reconversión que está puesta, tanto en el día que se aprobó, los senadores, incluso los diputados, hablaron de esto, de que era una reconversión, que era un Instituto, y se le otorgaba mayor jerarquía, haciéndolo Universidad Nacional. Eso se habló en el Congreso cuando fue aprobada la Ley. Y además, la realidad, es que también desde el punto de vista, porque cuando éramos Instituto dependíamos de Justicia, como te comenté antes, y ahí también hicimos un traspaso. Osea, en el momento cuando fue, para poder cerrar el ciclo en Justicia, hicimos un traspaso de docentes, trabajadores, estudiantes, incluso de graduados. Porque si no, esos graduados no tendrían una Universidad donde remitirse. Entonces hicimos todo el traspaso, de los graduados. Con lo cual, a nosotros no tienen que revisarnos, porque ya venimos trabajando en esto desde el año 2000.

Es algo muy perverso, por lo que contas, al estar los fondos disponibles, hay un ensañamiento, porque son un faro de resistencia, y cuna de DDHH. ¿Sienten un apoyo de la ciudadanía en general, que podemos hacer desde la sociedad para seguir la lucha que nos dejó Hebe?

El Argentino

Esta es la única Universidad en toda Latinoamérica con orientación en Derechos Humanos. Es algo que los (al Gobierno Nacional) debe poner más nerviosos todavía. Claramente hay un ensañamiento, hace poco hubo medio una chicana de parte del subsecretario de Políticas Universitarias hacia esta universidad y después también hubo una solidaridad de parte de la CONADU que fue aplaudida, o sea, me han terminado aplaudiendo todos los rectores por esta intervención que hizo Federico Montero de la CONADU, justamente solidarizándose por esa agresión, que esa fue puntualmente hacia mí, porque fue con nombre y apellido y hacia la Universidad de las Madres, pero después hacia el resto de las universidades también, osea, el tipo (Alejandro Álvarez) es un maltratador profesional.

Bueno con nosotros más y ahí se notó, después al resto también nos dijo: «Ustedes hacen recibieron plata arbitrariamente, lo utilizan discrecionalmente», cuando hay rectores que hace muchos años (en el CIN, Consejo Interuniversitario Nacional), yo soy nueva en esto y bueno podría equivocarme en algunas cosas, no tengo la la cancha que tiene que tienen otros, que han sido rectores vicerrectores, que tienen una trayectoria académica. Yo siempre fui profesora por concurso de la UBA y después vine acá a ser también profesora, Directora de Carrera y ahora me toca ser Rectora por pedido de Hebe (De Bonafini), las Madres quisieron respetar ese deseo que tuvo Hebe. Pero hay gente también muy capacitada que fue chicaneada por este señor, que fue puesto por el Ejecutivo, no sé cuál es su gran trayectoria académica.

«Lo que implica ser funcionario, es funcionar. ¿Para quién? Para el pueblo, no para una empresa que te da guita«.

Manifiesta discriminación a la UNMA

Confirmando, el «ensañamiento», este viernes el  Subsecretario de Políticas Universitarias del Ministerio de Capital Humano, Alejandro Álvarez, excluyó a la Universidad Nacional de Madres, de los anuncios del incremento de los gastos de funcionamiento para las universidades del país, lo cual fue denunciado en redes por la UNMA.

Es que no hay políticas públicas. Porque no es que esta política pública que tenía el Estado no servía por alguna razón y entonces tenemos estas otras.

Es un desbaratamiento de todos los derechos adquiridos, ellos rompen, van rompiendo todos los derechos adquiridos que nos costó años, años, muchísimos años, cien años o más. La Universidad, la Educación gratuita y obligatoria en 1918, y así, después la Universidad con Perón, también para que lleguen los hijos de les trabajadores, bueno, todo eso, ellos van rompiendo absolutamente todo. Eso esta muy claro.

Respecto a las tarifas, que es de público conocimiento que muchas casas de estudios, y hasta hospitales no pueden pagarlas, ¿a ustedes ya les ha afectado?

Por el momento no, pero sí estamos abriendo nuevamente la Casa de las Madres para que sea Universidad y ahí sí nos va a tocar más de cerca. Ahí sí nos va a tocar más de cerca porque este es un edificio que no es nuestro. El otro sí, el de Hipólito Yrigoyen, frente a la plaza.

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Y la Asociación Madres de Plaza de Mayo, ¿está dentro del Consejo Directivo, Consejo Académico o tienen alguna cátedra específica?

La Asociación forma parte del Consejo Directivo, tiene dos representantes. Y tiene la cátedra de Historia de Madres, es obligatoria, es transversal a todas las carreras que estamos dando. Es una materia anual, y después, todas las actividades que se pueden hacer y que están relacionadas con las Madres, por supuesto que ellas participan.

