El crimen ocurrió el 4 de febrero de 2001. Fue torturada, abusada sexualmente y estrangulada con el cordón de una de sus zapatillas. Sus asesinos están presos.
A 22 años del crimen de Natalia Melmann, la adolescente de 15 años raptada, violada y asesinada en la localidad balnearia de Miramar, familiares, amigos y vecinos marcharon esta noche en reclamo de “justicia” por “todas” las víctimas de femicidios.
La convocatoria realizada en redes sociales por la familia Calampuca Melmann comenzó a las 21 en la esquina de las calles 21 y 28, en el centro de esa ciudad bonaerense, desde donde marcharon hacia la costa.
Gustavo Melmann, padre de Natalia, dialogó con Télam y aseguró que el aniversario del crimen lo vivía con “situaciones encontradas, porque por un lado vos recordás su vida, lo que era, vivís su ausencia, y por otro lado es la fecha en que le quitaron la vida”.
“El homenaje es complejo, uno vive muchas cosas, está viviendo el recuerdo de su vida, de su existencia, del ser humano que arrebataron y por otro lado el cruel asesinato y violación”, aseguró el padre de la adolescente.
El nuevo aniversario del crimen de Melmann se dio en la misma semana en que la justicia de Mar del Plata rechazó beneficiar con la libertad condicional a los expolicías Oscar Echenique (61) y Ricardo Anselmini (53), condenados a reclusión perpetua por secuestrar, torturar, abusar y asesinar a la menor de edad.
Al respecto, Gustavo Melmann señaló: “Es algo importante, no solamente para nosotros, sino para la Argentina, para la comunidad. Son gente peligrosa, no tienen ningún reparo en hacer lo que hicieron con Natalia, el cuerpo de Natalia es la muestra de lo que son capaces de hacer”.
Durante el homenaje se arrojaron flores al mar, se lanzaron globos con la frase “perpetua” y se remontaron barriletes luego de proyectar el cortometraje “Barriletes en el limbo”, en recuerdo de Alejandro, amigo de la familia recientemente fallecido y que escribió un poema, que lleva el mismo nombre, dedicado a Natalia.
“Con la reciente noticia de que los jueces rechazaron el pedido de libertad adelantada de dos de los femicidas de Nati, salimos una vez más a las calles a marchar por ella. Por Nati y por TODAS! Porque estamos convencidos que el único camino es la lucha colectiva y la Justicia!”, encabezaron los familiares de Natalia la publicación de ayer en la red social Facebook, convocando a la marcha.
El crimen ocurrió el 4 de febrero de 2001, cuando Natalia fue obligada a subir a una camioneta de la Policía bonaerense y llevada a una casa ubicada en el extremo sur de la ciudad de Miramar.
En esa vivienda, fue torturada, abusada sexualmente y estrangulada con el cordón de una de sus zapatillas.
Los tres policías trasladaron luego el cuerpo al vivero Florentino Ameghino, donde lo ocultaron con un montículo de hojas, pero fue hallado cuatro días más tarde durante uno de los tantos rastrillajes que se realizaron por esa zona.
El crimen provocó la reacción de la comunidad local, que encabezó junto a los familiares y allegados de la adolescente múltiples marchas para pedir por el esclarecimiento del caso y produjo incluso un impacto político: el entonces presidente, Fernando De la Rúa, se reunió pocos días después con los padres de la víctima en Miramar.
En septiembre de 2002, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de Mar del Plata condenó a Echenique, Anselmini y Suárez a prisión perpetua y a 25 años de cárcel al exconvicto Gustavo “Gallo” Fernández, por su participación en el secuestro, aunque la pena fue reducida luego a 10 años de prisión.
En junio de 2018 se celebró un nuevo juicio a un cuarto policía, Ricardo Panadero (63), imputado como coautor de “privación ilegítima de la libertad por el uso de violencia, abuso sexual agravado por acceso carnal y por el concurso de dos o más personas, y homicidio doblemente agravado por haberse cometido para lograr la impunidad de los coautores de un delito anterior”.
Panadero fue absuelto en ese proceso porque los jueces consideraron que no pudo acreditarse la acusación, pero el fallo fue apelado por la fiscalía y por el abogado de la familia de Natalia Melmann.
El 13 de noviembre de 2019, la Sala III del Tribunal de Casación bonaerense anuló esa absolución y ordenó la realización de un nuevo proceso, que está previsto que se designe una nueva fecha para este 2023.
La joven que ayer murió tras caer de un departamento del sexto piso de un edificio del barrio porteño de Retiro, por el que está detenido un empresario vinculado al agro, tenía 26 años y era de nacionalidad brasileña, y los investigadores intentan determinar si fue víctima de un homicidio o si sufrió un ataque de nervios que la llevó a arrojarse al vació tras discutir con el dueño de casa.
