Uno por uno el rol de los rugbiers en el crimen de Fernando Báez Sosa
Máximo Thomsen: es el más complicado ya que fue quien le dio la patada final en la cabeza a Fernando. Todos los videos de las cámaras de seguridad y de testigos que filmaron lo ubican en la escena del crimen. Báez Sosa tenía marcada la zapatilla del rugbier en la cara, y a su vez el calzado tenía sangre de Fernando. Horas después del crimen fue a comer al McDonald’s con Lucas Pertossi.
Ciro Pertossi: un video obtenido por cámaras de seguridad muestra cuando se chupó los dedos para limpiarse la sangre de Fernando. La fiscal lo considera coautor del homicidio por haber sido partícipe de la pelea ya que en la rueda de reconocimiento lo señalan de haber estado en la escena del crimen.
Enzo Comelli: estuvo en la pelea y en estos momentos lo consideran partícipe y hasta posible coautor del homicidio. En la rueda de reconocimiento lo identificaron como uno de los primeros que golpeó a Fernando.
Matías Benicelli: participó de la pelea y lo consideran partícipe y posible coautor del homicidio. Las pericias confirmaron que había sangre de Fernando en su camisa.
Blas Cinalli: un hisopado a la uña de un dedo meñique de Fernando reveló que tenía su sangre, y videos obtenidos muestran su participación y la rueda de reconocimiento en la Fiscalía de Villa Gesell fue clave para confirmar que fue parte del ataque.
Lucas Pertossi: Filmó la secuencia del crimen mientras se reía y pedía que nadie defendiera a la víctima. Después del ataque se acercó hasta el lugar donde sucedió todo y mandó el mensaje «caducó». Fue a comer al McDonald’s con Máximo Thomsen.
Ayrton Viollaz: Aunque creen que no golpeó a Fernando, por los videos difundidos se observa que impedía que los amigos de la víctima se acerquen a ayudarlo.
Luciano Pertossi: tuvo el mismo accionar que los otros dos chicos mencionados.
Hay dos de los chicos que fueron liberados y sobreseídos de la causa por falta de mérito ya que en las ruedas de reconocimiento ningún de los testigos los vio accionar contra Fernando o sus amigos o ni siquiera estuvo en la escena del crimen.
Se trata de Juan Guarino y Alejo Milanesi que luego de quedar liberados decidieron no hablar ni dar testimonios ante la prensa. Aun así, declararán en la causa como testigos.
Pablo Ventura, quién había sido incriminado por los rugbiers como partícipe del asesinato, quedó en libertad a los pocos días y fue sobreseído en la causa ya que todas las pruebas aportadas confirmaron que el joven esa fecha se encontraba lejos de la localidad balnearia.
A fines del año pasado se dio a conocer que Ventura demandó al Ministerio Público Fiscal del Poder Judicial bonaerense por 10 millones de pesos como resarcimiento por los daños sufridos por esa «infundada e injusta detención”. Como Guarino y Milanesi, Pablo declarará en la causa contra los rugbiers.