Cuál tu opinión sobre la reforma de la Ley de Educación que plantea el gobierno de Milei y sus dichos sobre el supuesto adoctrinamiento en las casas de estudio. Además de los tremendos dichos de Benegas Lynch.

Tremendo con lo que costó la educación obligatoria, ¿no? Primero la primaria, después la secundaria, que diga: «que vaya a laburar al taller», nos quiere llevar al Siglo XIX, ni siquiera al Siglo XX.

Qué te parece importante de lo que pasará en la marcha, de lo que viene, esta educación de «lucha».

Yo creo que tenemos que unirnos, todo lo que está relacionado con la Educación Superior, por supuesto, las reuniones en el CIN, cada vez son más seguidas y tenemos esta medida de fuerza, el 23 de abril. También se han realizado distintas medidas de fuerza, dimos clases públicas. La UBA también está en la misma sintonía que nosotres, y este 23 hay un paro que hacemos FATUN, CONADU, y todas las universidades con les docentes y les estudiantes. Tenemos que salir todos a defender la Educación Superior, porque es tremendo. Como lo que ocurre en el CONICET, son situaciones muy complicadas.

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Por ejemplo en las reuniones del CIN, nos acusaron de adoctrinamiento, esa persecución ideológica esta plantada, y resulta que, por ejemplo, no sé, Torrendel viene de la UCA, y en la UCA vos tenes que aprender religión sí o sí. Hay una especie de adoctrinamiento, son justamente las universidades privadas que siempre tienen un sesgo o religioso o de lo que sea, que son las que te pueden «adoctrinar», desde mi punto de vista el adoctrinamiento viene justamente de las privadas. No de las universidades nacionales que tienen cátedras libres. Ahora pusieron un teléfono, para que llamen y digan. Entonces, la persecución es hacia les docentes, o por ahí, te graban diciendo malas palabras. Te graban y te dicen, ah, mirá el vocabulario. Pero ahora ya es como que eso también puede servir para perseguir a un docente.

Ante esta persecución desde el Estado por el supuesto «adoctrinamiento», ¿hay una legislación penal? ¿Es anticonstitucional?

Yo creo que es inconstitucional, pero hay que analizarlo. Hay una persecución a todo lo público, no solamente a las universidades públicas.

Quería hacer un paréntesis, y que me cuentes la experiencia de tu paso por la AFI (Agencia Federal de Inteligencia), cómo lo viviste y qué cambio pudiste hacer, estando ahí metida en un organismo siniestro que era la SIDE, ahora transformada en la AFI.

Bueno, ahí hicimos muchas cosas, hicimos muchos cambios. Lo primero que hicimos fue bancarizar al personal que cobraba en un sobre papel madera, andá a saber cuánto cobraba cada uno, porque como ahí hay gastos reservados. Bueno, al bancarizar, esta fue la primera medida donde también me querían colocar en tiritas, porque lo otro era obviamente mucho más discrecional. En cambio acá, bueno, lo bancaricé, nadie quería bancarizarse, nadie quería ir a firmar al banco, nadie quería nada de eso.

El presupuesto nuestro lo pasamos al Ministerio de Economía para que cualquiera pueda ver en qué gastaba la AFI. Los gastos reservados que eran del 99,60% los dejamos, en un 9% o otro, o sea que del 90,66% los blanqueamos. Prácticamente no había gastos reservados, salvo para algunas operaciones o compras de algún material que no se podía comentar, porque no era para que se entere todo el país. Trabajamos muy bien con todos los países, desde la CIA hasta la FCK, o sea, Estados Unidos, Rusia, pudimos trabajar con todos los países que se acercaron, pudimos hacer intercambios de información.

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¿Y con qué me encontré? Bueno, me encontré con las causas que denuncié, yo venía de ser fiscal, o sea que mi expertise es denunciar, si querés, como fue el espionaje ilegal a los familiares del ARA San Juan, el espionaje ilegal también a Cristina Fernández de Kirchner, a un montón de políticos, no solamente de la oposición, sino también del macrismo. Lo del Bapro, la Gestapro, incluso con gente que en ese momento era de la AFI y de provincia de Buenos Aires. Me encontré con todas las denuncias, me encontré con los e-mails, que los presenté en la justicia de la causa de la Mesa Judicial. Todo lo que después quedó en la nada, bueno, lo presenté yo.

El tema de la Justicia y Comodoro Py, ¿qué hace falta para democratizar la justicia en la Argentina?