Fuentes policiales y judiciales aseguraron a Télam que el empresario Francisco Sáenz Valiente permanecía hoy detenido y el juez de la causa, Martín Del Viso, quien subroga el Juzgado en lo Criminal y Correccional 31, y el fiscal que inició la investigación, Santiago Vismara, aguardaban una serie de peritajes para indagarlo como sospechoso de “homicidio”.
Según lograron reconstruir los pesquisas mediante el relato de testigos, la noche del miércoles último Sáenz Valiente concurrió a cenar con un grupo de amigos, entre los que se encontraba una joven con la que mantiene una amistad desde hace cuatro años y que estuvo presente ayer cuando ocurrió el hecho.
Esta joven, cuyas iniciales son J.M.M., también de nacionalidad brasileña y de 37 años, llevó como invitada por primera vez a ese tipo de cenas a Emily Rodríguez (26).
Los investigadores establecieron que esa noche el grupo de amigos cenó en Gardiner y, luego, concurrió a tomar algo a un bar de Palermo.
Ya de madrugada, el empresario, junto a su amiga J.M.M., Rodríguez y una tercera mujer también amiga del grupo que había concurrido a cenar, se dirigieron al departamento del sexto piso del edificio de la calle Libertad 1542, en Retiro, a metros del shopping Patio Bullrich.
Según los investigadores, tras una noche de excesos, aparentemente Rodríguez cerca de las 9 de la mañana sufrió un ataque de nervios tras una discusión con el dueño de casa, tras el cual la mujer comenzó a correr por el departamento.
Se cree que a esa altura, la tercera mujer que había concurrido ya se había retirado, por lo que en el departamento quedaban Sáenz Valiente, su amiga y Rodríguez.
De acuerdo a la reconstrucción que lograron elaborar los investigadores policiales y judiciales, la joven brasileña se mostraba muy agresiva e intentó abrir una ventana que da al frente del edificio, pero como no pudo, llegó a una ventana de una habitación que da al pulmón de manzana y se arrojó.
Esa versión, ahora deberá ser corroborada en base a pruebas científicas, entre ellas la autopsia, y recién después se espera que pueda ser indagado Sáenz Valiente.
Lo que llamó la atención de los investigadores es que la amiga del empresario, la mujer identificada con las iniciales J.M.M., presentaba una serie de lesiones en las manos y rasguños.
“Son signos de pelea. En principio, el dueño de casa no tenía lesiones, pero también se ordenó un peritaje para que se establezca si también presentaba lastimaduras producto de algún forcejeo”, dijo a Télam un investigador.
Vecinos del edificio llamaron al 911 y personal de la comisaría Vecinal 1A se dirigieron al lugar y constataron el cuerpo de Rodríguez en una zona de difícil acceso.
Una ambulancia del SAME auxilió a la víctima y la trasladó a un hospital Fernández, pero llegó fallecida.
Los policías de la comisaría hallaron a Sáenz Valiente en su departamento y a J.M.M. en el hall del edificio, por lo que ambos fueron demorados aunque, luego el juez Del Viso ordenó la detención del empresario y liberó a J.M.M.
Fuentes de la investigación aseguraron que la declaración de esta mujer es clave para determinar la posible responsabilidad de Sáenz Valiente en un supuesto crimen.
“Tanto el juez como el fiscal aguardan una serie de peritajes claves, entre ellos la autopsia, para poder escuchar la versión del empresario sobre los hechos”, dijo a Télam una fuente judicial, que además aclaró que “hay que establecer si la mujer se tiró o la tiraron, y si lo hizo ella, en qué contexto tomó esa decisión”.
Otra fuente policial comentó a Télam que la víctima llegó al edificio en una camioneta Jeep Compass Longitude gris, modelo 2022 y patente AF 548 MZ, que quedó estacionada en la vía pública y que ayer fue revisada por los peritos de la Unidad Criminalística Móvil (UCM) de la Policía de la Ciudad.
El vehículo está radicado en el partido bonaerense de Lanús y tiene tres infracciones de tránsito en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Por otra parte, los investigadores también buscaban a la tercera mujer que estuvo en el departamento de Sáenz para tomarle declaración testimonial.
Distintos vecinos que fueron entrevistados por los pesquisas contaron que eran frecuentas las fiestas en el departamento del empresario y que se realizaban cualquier día de semana, que duraban toda la noche y que eran habituales lo gritos.
Los policías de la comisaría que revisaron el departamento hallaron botellas de bebidas alcohólicas, pero en principio no encontraron drogas, dijeron las fuentes.
“El departamento tenía varias habitaciones y en todas ellas había ropa de mujer, especialmente ropa interior. Varios amigos contaron que era habitual que el empresario llevara a su casa a sus amigas y que ellas se quedaran a dormir”, contó un investigador, quien agregó que “de hecho, todas las piezas tenían la cama deshecha, como si hubiesen sido usadas recientemente”.