Bueno, no sé si elecciones para, puntualmente para los jueces, pero sí me parece que hay que poder elegir, no sé si con más cuidado, porque la realidad es que muchos de los jueces que se nombraron en ese momento eran, digamos, amigos, por llamarlo de alguna manera, después se dieron vuelta ante un cambio de Gobierno, se dan vuelta como una media. O sea que, ¿cómo podés hacer? Bueno, por ahí, el tipo te va a responder en la entrevista, te va a responder lo que vos querés escuchar, porque lo que quiere es llegar a ese cargo, y es muy difícil.

Lo que necesitamos entonces es el cambio que tiene que venir desde las facultades de Derecho, me parece, donde uno tiene que enseñar justamente lo que implica la democracia, lo que implica los DDHH, lo que implica ser funcionario, es funcionar. ¿Para quién? Para el pueblo, no para una empresa que te da guita o para ir a Lago Escondido en un avión privado. Eso no debería pasar con los jueces, ahora ser juez es entrar en el mundo del poder real. Y antes no era así. Antes el juez siempre fue muy importante, era un cargazo, digamos: es juez, juez de la Nación, era como algo muy importante. Pero había otra concepción, eso era para fallar a favor de la gente. Ahora quieren llegar a ese cargo justamente para eso, para conocer Lago Escondido, para que te presten, como tenía Nisman, un super auto, que no era de él, se lo daba una agencia. Bueno, para eso no sirve. Lo mismo, bueno, cuando hablo de juez, en realidad también estoy abarcando al Ministerio Público Fiscal.

Yo fui fiscal muchos años, me jubilé como fiscala, y ahí sí yo creo que se podría hacer por votación, un poco tomando, ya que tomamos tanto de los yanquis, ellos se tienen que presentar a elecciones, o si no, lo que hay que hacer, eso yo lo pedí siempre, mis propios compañeros fiscalas y fiscales, me querían matar, porque yo no decía, nos tienen que controlar, alguien tiene que controlarnos, de todas las causas que tenemos, ¿cómo las resolvemos? ¿Cómo puede ser que uno se quede trabajando hasta las 10 de la noche, y que otro a las 13.30 se vaya como un gran señor, o que llegue a las 11 de la mañana con el bolso que viene de jugar al tenis. ¿No tiene las mismas causas que tengo yo? ¿O cómo las resuelvo? Bueno, hay algunos que archivan todo, lo que viene se archiva, entonces no hay investigación. Alguien tiene que poder controlar eso.

Hebe llamaba a defender la educación y decía pero no nos quedemos ahí, planteémonos qué pasa que a esta Universidad, a la Universidad de Derecho, a la Universidad de Económicas, entran jóvenes rebeldes y salen abogados, funcionarios…y luego lanzó la Universidad Popular de Madres de Plaza de Mayo.

Tal cual, vos fijate, yo acá cada vez que abro el año lectivo, yo siempre les digo, acá no se van a formar como abogados empresarios. Y eso pasa en la UBA. Y yo me doy cuenta que eso pasa en la UBA. En la UBA nadie te da bola. Todos llegan, yo llego en el subte, línea H, que ahora me dejan espectacular, y todos llegan en auto. Son hijos de, que van a hacer su labor. Después van al estudio de…, con el amigo de…, o entran a la justicia, porque, bueno…

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Entonces, ahí ya hay una cosa que, por eso también cuando me vine para acá el año pasado, como Rectora Normalizadora al principio, renuncié a la UBA. Ya no tenía tantas ganas. Pero con esta responsabilidad, renuncié directo a la UBA porque me pareció que ya estaba. En cambio acá todavía hay ese ánimo de lucha, ¿no? Y eso es lo que yo digo, acá estamos para ver qué necesita el otro. Un poco también lo que decía Hebe, levantarse a la mañana y decir qué necesita el otro. Bueno, soy abogada, ¿qué le puedo dar? ¿Cómo puedo ayudar? No para exclusivamente ganar guita. Obvio que es importante, y más ahora con los aumentos de las tarifas, de todo. Pero digo, como que no puede ser que estudies exclusivamente para eso.

¿Que se puede hacer para apoyar a les trabajadores de la UNMA?

Bueno, como estamos con esta situación de que muchos trabajadores están viniendo salteado, y no cobran sus salarios y armaron esto del cafecito para tener justamente plata para los viáticos.

El cafecito vale 3.000 pesos, eso da exclusivamente para los viáticos. Y estamos ahora por hacer también un festival de milonga, ya lo vamos a poner en la página cuando esté hecho. Lo van a poner justamente, supongo que los mismos trabajadores y estudiantes, para ver de juntar fondos para ellos, porque hace tres meses que no cobran y yo estoy angustiada, no quiero ni pensar en la desesperación de les trabajadores que no tienen un mango realmente. Porque pasaron todo enero, febrero y marzo, ya estamos a mediados de abril.

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